Se trata de Kiruna, lugar donde la extracción de minerales ha provocado un hundimiento lento y constante del terreno. Para 2035, se espera que este proyecto haya terminado.

Durante más de un siglo, la ciudad sueca Kiruna ha sido un importante centro minero, conocido por su abundancia de minerales preciosos, especialmente hierro. No obstante, este próspero pasado ha dado lugar a una preocupante realidad: la extracción de minerales ha provocado un hundimiento lento y constante del terreno.

Edificios históricos, carreteras y estructuras fundamentales se han visto afectados, generando una creciente inquietud sobre la seguridad y la viabilidad a largo plazo de la ciudad. Ante esta inminente amenaza, los líderes de Kiruna tomaron una decisión audaz y visionaria: reubicar la ciudad en su totalidad, estableciendo un plan maestro que permita la construcción de una nueva Kiruna en un lugar más seguro.

2035, fecha clave

“Quieren (construir) espacios de encuentro, como una plaza que no teníamos. También quieren más zonas comerciales, calles peatonales y, además -quizá lo más importante-, el acceso a la naturaleza. Nos gusta mucho vivir al aire libre”, ha explicado la residente en Kiruna, Clara Nyström a EuroNews.

En concreto, se reubicarán 450.000 metros cuadrados de viviendas, escuelas y locales públicos, comerciales y de ocio. Para 2035, se espera que esté terminado. Una de las construcciones más sensibles es la emblemática iglesia, de 1912, la cual es muy importante que se traslade, pero que no se derribe.

Garantizar la seguridad y revitalizar la ciudad
Esta monumental tarea implica la reubicación de miles de residentes, además de la preservación de la herencia cultural y la construcción de una infraestructura moderna y sostenible. Con este ambicioso proyecto no solo se pretende garantizar la seguridad de los habitantes, sino también revitalizar la ciudad, atrayendo a nuevas generaciones de residentes y visitantes.

En definitiva, la nueva Kiruna será diseñada para ser más eficiente energéticamente, con espacios públicos bien planificados, viviendas modernas y soluciones de movilidad sostenible. En la actualidad, esta ciudad tiene 23.000 habitantes y es un territorio con el tamaño de Eslovenia.

Símbolo inspirador
Situada en un paraje natural protegido, el proceso de reubicación de esta ciudad supone un esfuerzo sin precedentes en la era moderna. Sin duda alguna, el caso de Kiruna resalta la resiliencia y la innovación de una comunidad que se enfrenta a desafíos ambientales.

Por si esto fuera poco, este proyecto también arroja luz sobre la importancia de tomar medidas proactivas en la lucha contra los impactos del cambio climático y la explotación de recursos naturales. A medida que Kiruna se embarca en su audaz viaje de reubicación, se convierte en un símbolo inspirador de cómo el espíritu humano y la determinación pueden prevalecer en medio de los desafíos más extraordinarios.

Fuente: AS -Raúl González