Las comarcas del Nalón y el Caudal tienen 290 localidades sin vecinos l Mieres y San Martín son los municipios con más núcleos vacíos. El 44 por ciento de los pueblos abandonados de Asturias están ubicados en las Cuencas. Así lo reflejan los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) correspondientes al Nomenclátor 2009. En Asturias hay un total de 651 pueblos sin habitantes y de ellos 290 localidades están ubicadas en los valles mineros. La caída generalizada de población en las comarcas mineras (con 20.000 habitantes menos en los últimos tres lustros) vinculada al desmantelamiento de los sectores económicos tradicionales (minería y siderurgia) y sumada al éxodo rural ha dejado a cientos de pueblos vacíos. La comarca del Caudal encabeza la estadística con un total de 168 pueblos deshabitados, mientras que en el valle del Nalón hay un total de 122 localidades sin vecinos empadronados.

El municipio de Mieres es el más afectado por el éxodo rural y 120 localidades del concejo ya no tienen vecinos. Boca del Túnel, Ablanedo (en el valle de Turón), Castiello y La Rotella son algunos de los nombres de las localidades que el Instituto Nacional de Estadística define como deshabitadas. En Aller, un total de 36 pueblos están en la misma situación. Entre ellos, Omeo, cerca de Agüeria, y la Provía, en las inmediaciones de Boo. En estas localidades aún se pueden ver casas en pie, pero en ellas ya no hay residentes.

En Riosa hay diez localidades sin habitar. El Cadabal, Caleyos y Canto la Vara, cerca de L’Ará, son algunas de estas poblaciones sin habitantes. En Morcín, tan sólo dos localidades figuran en la lista del INE.

Entre los concejos del valle del Nalón, San Martín del Rey Aurelio está a la cabeza con medio centenar de pueblos desiertos. La Campa L’Abeduriu, pueblo afectado por la minería a cielo abierto (ahora hay un área recreativa en la zona) y Los Fuxacos son dos ejemplos de la larga lista de localidades sin vecinos del concejo. En Laviana, Meruxalin, cerca de Canzana, y Solavelea, en la zona de La Cuesta, son dos de los 27 pueblos sin vecinos. En Sobrescobio tan sólo dos localidades están deshabitadas, El Castrín y La Molina. El INE no registra ningún pueblo abandonado en Caso.

Las ciudades, con sus servicios y oferta de empleo, ejercen una fuerte atracción para la población rural, cada vez más envejecida. Muchos pueblos asturianos se están quedando vacíos. Las cifras son, como poco, alarmantes. Una de cada diez aldeas asturianas, según el INE, está deshabitada. Y ello a pesar de los esfuerzos que realizan tanto los ayuntamientos como la Administración regional para frenar ese trasvase de población. La mejora de las comunicaciones y los servicios básicos (abastecimiento, saneamiento…), así como el incentivo al desarrollo del turismo rural, son algunas de las medidas que se han adoptado para retener a los vecinos de las pequeñas poblaciones asturianas.