El camino hacia la independencia energética de Estados Unidos basado en el boom del esquisto (explotación de hidrocarburos con la técnica de “fracking” o fractura hidráulica) será mucho más difícil de lo que parece. Algunos de los obstáculos son: los productores independientes gastarán este año US$1,50 en perforación por cada dólar que recuperan. La producción de esquisto declina con más rapidez que la producción con métodos convencionales. Harán falta 2.500 nuevos pozos por año tan sólo para sostener una producción de 1 millón de barriles por día en la cuenca de Bakken, en Dakota del Norte. Irak podría hacer lo mismo con 60.
Por Bloomberg publicado por Clarín
Algunos de los obstáculos son: los productores independientes gastarán este añoUS$1,50 en perforación por cada dólar que recuperan. La producción de esquistodeclina con más rapidez que la producción con métodos convencionales. Harán falta 2.500 nuevos pozos por año tan sólo para sostener una producción de 1 millón de barriles por día en la cuenca de Bakken, en Dakota del Norte, según la Agencia Internacional de Energía (IEA, por la sigla en inglés), organismo con sede en París. Irak podría hacer lo mismo con 60.
Basta con tomar el caso de Sanchez Energy Corp. La compañía de Houston proyecta gastar US$600 millones este año, casi el doble de sus ingresos estimados para 2013, en la formación de esquisto Eagle Ford del sur de Texas que –junto con Dakota del Norte– es uno de los centros de una fiebre de perforaciones que ha llevado la producción de crudo de Estados Unidos a su nivel más alto en casi 26 años. Su pozo de petróleo Sante North 1H produjo cinco veces más agua que crudo, dijo Sanchez Energy en un informe presentado a organismos reguladores el 17 de febrero. Las acciones bajaron 7%.
“Empezamos a vivir en un mundo diferente donde obtener más petróleo exige más energía, más esfuerzo y más dinero”, dijo Tad Patzek, presidente del Departamento de Ingeniería de Geosistemas y Petróleo de la Universidad de Texas.
Los perforadores se esfuerzan por mantener el ritmo de un aumento, sin precedentes, de 39% de la producción petrolera estadounidense desde fines de 2011. Sin embargo, lograr la autosuficiencia energética de los Estados Unidos depende de crédito fácil y de precios del petróleo lo suficientemente altos para cubrir los costos de los pozos. Incluso con el crudo por encima de los US$100 por barril, los productores de esquisto gastan más dinero del que ganan.
Las compañías ya dan muestras de debilidad. Chesapeake Energy, la compañía de la ciudad de Oklahoma que fundó Aubrey McClendon, dio a conocer esta semana ganancias por debajo de las estimaciones de los analistas por el mayor margen en casi dos años. Las acciones bajaron 4,9%. Range Resources Corp., que tiene sede en Fort Worth, Texas, declinó 2,3% luego de anunciar el 25 de febrero que las ganancias del cuarto trimestre bajaron 47%. QEP Resources Inc., una compañía perforadora con sede en Denver, bajó 10% después de que las ganancias del cuarto trimestre difundidas el 25 de febrero no alcanzaran las estimaciones de los analistas.
La industria petrolera estadounidense tiene que correr mucho tan sólo para seguir en el mismo lugar. Se estima que las compañías exploradoras de los Estados Unidos gastarán más de US$2,8 billones para 2035 a pesar de que la producción llegará a su punto culminante 10 años antes, dijo la IEA. Medio Oriente gastará menos de la tercera parte de esa suma por tres veces más crudo.