Berkeley Minera España S.A., filial de la compañía australiana Berkeley Resources Ltd. pretente explotar en la provincia de Salamanca (España) una vasta extensión de más de 4.500 hectáreas para la extracción y procesado de mineral de uranio en los términos municipales de Retortillo, Villavieja de Yeltes y Alameda de Gardón, en las que serían las únicas minas de uranio permitidas en Europa a través de los proyectos “Retortillo-Santidad” y “Alameda”.
Por Plataforma Ciudadana Contra la Mina de Uranio en Salamanca
La minería de este elemento metálico conlleva grandes impactos ambientales y de salud pública, pues la exposición a los isótopos de uranio entraña un serio peligro para el organismo humano y el medio ambiente que ha sido ampliamente estudiado y verificado a nivel científico. Además, los problemas derivados de la inhalación de polvo radioactivo han sido bien documentados en la literatura médica, así como los efectos provocados por los procesos de degradación del radón en las minas, puesto que cuando la roca de uranio es molida se libera el gas atrapado en ella (radón), y otros residuos procedentes de su procesado, que tienen efectos cancerígenos y pueden viajar a grandes distancias por efecto del viento.
Berkeley Minera España S.A. promete 200 empleos y se anuncia como la gran solución a los problemas de la comarca, pero en ningún momento ha explicado, derivado de la actividad extractiva, cuántos miles de puestos de trabajo pueden ponerse en peligro en otros sectores productivos, ni la drástica caída en la valoración económica que sufrirán las propiedades tanto de los vecinos de los pueblos afectados como de otras localidades de la zona.
Por otra parte, tampoco se han tenido en cuenta los riesgos para la salud de ciudadanos y trabajadores derivados de la minería de uranio a cielo abierto, considerada como una de las actividades industriales más tóxicas que existen.
La crisis que atraviesa el país no puede ni debe servir de excusa para proyectos como el de la compañía minera Berkeley, pues la contaminación de aire, agua y suelos derivados de la minería de uranio será perdurable y puede tener consecuencias irreversibles para las poblaciones afectadas y sus habitantes.