Los moradores de las comunidades aledañas a la minera Barrick Gold, en Cotuí, se han convertido en mendigos de agua, a causa de la sequía, agravada luego de que la multinacional canadiense iniciara sus operaciones y represara los ríos que corren por su propiedad para las colas cianuradas del proceso de separación de los minerales.
Fuente: El Caribe
Alrededor de 300 familias de Las Lagunas, La Piñita y La Cerca, que hasta entonces se servían con abundancia de los ríos El Yagal, El Naranjo y Maguaca, están a merced de la minera, que de mala gana suministra a cada casa ocho botellones de cinco galones todas las semanas.
El mes pasado la minera intentó cortar con el paradójico “regalo” bajo el argumento de que el Gobierno debía cargar con el problema, obligando a los comunitarios a protestar en la calle para evitar perder el racionamiento.
“Nos estaban dando botellones de agua y de buenas a primeras nos los quitaron, ni siquiera nos quieren dar el agüita para tomárnosla. Tuvieron que volver a darla porque nos revolteamos. Cuando llega el chin de agua a la llave no podemos usarla, porque llega contaminada”, afirmó el dirigente comunitario Juan Francisco, residente en Las Lagunas, un asentamiento ubicado a orillas de la carretera, a pocos metros de la minera.
Francisco, responsabiliza a La Barrick de dañar los afluentes y el pequeño acueducto con capacidad de 32 mil galones, construido en 2008 por la Unión Europea, para suplir a esas comunidades.
“Con más de 50 años residiendo en la zona, Cristobalina Amparo, dirigente de la federación campesina Zambrana Chacuey, ubicada a menos de diez kilómetros de la Barrick Gold, relata amargamente los tiempos en que el agua no era un problema para los lugareños. “Antes uno iba al río y buscaba su agua.
Agua buena, que todo el que venía y la bebía creía que era de botellón, pero ahora, uno tiene que comprarla, porque los ríos que había, de los que uno cogía, se han dañado. En el Maguaca ya uno no puede ni bañarse con esa agua, porque cuando uno mete la mano siente que el cuerpo le pica, ni para lavar sirve”, afirma.
Toma de agua es un charco
Durante un recorrido por la zona, reporteros de elCaribe comprobaron que el río El Naranjo, donde está ubicada la toma del pequeño acueducto, se ha convertido en un charco, cuyas aguas servían de bebedero a tres mulos al momento de la visita. En tanto, los dos tanques de almacenamiento, de 16 mil galones, estaban completamente vacíos.
Se quejan del Gobierno
Argentina Francisco, propietaria de un hotel al borde de la quiebra a las espaldas de la Barrick, se quejó de que el Gobierno de Danilo Medina luego de aumentar los beneficios del Estado producto de las negociaciones con la multinacional, no ha invertido ni un peso para el bienestar de la gente de Pueblo Viejo.
“Mientras el Gobierno se lleva los millones y los invierte en escuelas y en obras en otro sitio, nosotros nos comemos el polvo, la contaminación y el ruido las 24 horas del día. ¡Presidente, eso llora ante la presencia de Dios!”, exclamó.
Barrick dice rehabilitará acueductos
La empresa Barrick Pueblo Viejo informó en febrero pasado que dispone de fondos para la rehabilitación del sistema de acueductos de Tocoa-La Piñita, a fin de contribuir con la solución permanente del suministro de agua a comunidades situadas en el entorno de la mina que históricamente han confrontado dificultades para suplirse del líquido.
“Comprendemos que todos los habitantes de las comunidades obtendrían mayores beneficios con un sistema de agua permanente que hemos propuesto a los líderes en varias ocasiones, es por eso que estamos dispuestos a invertir en la rehabilitación de los acueductos existentes en la zona”, subrayó la minera.
Otra de las quejas de los lugareños es la falta de empleo. “A nosotros no nos dan empleo, no sé lo que está pasando. Están llamando gente de fuera, de Bonao, Santo Domingo, Santiago, pero a los de por aquí no les dan empleo y si te ponen a trabajar es por cuatro meses”, señala Roilin Vásquez, quien es operador de maquinaria pesada. “Ojalá la gente de Loma Miranda no pase lo que nosotros estamos pasando”, afirmó.