Nuevas denuncias por amenazas de muerte al hijo de la fundadora de Madres de Barrio Ituzaingó, protagonizan un escenario de sospechas hacia funcionarios y quienes representan la firma Monsanto SAIC. Pasaron cinco meses de las amenazas y golpizas que sufrió Sofía Gatica, a fines del año pasado. Y ahora, el domingo pasado, le pidieron que se alejara del famoso predio de Monsanto, porque estaba en peligro su vida. Tan es así que la golpearon y a punta de un arma la intimidaron para que se apartara de la lucha contra Monsanto.

Fuente: EcosCórdoba

A pesar de las frecuentes amenazas, Sofía insistió en su momento: “Voy a dejar la vida si es necesario, pero Monsanto no se va instalar”. Lo grave de los hechos es que hace un mes que fue abordada por las mismas personas, en los mismos lugares, pero para advertirle, según relata Sofía, que su hijo “va a morir con la misma arma que tenía”. Le exigieron nuevamente que se alejara de la lucha y del acampe, que lleva ya siete meses en las puertas del predio donde pretende instalarse Monsanto.

Finalmente, Sofía decidió alejarse del acampe y cerrar su cuenta de Facebook, tras amenazas enviadas por la red social y por escritos en papel. “En estos momentos es más importante mi familia”, declaraba en forma angustiada y cansada de las persecuciones que padece en su lucha desde hace más de diez años y donde dejó parte de su vida.

Durante la conferencia de prensa, realizada ésta mañana en la sede del sindicato del Cispren, se dejó expuesto éstos hechos en forma pública. El mensaje más importante fue dirigido a los gobiernos y a la empresa Monsanto, donde además de pedirles que la dejaran en paz, solicitó una audiencia con el gobernador José Manuel De la Sota, el intendente de Malvinas Argentinas, Daniel Arzani, y también a representantes de la compañía.

Así Sofía dejó firme que no quiere que maten a sus hijos. “Sabemos que Monsanto está detrás de todo esto, por eso pedimos audiencia cuando el gobernador vuelva de Estados Unidos”, afirma.

Sostenida por las organizaciones sociales y sus representantes legales, conmovida por su familia, decidió hacer la segunda denuncia, donde una vez más teme por la salud de sus hijos. Los atacantes aún no fueron detenidos, a pesar de que portan armas en la vía pública y que, según Sofía, no han cambiado su perfil.

Este hecho no es aislado. Se suma otras intimidaciones previas. Tal es así que en el mes de noviembre del 2013, un hombre robusto de su estatura la acompañó con un arma para avisarle que su vida estaba en peligro; se trataba del mismo que hoy pone en peligro la vida de su hijo. Incluso, durante la represión en septiembre del año pasado, en el acampe contra la planta de Monsanto, la misma policía de Córdoba violentó a la referente hasta ocasionarle un traumatismo de cráneo, en el momento que negó el acceso de camiones con material para la construcción en el predio. Obras por la cual la Cámara en lo Laboral reconoció como ilegal.

El ascenso del conflicto contra Monsanto toma el rechazo por casi un 70% de la población cordobesa. Las organizaciones y asambleístas no han tenido reparos en denunciar los negocios que impulsan los gobiernos municipales, provinciales y nacionales en torno a favorecer a amigxs y capitalistas afines.

Con la participación de la Asamblea Malvinas Lucha por la Vida, Lucas Vaca dejó claro: “Los violentos y corruptos no somos nosotros”.

Claudio Oroz, abogado de H.I.J.O.S., presente en la conferencia de prensa, considera a la justicia de Córdoba como genuflexa, sobre todo “cuando hay un rostro moreno detrás”.

“Desgraciadamente, las denuncias cayeron en la fiscalía de instrucción de Emilio Drazile de Alta Gracia”, declaró el Dr. Medardo Ávila Vásquez. Se trata del mismo fiscal que cerró la causa de la muerte del policía Juan Alos, considerado por la fiscalía como suicidio, cuando su familia asegura que fue un asesinato, fruto del escándalo de los “narco-policías”.

Por tal motivo exigen a la justicia una inmediata investigación para esclarecer el hecho, como así también una urgente reunión con el gobernador de Córdoba, en plena campaña en la provincia por lograr la “paz social”.

Testimonios de Sofía Gatica para Ecos Córdoba