Han pasado ya tres semanas, la corta sigue inundada y al problema provocado por las lluvias y el cada vez mayor volumen de agua que fluye del acuífero Niebla-Posadas por el ‘efecto sumidero’ de la explotación se ha sumado el derrumbamiento de los bancos de la mina.
Fuente: diario El Mundo
Sevilla, España – 22/02/2010. La compañía minera Cobre las Cruces (CLC) anunció a finales de enero, tras revelar ELMUNDO.es de Andalucía la inundación que sufría la corta, que en dos semanas contaba con reanudar las labores de extracción de mineral una vez concluidos los bombeos del agua acumulada en el interior.
Tal como revelan las imágenes aéreas tomadas el pasado sábado y que obran en poder de este diario, han desaparecido prácticamente las rampas de acceso a la corta, debido a los desplomes en los taludes, y hacia la mitad de la mina, en la zona más plana (cota -100 metros), se ha formado una gran balsa de agua, de varios miles de metros cúbicos, sobre una de las bermas más extensas.
Las rampas de penetración a la corta minera se han convertido en caminos muy peligrosos, hasta el punto de que el acceso al fondo de la mina se está limitando sólo a las operaciones de bombeo del agua acumulada.
«Complejidad inusual»
Como las pistas para la circulación de vehículos han quedado impracticables o sepultadas por los desplomes de los taludes, la compañía ha barajado incluso la posibilidad de utilizar helicópteros para bajar combustible a fin de mantener operativos los grupos electrógenos del interior, ya que al menos habría tres equipos de bombeo aislados en el fondo (aproximadamente en las cotas -160, -150 y -140 metros).
Además del impacto de las lluvias sobre las inestables margas arcillosas, en Las Cruces se está observando un exceso de aporte de agua a la corta, y no sólo por causa del temporal, sino también por el ‘efecto sumidero’ que produce en el acuífero Niebla-Posadas la propia explotación minera: cuanto más se excava en busca de mineral, más agua drena el terreno, caudal incrementado porque las copiosas lluvias de este invierno han recargado el acuífero citado.
Todo este cúmulo de circunstancias adversas hacen prácticamente imposible la reanudación de la extracción de mineral, aunque la actividad en la planta hidrometalúrgica no se paralizará gracias a la gran cantidad de mineral extraído previamente y al acopio aún existente.
La explotación minera a cielo pretende extraer el cobre contenido en 17,6 millones de toneladas y presenta básicamente el problema de la interacción entre una sección del cono invertido que es la corta proyectada y el acuífero de Niebla-Posadas, justo en el contacto de unas margas azules de edad terciaria y unos materiales paleozoicos (la Faja Pirítica Ibérica) en los que encajan las mineralizaciones que pretenden aprovecharse.
Tal como reza en la autorización administrativa de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, se trata de «un proyecto de una complejidad técnica inusual», puesto que «resulta difícil encontrar a lo largo del mundo actuaciones similares y del mismo orden de magnitud».
Hay que recordar que Ecologistas en Acción ha pedido mediante una denuncia al Seprona de la Guardia Civil que investigue la gestión de aguas efectuada por la empresa minera Cobre Las Cruces (CLC), en Sevilla, y averigüe el destino del agua acumulada en la corta tras las intensas lluvias caídas.