Las baterías de teléfonos móviles en desuso que transportan los camiones de basura se convierten en una amenaza para la seguridad. Un estudio en Reino Unido alerta sobre el creciente número de incendios y sus consecuencias.

Por: Noalamina.org

Una reciente publicación de El Confidencial Digital mencionaba un estudio en Reino Unido que relacionaba el creciente número de incendios en camiones de transporte de basura con la presencia de baterías de teléfonos móviles desechadas como residuos domiciliarios.

La causa se asocia adicción a la tecnología de gran parte de la sociedad y el hábito de tirar como basura todo lo que ya no usamos. Desde teléfonos móviles hasta juguetes para niños, como así también cigarrillos electrónicos que tanto daño hacen a nuestra salud y al medio ambiente. Las consecuencias nos afectan a los ciudadanos, y a los bomberos que arriesgan sus vidas para sofocarlos.

El peligro de las baterías de litio está basado en que esas pequeñas celdas llenas de energía, pueden explotar si se dañan o se calientan demasiado. Por lo tanto, cuando se aplastan en el camión de la basura o se exponen a altas temperaturas en un vertedero, pueden provocar importantes incendios, difíciles de extinguir y muy peligrosos para los bomberos.

Además de los riesgos para la seguridad, estos incendios liberan sustancias tóxicas a la atmósfera, contaminando el aire y el suelo. Durante la combustión de la batería de litio, se pueden liberar gases tóxicos y corrosivos como el fluoruro de hidrógeno (HF), el dióxido de carbono (CO2), el monóxido de carbono (CO) y los óxidos de nitrógeno (NOx).

Y no olvidemos que estamos desperdiciando metales valiosos como el cobalto y el litio, que son indispensables para la fabricación de nuevas tecnologías. ¡Tirarlas a la basura es como quemar dinero! Y no reciclarlas, implica más extractivismo y más contaminación.

Si queremos mejorar esta situación debemos saber que la solución es sencilla, aunque requiere un cambio de hábitos:

  • Reciclar: Llevar los aparatos electrónicos en desuso a los puntos de recogida habilitados.
  • Informarse: Averiguar cómo desechar correctamente las baterías.
  • Exigir: Presionar a los fabricantes para que dejen de lado la obsolescencia programada y diseñen productos más duraderos y fáciles de reparar.

Los consumidores, tenemos el poder de producir cambios eligiendo productos sostenibles y reciclando  correctamente. Es imprescindible contribuir a un futuro más limpio y seguro para todos.

Fuente: El Confidencial Digital