En lo que parece ser una fase semántica del conflicto por el proyecto aurífero de Conga, en Perú, la empresa minera dijo hoy que el presidente peruano no puso como condición salvar dos lagunas naturales, sino solo que se evalúe salvarlas. La indefinición empresarial sobre el acatamiento de nuevas condiciones ambientales y sociales al proyecto minero Conga planteadas por el gobierno peruano, siembra hoy dudas sobre su viabilidad.
Fuentes: EFE y Prensa Latina
La empresa Newmont, dueña de la minera Yanacocha, matizó hoy las condiciones impuestas el sábado por el presidente Ollanta Humala para seguir adelante con el polémico proyecto aurífero Conga, en Cajamarca (norte).
Según un comunicado de Carlos Santa Cruz, vicepresidente de Operaciones de Newmont para América del Sur, “la Minera Yanacocha ha aceptado hacer nuevamente la evaluación técnica y económica solicitada por el Presidente” en relación con dos lagunas naturales que desaparecerían con el proyecto, y negó que Humala pusiera como condición salvarlas.
La nota de la empresa añade que “la realización de esta nueva evaluación fue planteada como una de las recomendaciones del peritaje” internacional, y subrayó que “desde un primer momento el Presidente (peruano) ha manifestado su respeto al Estudio de Impacto Ambiental aprobado por el Gobierno peruano en octubre del 2010” del entonces presidente Alan García.
De acuerdo con la empresa minera, “su planteamiento de atender las recomendaciones del peritaje lo hemos entendido en el marco de su demostrado respeto al estado de derecho, los contratos y los actos de gobierno, hayan o no sido realizados durante su gestión”.
La nota de la compañía especifica que “Santa Cruz hizo esta precisión debido a que algunos medios de prensa han interpretado el planteamiento del Presidente como un pedido de salvar las dos lagunas sin evaluación de ningún tipo, lo que no se ajusta a las recomendaciones del peritaje”.
Humala, en un discurso a la nación el pasado viernes, dio luz verde al proyecto Conga que planea extraer oro en la región de Cajamarca, pero puso nuevas condiciones a la empresa Yanacocha, como, entre otras cosas, cuadruplicar las reservas de agua, establecer un fondo social y crear 10.000 puestos de trabajo directos.
El ministro peruano del Ambiente, Manuel Pulgar Vidal, subrayó hoy que la empresa tendrá que ver “alternativas” para que “no se recubran con desmonte (…) las lagunas Azul y Chica”.
El titular de Energía y Minas de Perú, Jorge Merino Tafur, dijo también hoy en un programa radial que “nosotros vamos a sentarnos con Yanacocha, ellos han dicho efectivamente que están evaluando las recomendaciones propuestas por los peritos”, pero que él cree “que hay una buena voluntad de parte de ellos”.
El pasado viernes, Humala dijo en su discurso que “conscientes de la importancia de respetar el hábitat de las poblaciones de la zona de influencia del proyecto, deberá atenderse la recomendación planteada en el peritaje, en relación a las lagunas Azul y Chica”.
“En este sentido -dijo -, deberán evaluarse las alternativas hidrológicas y ambientales para evitar que las lagunas Azul y Chica, sean utilizadas como depósito de desmonte del tajo Perol”.
Fuentes próximas al Gobierno dijeron hoy a Efe que la frase “deberán evaluarse las alternativas” debe interpretarse como “una forma gentil de hablar” y que el sentido de las palabras de Humala “son claras en su referencia a salvar las lagunas”.
El discurso del mandatario poniendo condiciones a Yanacocha para continuar con el proyecto de Conga se produjo días después de que tres peritos internacionales entregaran al Gobierno peruano su peritaje sobre el Estudio de Impacto Ambiental que había aprobado el anterior Gobierno peruano.
En el peritaje se establecieron diversas mejoras medioambientales para Conga que el Gobierno peruano ha convertido en condiciones para que la empresa minera continúe con el proyecto.
Cumplimiento de exigencias focaliza conflicto minero
La indefinición empresarial sobre el acatamiento de nuevas condiciones ambientales y sociales al proyecto minero Conga planteadas por el gobierno peruano, siembra hoy dudas sobre su viabilidad.
La empresa norteamericana Newmont, socia principal del proyecto, afirmó en una comunicado que “ha aceptado hacer nuevamente la evaluación técnica y económica solicitada” por el presidente Ollanta Humala a fin de no afectar dos de las cuatro lagunas andinas involucradas.
El pronunciamiento fue precedido por uno similar de la otra compañía asociada, Yanacocha, y en ambos casos no hay garantía de cumplimiento de la medida ni comentarios sobre las otras exigencias.
Humala dijo el pasado viernes en un mensaje por televisión que “el gobierno no va a aceptar actitudes de soberbia de ninguna empresa” y añadió: “quiero dejar en claro que este proyecto deberá someterse a las nuevas condiciones del Estado”.
Los nuevos requerimientos incluyen cuadriplicar la dotación de agua afectada por la pérdida de las lagunas, establecer un fondo para obras públicas y crear 10 mil nuevos empleos, entre otras obligaciones.
El comentarista Miguel Santillana, quien usualmente refleja los puntos de vista empresariales, señaló que la entidad estudiará en 30 días si le conviene salvar las dos lagunas y, en caso contrario, se negará a mantenerlas, y si el Gobierno insiste abandonará el proyecto.
El presidente regional de Cajamarca, donde el proyecto radica y enfrenta resistencias, Gregorio Santos, y los dirigentes sociales pusieron en duda la credibilidad empresarial y la posibilidad que el Ejecutivo imponga sus condiciones.
Amplios sectores populares consideran inviable el Conga social y ambientalmente e insisten en que afectará los recursos hídricos y, en general, el entorno, por lo que anuncian acciones de protesta.
El ministro del Ambiente, Manuel Pulgar-Vidal, declaró que las nuevas condiciones tienen un costo que la empresa debe asumir para hacer viable el plan.
Añadió que “el Estado pedirá a la empresa formas de verificar el cumplimiento de las exigencias” planteadas a Conga y consideró ideal establecer una veeduría.
El titular de Energía y Minas, Jorge Merino Tafur, consideró que la empresa Yanacocha tendría buena voluntad para cumplir las nuevas pautas establecidas.