Según el Consejo Mundial de la Energía Eólica, la Argentina alcanzó una capacidad aerogeneradora de 218 megawatts. Así, dejó atrás a Costa Rica (148) y Nicaragua (146) en el ranking regional, y sólo se ubica por debajo de Brasil (3.456) y Chile (335). A nivel global el líder es China, con 91.424 megawatts. A pesar de estos datos, Argentina tiene un elevadìsimo potencial de generación eólica que las políticas públicas no planean desarrollar en toda su dimensión, a la vez que se profundiza la exploración y explotación hidrocarburìfera convencional y no convencional.
Fuente: Revista Petroquímica
Pese a la intensidad y constancia de los vientos presentes en diversos puntos de la región, Latinoamérica y el Caribe aún exhibe –como bloque– una participación insignificante dentro del negocio eólico global. De hecho, apenas explica 4.709 de los 318.137 megawatts (Mw) instalados a lo largo y ancho del planeta (poco menos de un 1,5% de la capacidad mundial).
En este contexto, la Argentina –una plaza que por su potencial productivo debería estar entre las más importantes del mundo– desempeña un papel por demás modesto: gracias a los 76 Mw que incorporó en 2013, llegó a 218 Mw, por lo que a gatas ha logrado reposicionarse entre los tres países con mayor capacidad eólica a escala regional, al superar a Costa Rica y Nicaragua (148 y 146 Mw, respectivamente), que no sumaron nueva potencia. Así lo indica la última edición del “Global Wind Statistics”, el ranking que anualmente elabora el Consejo Mundial de la Energía Eólica (GWEC, según sus siglas en inglés).
Brasil, con 3.456 Mw (948 añadidos el año pasado), y Chile, con 335 Mw (130 adicionados en 2013), encabezan el ranking latinoamericano, del que también forman parte Honduras (102 Mw) y Uruguay (59 Mw), entre otras naciones.
Tres países se reparten casi un 60% de la capacidad eólica planetaria: China (con 91.424 Mw y una participación de 28,7%), Estados Unidos (61.091 Mw y 19,2%) y Alemania (34.250 Mw y 10,8%). Le siguen en importancia España (22.959 Mw y 7,2%), India (20.150 Mw y 6,3%), Reino Unido (10.531 Mw y 3,3%), Italia (8.552 Mw y 2,7%), Francia (8.254 Mw y 2,6%), Canadá (7.803 Mw y 2,5%) y Dinamarca (4.772 Mw y 1,5%), en ese orden.
En cuanto a la capacidad agregada en 2013 (o sea, unos 35.467 Mw), el podio fue para China (que incorporó 16.100 Mw), Alemania (3.238) y el Reino Unido (1.883). Luego se ubicaron India (1.729), Canadá (1.599), Estados Unidos (1.084), Brasil (948), Polonia (894), Suecia (724) y Rumania (695).
En la comparación entre bloques, Europa todavía domina el mercado (con 121.474 Mw instalados), por sobre la pujante Asia (115.939) y Norteamérica (70.885). Detrás de Latinoamérica y el Caribe (4.709) figuran Oceanía y las islas del pacífico (3.874), y África y Medio Oriente (1.255).
Liderazgo chino
Con una capacidad total de 318.137 Mw, el negocio eólico global acumula un incremento de casi 200.000 Mw al cabo de los últimos cinco años. Sin embargo, la expansión de 35.467 Mw registrada en 2013 fue de apenas un 12,5% anual, y significó una merma de casi 10.000 Mw en relación con el añadido de potencia de 2012.
De acuerdo con el GWEC, ello obedeció al errático comportamiento del segmento en Estados Unidos, luego del vacío político que suscitó el Congreso norteamericano. “El sector creció modestamente el año pasado, liderado por China y por una performance excepcionalmente buena de Canadá. Mientras que el hiato de la política en Estados Unidos golpeó los resultados de 2013, lo positivo es que los proyectos eólicos en construcción en ese país ascendieron a más de 12.000 Mw al cierre del ejercicio, lo que marca un nuevo récord”, señaló Steve Sawyer, secretario general de la entidad.
Según sus palabras, las instalaciones eólicas europeas crecieron sólo un 8%, con una concentración poco saludable del mercado en tan sólo dos países: Alemania y el Reino Unido. “Por su parte, la fase de consolidación aerogeneradora en China, que se inició después de 2010, parece haber terminado. Hoy el gigante asiático se afirma como un mercado eólico de crecimiento nuevo, lo cual es muy auspicioso para la actividad. El compromiso del Gobierno mandarín con la energía eólica se ha reforzado una vez más, a partir del aumento de la meta oficial de alcanzar los 200 gigawatts (Gw) en 2020, y la industria ha respondido favorablemente”, destacó.
Mercados emergentes
A decir de Sawyer, el desarrollo eólico por fuera de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) viene siendo –por lo general– bastante saludable. “Hay un flujo constante de nuevos mercados emergentes en África, Asia y Latinoamérica. Con Estados Unidos de nuevo en marcha, por lo menos para los próximos dos años, el reto principal pasa por estabilizar la actividad eólica europea, tanto en tierra como en alta mar, la cual se ha visto sacudida por la incertidumbre política en los últimos tiempos”, puntualizó.
En ese sentido, el directivo apuntó que India tiene en marcha una interesante “Misión Wind” nacional, que Brasil reserva 4,7 Gw a nuevos proyectos eólicos y que la reforma del sector eléctrico mexicano promoverá avances en el sector próximamente. “Asimismo, aunque la capacidad africana sólo creció en 90 Mw durante 2013, ese continente espera un despegue gracias a las nuevas instalaciones proyectadas por Sudáfrica, Egipto, Marruecos, Etiopía, Kenia y Tanzania”, enumeró.
En definitiva, para 2014 prevé que la potencia eólica vuelva a crecer a los niveles de 2012, con grandes posibilidades de superar dichas tasas. “Esperamos certificar esa proyección muy pronto”, concluyó.
El GWEC es el órgano más representativo de la industria eólica a nivel internacional. Integrado por más de 1.500 organizaciones, su misión es asegurar que el aprovechamiento de los vientos se consolide como una de las principales fuentes de energía para toda la humanidad.