Barrick Gold Corporation, los autores Alain Deneault, Delphine Abadie y William Sacher y Les Éditions Écosociété Inc. anuncian que arreglaron extrajudicialmente la acción por difamación entablada por Barrick en abril de 2008 en la Cour Supérieure du Québec en relación con el libro “Noir Canada : pillage, corruption et criminalité en Afrique” escrito por los Autores y publicado por Écosociété.
Fuente: Solidarité avec Écosociété
20/10/2011. Para arreglar el litigio que la puso en conflicto con Barrick, Écosociété detuvo la publicación y la impresión de Noir Canada e hizo un pago significativo a Barrick.
Una parte del libro Noir Canada se refiere a algunas alegaciones sobre la alegada implicación de Barrick en Tanzania en 1996. Los Autores reconocen que no tienen pruebas de la implicación de Barrick en Tanzania en 1996 y que Barrick y otros actores niegan las alegaciones con referencia a los acontecimientos a la concesión de Bulyanhulu en 1996.
Con respecto al contenido de Noir Canada sobre el Congo, Barrick reconoce que la tesis de los Autores y de otras personas consiste en que la presencia de varios recursos minerales, como el oro, en el Congo, fue uno de los motivos principales del origen de los conflictos en este país, y que la presencia de empresas mineras transnacionales en una región en guerra, como la región de Los Grandes Lagos de África, puede tener consecuencias imprevistas y serias.
Los Autores reconocen que aunque estas cuestiones fueron extensamente estudiadas por un grupo de expertos de las Naciones Unidas, en los años 2001-2002, estos expertos nunca mencionaron Barrick. Los Autores reconocen que Barrick presentó documentos y testimonios indicando que tuvo una presencia muy limitada en el Congo en el verano de 1996, ejecutando trabajos exploratorios en una pequeña parte de una concesión minera de 82 000 km2 en el Congo, e indicando además que no tuvo ninguna implicación en los conflictos en el Congo. Los Autores no tienen ninguna prueba de lo contrario.
Barrick, los Autores y Écosociété están de acuerdo en que la Acción interpuesta por Barrick y la escritura y la publicación del libro Noir Canada por los Autores y por Écosociété fueron emprendidas en buena fe y con la convicción que eran legítimas.
Los Autores reiteran lo que escribieron en la introducción de Noir Canada, a saber que « esta obra no constituye una condena general de las empresas » citadas en él, y que no se dieron el mandato de asegurarse ulteriormente de la veracidad de las alegaciones desarolladas en el libro a partir de documentos públicos. Los Autores mantienen que Noir Canada fue escrito para suscitar un debate público sobre la presencia controvertida de los intereses canadienses en África y para favorecer la creación de una comisión de investigación sobre esta presencia canadiense en África. Todavía mantienen esta posición y siguen cuestionando la función de las empresas privadas activas como socios de negocios de los representantes políticos africanos implicados en estos conflictos armados.
Écosociété considera que Noir Canada es pertinente, que es de interés público, y que la tesis que es desarrollada en este libro constituye una contribución esencial al pensamiento crítico y que merecía ser publicada. Écosociété continuará su misión como una editorial independiente que publica textos de interés público por suscitar debates sociales.