La acusan de no haber instalado una segunda válvula de seguridad que podría haber evitado el desastre. La Asociación de Superficiarios querelló a la petrolera por el incidente en un pozo ubicado en Plottier y motivó el allanamiento de las oficinas de la empresa en la provincia. La explosión registrada el pasado 29 de julio en el yacimiento petrolero Centenario, pegado a la localidad neuquina de Plottier y administrado por Pluspetrol, fue fruto de un accidente. Pero podría haberse evitado, si la empresa hubiera dispuesto en el lugar una segunda válvula de seguridad, que establecen las normas internacionales, y que la multinacional no instaló para ahorrarse un costo de 400 mil dólares.

Fuente: Tiempo Argentino
 La negligencia, que no trascendió, es puesta a la luz ahora con una denuncia penal presentada contra la concesionaria por la Asociación de Superficiarios de la Patagonia (ASSUPA), a la que accedió Tiempo Argentino en forma exclusiva.

En su acción, la ONG, que nuclea a miles de propietarios de suelos que en todo el país son ocupados por yacimientos de crudo, apunta a “directores, gerentes, síndicos y administradores que hubieran intervenido en los eventuales hechos punibles”, por la posible “comisión de delitos tipificados en los artículos 55, 56 y 57 de la Ley 24.051 y artículos 186, 188 y 200 del Código Penal”.

Según la querella, elevada a la justicia de Neuquén por Ricardo Apis y Luis Arellano, presidente y abogado de la asociación, en el pozo identificado con el número 1533 manejado por Pluspetrol SA, que a las 23 de aquel día explotó y se incendió muy cerca de una zona urbanizada, “una mala maniobra de una grúa causó la rotura de la válvula superior de la perforación, y ante la ausencia de la ‘válvula de seguridad de sub-superficie’, el gas de las profundidades comenzó a emerger súbitamente y produjo un incendio que destruyó las instalaciones petroleras y puso en grave riesgo a la comunidad”.

“El grave hecho ocurrido y sus consecuencias que siguen –sostiene la denuncia– son circunstancias altamente probables en el manejo de una perforación de petróleo o gas, y para evitar que los accidentes mecánicos o humanos en la superficie generen explosiones o incendios, las buenas prácticas petroleras indican la necesidad de colocar una ‘VÁLVULA DE SEGURIDAD DE SUB-SUPERFICIE’ que se coloca pocos metros debajo del nivel del suelo.” Y agrega: “PLUSPETROL SA ha decidido a través de sus órganos de dirección no colocar ese elemental recaudo técnico, tanto en ese pozo 1533 como en ningún otro.” Para ASSUPA, el grupo evitó “esa erogación (de aproximadamente U$S 400 mil por pozo) y son sabedores de que el costo de los accidentes puede ser pagado por la comunidad en general”. Y a continuación, enumera algunos de esos costos: “afectación del aire, quemadura del manto vegetal del suelo y contaminación de agua, agravada con la constante erogación de agua para enfriar las instalaciones ardientes, la que luego corre sucia y contaminada por el suelo y percola a las napas subterráneas”.

DENUNCIADOS Y ALLANAMIENTO

La denuncia penal de la asociación alcanza al presidente de Pluspetrol, Steven Crawell, y a sus directores: Héctor Poli, Alfredo Poli, Ricardo Rey, Alberto Moos, Juan Carlos Pisano y Carlos Garzón Maceda. La semana pasada, los tribunales neuquinos ordenaron el allanamiento de las oficinas que el grupo administra en Neuquén, en la calle Lastra al 4000, y se llevaron documentación vinculada al yacimiento. El operativo fue ordenado por el titular del Juzgado de Instrucción Nº 3, Cristian Piana, y también alcanzó a la empresa Crexell, que alquiló la grúa que protagonizó el episodio. “Secuestramos toda la información que había en digital”, explicó Maximiliano Breide Obeid, fiscal de la causa, y “fuimos acompañamos con el Servicio de Investigaciones de la Fiscalía, pero no encontramos resistencia de parte del personal de la empresa”.

Sobre lo advertido por ASSUPA, el fiscal resaltó tres puntos fundamentales en la investigación: “Si hubo negligencia del operario de la grúa, si a la grúa le faltaba algún mantenimiento que generó la caída de la pieza que desencadenó la explosión, y si más allá de todo lo anterior, al pozo no le faltaba alguna válvula de seguridad, en función de los niveles de presión que tenía.”

La causa de la cuenca neuquina

La firma Pluspetrol SA también fue demanda por ASSUPA en una megacausa vinculada con derrames de crudo y contaminación del suelo de la Cuenca Neuquina, y que llegó a la Corte Suprema de Justicia de la Nación. Estudios de la asociación calculan que sólo en esa cuenca hay 10 mil pozos contaminantes, y que a nivel nacional existen 18 mil “pozos satélite”, como se denominan a las perforaciones que cumplieron su ciclo, pero que a pesar de seguir filtrando desechos a las napas subterráneas, fueron abandonadas por las concesionarias sin ningún tipo de saneamiento.

El informe que acompaña a la presentación judicial sostiene, además, que la región está cortada por 120 mil kilómetros lineales de caminos asfálticos, gigantesca superficie quitada a la siembra y al pastoreo de animales. Y se estima que en ella hay en la actualidad 12 mil piletones de 50m x 50m, y 3m de profundidad, destinados a volcar los residuos del petróleo extraído: impurezas y agua salada siete veces con mayor cantidad de sodio que el agua de mar, altamente nociva.

“Adolecía de un sistema de seguridad”

ASSUPA es una asociación sin fines de lucro que tiene como propósito promover “todo tipo de acciones tendientes a preservar el ambiente en el presente y para las generaciones futuras de toda degradación y menoscabo”, “acciones de recomposición y recupero de suelos”, y “tendientes a la coexistencia de todas las actividades productivas con los Pueblos Indígenas preexistentes”.

Dolorosamente debemos reconocer que tras más de diez años de lucha, no todo sigue igual: aumenta la contaminación, no se remedia, mucho se reclama, poco se hace. Suceden incidentes como el del pasado 29 de julio en la locación del pozo petrolífero identificado con el Nro. 1533 del yacimiento CENTENARIO que explota la empresa PLUSPETROL SA, en el que en virtud de la mala maniobra de una grúa, se rompió la válvula superior de la perforación, y ante la ausencia de la válvula de seguridad de sub-superficie, el gas de las profundidades comenzó a emerger súbitamente y produjo un incendio que no sólo destruyó las instalaciones petroleras, sino que puso en grave riesgo a la comunidad cercana al pozo. Tómese en cuenta que dicha perforación se encuentra aproximadamente a 230 metros de un plan de viviendas conocido como “Barrio 109 Viviendas”, donde residen cientos de vecinos de Plottier. El desastre ambiental se pudo haber evitado si la empresa operadora hubiera actuado con la debida diligencia.

El pozo en cuestión adolecía de un sistema de seguridad de fondo de pozo que operara un cierre de emergencia que detuviera el flujo de fluido. Obviamente, dicha válvula tiene un costo que incide en el beneficio “directo” e “inmediato” de la empresa. Pero su omisión produce paralelamente una significativa pérdida “directa” e “inmediata” para la comunidad toda. Quienes conformamos ASSUPA creemos fervientemente en el desarrollo socialmente sustentable, no nos oponemos al progreso, no combatimos a la industria ni nos embanderamos en ningún fundamentalismo.

Eso sí, hacemos un distingo muy grande entre el ganar mucho (que no criticamos) y el ganar demasiado… a expensa de la seguridad, el bienestar, el derecho de la comunidad de vivir en un medio adecuado. La industria hidrocarburífera es perfectamente posible, pero en manos de empresas responsables.

*Presidente de ASSUPA.