Un derrame en una explotación minera en Columbia Británica (CB), que ya ha provocado la prohibición de la pesca del salmón en los ríos Cariboo y Quesnel, puede poner en peligro el retorno del salmón rojo a esta provincia canadiense.

Fuente: FIS Argentina

El Ministerio de Pesca y Océanos (DFO) resolvió vedar la pesca después de que millones de metros cúbicos de desechos de la mina Mount Polley se escaparon de una balsa de residuos a las vías fluviales locales.

Este accidente ha generado genera temores en torno al posible daño en las zonas de desove del salmón, informó CBC News.

“Podría alterar sus sentidos, causándoles un poco de desconcierto y estrés”, explicó Gord Sterritt, director ejecutivo de la Alianza para la Conservación de la Pesquerías del Alto Fraser.

“Y no podrían aparearse y volver a sus lugares de desove”, agregó.

Sterritt dijo que grupos de las Primeras Naciones solicitaron asesoramiento acerca de si es seguro comer el pescado que han capturado y que Imperial Metals, la empresa propietaria de la mina, aseguró que se está elaborando un informe sobre la calidad del agua.

Por su parte, el ministro de Energía y Minas de Columbia Británica, Bill Bennett, expresó preocupación por lo sucedido.

“Es un accidente grave que no debería haber ocurrido. Estamos dedicando todos los recursos apropiados para trabajar con funcionarios locales y así limpiar el lugar, mitigar cualquier impacto a las comunidades y el medio ambiente, e investigar la causa de la violación”, declaró Bennet, según informó The Cordova Times.

En tanto, la asesora de comunicaciones del DFO, Michelle Imbeau, indicó que todavía están en las primeras etapas de la evaluación, por lo que consideró poco probable que puedan confirmar la cantidad total de salmones rojos que retornarán al río Fraser hasta mediados o finales de agosto.

Mientras tanto, sectores de la pesca tribal y comercial del sudeste de Alaska afirman haber encontrado peces muertos en Hazeltine Creek, un afluente del río Fraser.

La falla del tanque de desechos ocurre justo cuando la Agencia de Protección Ambiental (EPA) de EE.UU. se prepara para participar en las audiencias públicas que se celebrarán en Alaska para analizar su propuesta de restringir la actividad minera en la cuenca de la bahía de Bristol, rica en salmón, donde una filial del grupo minero diversificado mundial Hunter Dickinson Inc. de Vancouver (Columbia Británica), quiere construir la mina Pebble.