Miles de residentes de la provincia indonesia de Papúa Occidental realizaron hoy una manifestación contra un gigante minero estadounidense involucrado en una disputa con el Gobierno, que suspendió las operaciones en la segunda mina de cobre más grande del mundo.
Fuente: Prensa Latina
El coordinador de la protesta, Samsi Mahmud, dijo que cientos de miembros del Frente Popular de Indonesia para Papúa Occidental y la Alianza de Estudiantes de Papúa realizaron mítines en 16 ciudades, incluso frente a la oficina de Freeport en Yakarta y al consulado de los Estados Unidos en Bali.

‘Nuestra demanda es sólo una, Freeport debe ser cerrada y abandonar Papúa’, dijo Mahmud en un comunicado.

Describió la firma del primer contrato entre el gobierno y Freeport en 1967 como un ‘acto ilegal’, pues la región oriental de Papúa había sido un área de conflicto entre Indonesia y los Países Bajos.

Mahmud, miembro del Frente, acusó a Freeport de continuar explotando ilegalmente minas y apoderándose de las tierras de la gente.

Los lugareños consideran que Freeport-McMoRan está estrechamente vinculada a la presencia militar y a sus operaciones en el territorio rico en minerales desde 1967.

‘Han causado violencia que resultó en miseria y sufrimiento para la gente de Papua’, agregó el activista.

La filial local de la compañía PT Freeport Indonesia suspendió las operaciones en su mina Grasberg el mes pasado debido a una disputa contractual en la que el gobierno trata de convertir el contrato de trabajo con la firma en una extensión de permiso de exportación.

La nueva oferta también solicita a Freeport deshacerse de una participación de 51 por ciento en una década de producción e incrementar el papel del Gobierno en la determinación de los precios de venta básicos de los minerales.

Freeport Indonesia rechazó la idea y señaló que puede llevar el caso al arbitraje internacional.

La Oficina de Energía y Recursos Minerales de Papúa registró unos despidos de más de dos mil empleados por parte de los directivos del consorcio, tanto extranjeros como locales.

‘Miles de trabajadores subcontratados fueron despedidos, ya no tienen ingresos, lo que podría conducir a problemas sociales’, dijo el jefe de la oficina, Bangun Manurung, citado por metrotvnews.com.