Con el apoyo de los legisladores kirchneristas y del Movimiento Popular Neuquino con sus aliados, se aprobó anoche en general el acuerdo que firmó el gobernador de Neuquén, Jorge Sapag, con Miguel Galuccio, titular de YPF,  para la explotación no convencional del yacimiento Loma Campana en Vaca Muerta con la cuestionada técnica de fractura hidráulica (fracking).

Fuente: Río Negro

 

La votación se produjo a las 22:55 y fue con 25 votos a favor, dos en contra y ocho ausentes. La Legislatura estaba anoche lista para volver a sesionar después de la 0 y otorgar así el aval completo y transformarlo en ley.

El acuerdo llegó tras una jornada violenta, generada a partir del intento de manifestantes de gremios y partidos de izquierda de ingresar al edificio para impedir la sesión. Derribaron vallas y chocaron con la Policía que reprimió con violencia. Hubo heridos, uno de bala, y un clima de guerra que el ministro Gabriel Gastaminza definió como un intento de desestabilización.

La sesión comenzó con una fuerte polémica porque los legisladores que se oponen al acuerdo hicieron vehementes discursos donde denostaban la actitud del gobierno en reprimir a los manifestantes, se mencionó con insistencia el herido con arma de fuego y la inconveniencia de sesionar “con una legislatura militarizada”. Se puso a votación y ganó la postura de sesionar, ante lo que el grupo de legisladores encabezados por Jesús Escobar (Libres del Sur), Beatriz Kreitman (CC-ARI), Raúl Dobrusín y Alfredo Marcote (Une), Raúl Godoy (Frente de Izquierda) y los radicales Alejandro Vidal y Eduardo Benítez se retiraron del recinto. Daniel Andersch (MPN petrolero) votó para que se suspenda la sesión, dijo que había violencia de las dos partes y dijo que “el panorama es muy triste”.

Quedaron 26 diputados entre los que se contó a Manuel Fuertes (NCN) quien ofició de miembro informante del proyecto que rechaza el acuerdo en ausencia de quien había presentado el despacho, el diputado Escobar. El diputado aliado del MPN, Daniel Baum (Unión Popular) se excusó. Fue a un homenaje en el Senado.

El debate en si comenzó diez minutos antes de las 19 aunque en la hora de otros asuntos el tema fue excluyente pero enfocado a los hechos de violencia y la manera de enrostrar culpas.

Raúl Podestá (Frente Grande), como miembro informante del proyecto, dijo que “no se vota una nueva concesión sino una prórroga” y que “acá no tratamos el acuerdo entre YPF y Chevron”. Recalcó que “ya no es la Repsol española a la que le ampliamos la concesión sino YPF nuestra”.

Luego del kirchnerista ofició de fundante del acuerdo, el empenista Sapag quien dijo que “ojalá que la empresa pueda llegar a la formación Los Molles, ubicada a mayor profundidad que Vaca Muerta, porque eso va a significar más trabajo para Neuquén”. Reiteró las bondades económicas que tendría la puesta en comercialidad de la reserva no convencional e indicó que un tercio de los ingresos para Neuquén en concepto de regalías e impuestos van a desembolsarse durante los primeros 14 años de concesión. La racionalidad de la producción –dijo– obliga a prorrogar la concesión por la naturaleza de la explotación que sólo es rentable si tienen la concesión hasta el 2048, 22 años que lo que autoriza en términos objetivos la ley de hidrocarburos.