El Ministerio de Salud de Perú indicó que el agua del río no debería usarse para regar chacras y sembríos; además, tampoco debe destinarse a consumo de animales.
Fuente: Infobae
El 13 de junio se registró un derrame de cerca de 34 toneladas de zinc en el río Chillón, ubicado en el distrito de Huaros, Canta. Tras esta eventualidad, el Ministerio de Salud (Minsa), alertó a los ciudadanos sobre los cuidados que se deben tener por el daño ambiental en relación al uso y consumo del agua, el cual podría haber afectado su estado de calidad, llegando a contaminarla.
El Ministerio otorgó a la población una lista de recomendaciones para actuar frente a este derrame y evitar mayores afectaciones. En tal sentido, recomendó a las familias recolectar agua y dejar reposar el líquido por lo menos por una hora. Esta práctica facilitaría la sedimentación del químico. Posterior a esto, deberán distribuir los litros recolectados en envases medianos y añadirles una gota de lejía por cada litro de agua.
El ente de salud también recomendó evitar el consumo directo de esta agua para el ganado y/o animales domésticos, así como para el riego de chacras y sembríos, puesto que se podrían ver perjudicados por el químico derramado.
Asimismo, recomendaron que, en caso de presentar algún síntoma o malestar, como dolores de cabeza, mareos, nauseas o fiebre, deben acudir de forma inmediata al área de salud más próximo para poder ser evaluados y descartar alguna complicación por haber ingerido restos de zinc.
CONTINÚA EL MONITOREO
El Ministerio de Salud respondió ante esta eventualidad. La entidad aseguró que, tras el anuncio del derrame de zinc a las aguas del río, han destinado un equipo al lugar afectado para atender la emergencia. El equipo de respuesta rápida viene monitoreando el comportamiento del río, tanto en estado físico y químico, constantemente. Esto, para identificar los posibles riesgos de contaminación que podría tener el agua y los perjuicios que podrían generar en la población local que la consuma.
Es importante señalar que el zinc es un metal pesado nocivo para la salud, hecho que alerta a las autoridades. Jorge Escobar Chuquiray, Director General de Gestión del Riesgo de Desastres y Defensa Nacional en Salud (Digerd), se debería esperar a la entrega de los resultados de las pruebas de agua que se vienen analizando y las primeras acciones multisectoriales en el lugar del vertimiento, para evaluar la posibilidaad de declarar emergenia sanitaria en la zona.
Tras haber acudido al lugar para hacer el acompañamiento respectivo, Modesto Montoya, ministro de Ambiente, aseguró que este no traería consecuencias letales en caso se llegue a consumir.
El titular de la cartera de Ambiente aseguró que este derrame químico en Canta no les afectaría a los pobladores que utilicen el agua para actividades como lavar ropa, bañarse o simple consumo, según la referencia de análisis de científicos extranjeros.
“La información científica que tenemos, publicada en revistas internacionales, señala que para los seres humanos no hay riesgos, pero para los peces, efectivamente, puede causarles problemas, no muertes, pero sí problemas”, señaló en enlace con Exitosa.
Este pronunciamiento causó revuelo, puesto que se habría restado la importancia que merece este tipo de afectaciones. Tras estas molestias, el ministro se comunicó con Correo y rectificó esta afirmación, señalando que se habría “malinterpretado” lo que intentó indicar. Este aseveró que el daño y/o afectaciones a los ciudadanos es una posibilidad, siempre y cuando consuman el agua contaminada; sin embargo, aseguró que esto no se daría porque los pobladores de la zona afectada “no consumen agua del Chillón sino de un manantial que llega por una tubería”
Pese a estas afirmaciones, algunos piscicultores de la zona se pronunciaron y denunciaron haberse visto afectados en relación a los peces que habitaban en el río.
“Aproximadamente se ha muerto un 30% de lo que es la cantidad total de cada planta. Aproximadamente, en cantidades de truchas había entre 300 mil y 400 mil en las dos pozas, por lo que mi pérdida sería de 120 mil truchas”, dijo Ángel Cayetano, propietario de las piscigranjas Chicrin y Puro.