El geólogo explica, en carta al Tribunal Contencioso, que como la minera no pudo ahora trata de desacreditarlo por su oposición al contrato.

 

 

 

Fuente: diario 7 Dias
29/09/2010. El geólogo Osiris de León afirmó que la empresa Barrick Gold se vale del “chantaje” y la “mentira” para tratar de descalificar a los técnicos en capacidad de demostrar que sus operaciones en la mina de oro de Cutuí no sólo viola la Constitución y las leyes, sino también que es perjudicial a los intereses de la población.

En una extensa carta enviada al Tribunal Contencioso y Administrativo, De León comunica que “visto el manejo dado por Luis Manuel Rivas, abogado de la firma Pellerano & Herrera, representante legal de la Barrick Gold, a una propuesta de estudio ambiental que le solicitó a nombre de la transnacional, en julio del pasado año, es evidente que se trató de una estrategia de chantaje para descalificar a todo aquel que no le pueden demostrar que el nuevo Contrato Enmienda beneficia a la sociedad dominicana, porque en realidad ese contrato es perjudicial para la economía y para el medio ambiente de nuestro país”.

De León explicó en su misiva, dirigida a la magistrada Sarah Henríquez Marín, que fue la empresa que le solicitó que le formule una propuesta de estudio ambiental para una línea de alta tensión desde Azua hasta Pueblo Viejo, en Cotuí.

“Tendríamos que concluir -indica en su carta- que esa propuesta nos fue solicitada intencionalmente, y maliciosamente, en interés de condicionarnos a favor de la Barrick Gold, de forma tal que cuando se diera a conocer la aprobación del nuevo contrato nosotros no objetáramos esa renegociación en contra del país, pero si la objetábamos entonces el Lic. Luis Rafael Pellerano sacaría a relucir dicha propuesta sobre la ridícula base de que nuestra oposición al contrato era porque la propuesta no había sido aprobada”.

El tribunal conoce un recurso de amparo que procura la suspensión de las operaciones de la Barrick Gold, a iniciativa de seis jóvenes.

En la carta De León admite que medio la mencionada negociación, cuando dice: “En atención a vuestra solicitud, y luego de escuchar la programación de actividades del proyecto de instalación de la línea de alta tensión que ha de llevar la energía eléctrica desde Azua hasta Pueblo Viejo, presentación que fue hecha por el Ing. Zenteno, remitímosle la propuesta solicitada por ustedes para la asesoría ambiental y las coordinaciones entre los diferentes consultores ambientales, conforme a los lineamientos de Barrick PVDC. (…) Los servicios serían contratados por un año, a partir de la fecha, y el costo de los mismos sería de US$6,000.00 por mes. (Seis mil dólares americanos mensualmente)”

“Conforme a la fecha de la propuesta (03 julio 2009) -explica el geólogo- puede usted apreciar claramente que todavía no estábamos objetando el Contrato Enmienda de la Barrick Gold, porque dicho contrato todavía no se conocía públicamente, pues ese contrato nos fue remitido a nosotros por la Cámara de Diputados a mediados del mes de octubre de 2009, es decir, 3 meses después, y nuestra respuesta a la Cámara de Diputados en relación a ese contrato fue emitida por escrito en fecha 30 de octubre de 2009, es decir, casi 4 meses después de que nosotros entregáramos a la Barrick Gold la propuesta solicitada por ellos, y de la cual nunca dieron respuesta, ni nosotros les llamamos a ellos para preguntarles su opinión sobre dicha propuesta, pues realmente nunca tuvimos interés en involucrarnos en la revisión de una Evaluación de Impacto Ambiental realizada por otra empresa consultora”.

De acuerdo con De León, en el año 2008 la empresa minera Barrick Gold había contratado con su consultora, Geofitec, S.A., un estudio “geoeléctrico” del subsuelo para 42 torres metálicas de esa línea de alta tensión en proyecto, estudios que “ejecutamos de conformidad con los requerimientos de esa empresa minera y cuyos costos fueron cubiertos por la Barrick Gold. Ellos contrataron a nuestra empresa y pagaron por los servicios profesionales geoeléctricos, pero no compraron nuestra conciencia, porque nunca hemos estado en el mercado de compra y venta de conciencia, y menos cuando se trate de la preservación del medio ambiente dominicano, pues tenemos cerca de 25 años defendiendo firmemente, y públicamente, nuestro medio ambiente”.