Jueves 02 de febrero de 2012. “¿Si en un cuarto encerramos a los mineros con su oro y en otro nos quedamos nosotros con agua, quiénes viviríamos?”, preguntó ayer un comunero que llegó hasta la laguna Cortada para participar en el inicio de la marcha del agua. La movilización empezó en la Plaza de Armas de Celendín. A las 5 a.m. partieron en caravana cinco autos rumbo al distrito de Sorochuco. Ahí se unieron dos vehículos más para luego partir hacia Huasmín, donde se ubica la laguna Cortada, a pocos metros del proyecto minero Conga. Delegaciones más pequeñas partieron desde Hualgayoc.

Luego de seis horas de viaje los manifestantes, 200 aproximadamente, se reunieron alrededor de la laguna, mientras los principales dirigentes de la marcha realizaban un pago al agua. Ni la persistente lluvia que empezó a caer distrajo a los participantes durante la casi hora y media que duró la ceremonia.

Uno a uno, los convocantes de la marcha tomaron la palabra para luego realizar un pequeño ritual destinado a la mamacocha. Todos los discursos tenían la misma consigna: defender el agua era oponerse al proyecto Conga.

El padre Marco Arana, uno de los líderes antimineros, recordó las luchas contra la minería en la región y aseguró que esta vez también vencerían, como ocurrió al evitar la explotación en el cerro Quilish. “No hablamos de ideas sino de acciones que los hombres debemos tener en cuenta para asegurar el futuro de nuestro medio ambiente. El agua es vida y la defenderemos”, dijo.

PASARON POR YANACOCHA

Terminados los discursos la marcha debía continuar hacia Cajamarca y la ruta más corta era por las instalaciones de Conga. El único ingreso había sido cerrado por la empresa. Piero Perales, funcionario de la mina, pidió un solo interlocutor para gestionar el paso de la marcha. La entrada a la mina estaba resguardada por al menos 40 policías de la Dinoes.

Sara Palacios Sánchez, presidenta del Consejo Regional de Cajamarca, fue la encargada de gestionar la autorización, no sin antes reclamar a la minera el haber cerrado una vía pública.

Finalmente la marcha pasó resguardada por policías. Los funcionarios de Conga argumentaron que además de ser propiedad privada, tenían que velar por sus equipos y maquinarias. Al cierre de esta nota, más de 300 personas se reunían en la Plaza de Armas de Cajamarca para coordinar las movilizaciones de hoy.