Sepelio de los comuneros asesinadosMientras que en Lima, el presidente del Consejo de Ministros, Javier Velásquez, advertía que el gobierno utilizará todas las herramientas legales vigentes para garantizar la seguridad de las personas y evitar que se atente contra la propiedad pública y privada, ante los sucesos en Huancabamba, ayer la plaza de armas del caserío Cajas Canchaque, en esta provincia, donde el miércoles dos comuneros perdieron la vida por disparos de la policía, lucía acordonada por 100 efectivos enviados desde Piura.

Fuentes: diario La Primera, CONACAMI y Coordinadora Nacional de Radio

Huancabamba parece ciudad sitiada
05/12/2009. Mientras que en Lima, el presidente del Consejo de Ministros, Javier Velásquez, advertía que el gobierno utilizará todas las herramientas legales vigentes para garantizar la seguridad de las personas y evitar que se atente contra la propiedad pública y privada, al referirse a los recientes sucesos en Huancabamba, ayer la plaza de armas del caserío Cajas Canchaque, en esta provincia, donde el miércoles dos comuneros (Vicente Romero Ramírez y Gastulo Carrera Huayama) perdieron la vida por disparos de la policía, lucía acordonada por 100 efectivos enviados desde Piura.

En tanto, decenas de pobladores aguardaban afuera de la morgue los resultados de la necropsia practicada a las víctimas Vicente Romero Ramírez y Castelo Correa Huayama y reiteraron haber sido víctimas de una brutal represión por parte de miembros de la Policía Nacional del Perú (PNP), que investigan los lamentables hechos ocurridos el 1 de noviembre en el campamento de la empresa minera Río Blanco Copper S.A.

En diálogo con LA PRIMERA, los comuneros aseguraron que los hechos de sangre se produjo cuando un grupo de pobladores intentó socorrer a uno de ellos, Lorenzo Rojas, en momentos en que era detenido por las autoridade del orden, quienes dispararon a quemarropa en contra de éstos. Según detallan los comuneros, además, hay ocho heridos y dos detenidos producto de esta represión.

Presidente del Consejo de Ministros, Javier VelásquezLa policía también enfrenta a los comuneros en las versiones

Los asesinados son Cástulo Correa Huayama (39) y Vicente Romero Ramírez (52), quienes perdieron la vida cuando un contingente policial ingresó al centro poblado para detener al comunero Lorenzo Rojas García, presuntamente involucrado en el ataque al campamento minero “Henry´s Hill” de la minera Río Blanco.

Como se recuerda, el jefe de la Primera División Territorial de la Policía Nacional, general PNP Walter Rivera Alva, aseguró que sus efectivos hicieron uso de sus armas en legítima defensa, pues los comuneros les dispararon.

No obstante, Manuel Guerrero, presidente de las rondas campesinas de Huancabamba, rechazó la versión oficial respecto a que los comuneros emboscaron a los efectivos policiales.

El dirigente rondero remarcó que la población no se caracteriza por ser violenta y deploró que se les tilde como delincuentes. Así mismo, responsabilizó al Gobierno Regional de Piura por no intervenir en la prevención del conflicto.

En tanto, Ronald Gamarra, secretario ejecutivo de la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos (CNDHH), anunció que notificará a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) sobre los hechos ocurridos en Cajas Canchaque.

Gamarra recordó que su institución ya había advertido, mediante una carta dirigida al Ministerio del Interior (MININTER) sobre la posibilidad de incidentes a raíz de las investigaciones policiales por el atentado al campamento minero Río Blanco, del 1 de noviembre.

El representante de la CNDDHH catalogó el hecho como un “crimen” que debe ser esclarecido, pero sin afectar la tranquilidad ni menos la integridad de los ronderos del distrito de El Carmen de la Frontera.

Cabe indicar que los ronderos Porfirio Clemente Huamán (51) y Servando Quinde Alberca (33), detenidos por la Policía, permanecen en Morropíon, donde son interrogados.

Sepelio de los comuneros asesinadosBalazos que cambiaron la historia de un pueblo

Con sus muertos y seis baleados por una patrulla policial, Cajas Canchaque es una desolación. Aunque Huancabamba está a sólo 45 minutos del pueblo, dos fiscales llegan a la escena dieciséis horas después de ocurridos los asesinatos. Mirados por 400 enmudecidos sollozantes, una fiscal llegada de la capital provincial y uno de Piura, demoran dos horas y media en su inspección.

En la víspera, después del disparo que le perforó el pecho, Cástulo Correa Huayama, agricultor de 39 años y casaca crema cayó en un maizal. Dieciséis horas después, ángelo Cruz, uno de los más viejos de este pueblo de tejados dispersos, lo mira boca arriba, con manchas en el polo amarillo y piensa en los cinco minutos en que soportó con vida. En su pantalón azul los fiscales sólo le hallaron un espejo. Unos 50 metros más abajo, cerca del camino que sube a Sapalache, el mismo hombre mira el cadáver de Vicente Romero Ramírez de 50 años y no puede distinguir el color de su polo. La herida en la espalda, le sangró demasiado. Murió entre el maíz a punto de nacer en la “arada” de su papá. Venía a visitarlo, cuando se halló con los policías que lo mataron.

La seguridad fue reforzada en Huancabamba a donde el general Walter Rivera llegó hace pocas horas encabezando un pelotón de efectivos de refuerzo. Pero al levantamiento de los muertos, no asistió ningún policía, al menos no uniformado. Al mediodía la mitad de la multitud se va siguiendo a sus muertos.

“Hace dos minutos partieron los hermanos que cayeron por la Policía Nacional”, me dice ángelo cuando las camionetas de los fiscales se han marchado, y se queda en pausa, antes de liberar el aire y alargar las frases. Antes de mirar cuánto cambió su pueblo después de la llegada de 18 ó 20 policías, que el 2 de diciembre llegaron a capturar al vecino Lorenzo Rojas García y terminaron disparando a los campesinos a quemarropa. “Nuestro pueblo se dispersó”, dice ángelo, pero no se altera porque es el vicepresidente de la comunidad de Cajas. Sus pausas son más largas que las del miércoles sangriento y a su alrededor los llantos más espaciados. “Que venga la Defensoría del Pueblo, que vengan los de derechos humanos, siempre hemos pedido diálogo, reclama sereno, pensante.

Se fueron

En el camino que sube a Carmen de la Frontera, entre un puente y la vivienda del anciano Gregorio Romero Huamán, quedó la sangre reseca de su hija Eulalia Romero Ramírez. Al día siguiente de ser baleada, Eulalia, está postrada en una cama del hospital Santa Rosa de Piura. Tiene heridas de bala en la nalga y pie derecho y van a operarla porque tiene roto el tobillo izquierdo. Y todo pasó -dice- porque ese día salió de su casa a reclamarles a dos policías que golpeaban a un muchacho de Víctir, un caserío vecino. Se llama Inocencio, había llegado a trabajar en agricultura. Y escapó en un descuido de sus atacantes que se volvieron contra Eulalia

-A otros sí defienden y a uno nada. Por qué abusan. ¿Cómo dicen que no abusan? Les había dicho la mujer de 50 años. Los uniformados no respondieron con palabras, lo hicieron con “chisguetes” y balas.

-Yo veía oscurísimo a mis dos hijitos (de 10 y 9 años). Ellos pensaron que ya me mataron.
Los niños esperaron temerosos. Se había sentado a esperar auxilio de sus vecinos y antes de que llegue la ambulancia, se enteró que la tragedia era aún mayor.

– La gente vino a avisarme que a mi hermanito (Vicente Romero Ramírez) lo han matado. Dicen que estuvo en un capulí y ahí le “aventaron” los balazos.

Herido mas grave en Sullana

Junto con Eulalia, ingresó ayer al hospital Santa Rosa, José Ramírez Guevara (43), quien resultó con la pierna fracturada por un disparo y, debido a que el hospital Santa Rosa no contaba con el personal especializado para atender su problema traumatológico, fue derivado al hospital de apoyo de Sullana. “Tiene más problema que la señora, porque presenta un problema vascular (la herida le comprometió vasos y nervios). Lo transferimos porque no tenemos un cirujano vascular en nuestro hospital”, dijo ayer el director del nosocomio, Oscar Requena.Multitudinario Adiós a Ronderos asesinados en Huancabamba

Tristes e indignados

Así se encuentran más de 2 mil ronderos entre niños, hombres y mujeres que se dieron cita en el caserío de Cajas Canchaque, comunidad de El Carmen de La Frontera en Huancabamba, para dar el último adiós a los 2 ronderos asesinados el pasado 02 de Noviembre.

Vicente Romero Ramírez y Cástulo Correa Huayama ya descansan en Paz. En medio de dolor y lágrimas, los familiares, amigos y campesinos de la Comunidad de Segunda y Cajas mostraron su inconformidad y rechazo rotundo a la masacre ocasionada por la DIVINCRI en la zona. Según declaraciones de ronderos que fueron testigos presenciales de los hechos, la policía en ningún momento preguntó por personas, ni mucho menos les dijeron que iban a investigar.

Juan Amancio Romero, hijo de Vicente manifestó que la muerte de su padre no debe quedarse impune, pues es sólo un humilde rondero inocente. Dijo que a él también le dispararon pero que por milagro de Dios no le cayeron las balas, porque “la policía disparba sin importarle que habían mujeres y niños que no sabían cómo defenderse”. Romero pidió a las autoridades, así como a César Orrego Azula, representante de la Defensoría del Pueblo que se hizo presentes en la zona, a investigar los hechos y que respeten las decisiones de la gente que no quieren la presencia de la minea, mucho menos de la ONG Integrando y de la policía.

Con dos banderas de rojo y blanco que decían Cajas Canchaque fueron trasladaos los restos de los 2 fallecidos para celebrar una misa de acto presente ofrecida por el R.P. Francisco Chinchay de la Parroquia San Pedro Apóstol, quien durante el último adiós hizo un llamado a toda la comunidad “a la paz” y a la búsqueda del diálogo rechazando los actos de violencia que ya han cobrado 7 vidas humanas, de las cuales 4 son de hombres luchadores que trabajan por sus familias y por el desarrollo de sus comunidades.

César Orrego Azula, de la Defensoría del Pueblo de Piura manifestó que han llegado hasta Cajas Canchaque para ponerse a disposición de los ronderos y ronderas y por ende prefirió guardar silencio acompañando en el este pesar a las familias.

Como se sabe, Vicente Romero deja una viuda y 8 niños en la orfandad quienes lloraron desmedidamente en el último adiós de su padre, puesto que ellos vieron la forma cruel en la que murio su padre porque ocurrió afuera de su casa.

Juan Neyra Martínez, Presidente dela base de Ronda de Cajas Canchaque manifestó que la muerte de estos hermanos a sido en sus propias casas, aclaró que ellos como Ronda NO MATAN, porque no tienen armas y es la policía quien viene y los ejecuta. Resaltó que ellos están para luchar por sus tierras y defender sus derechos por lo que NO QUIEREN LA PRESENCIA DE POLICIAS EN LA ZONA.

Eliseo Romero, hermano de una de las víctimas pidió justicia por los ronderos porque “la vida de los ronderos vale tanto como la vida de los muertos en el campamento minero”. Justicia porque la Policia ha disparado contra todos y ellos han muerto en presencia de sus familias. Invocó a los ronderos de la zona a mantener la paz y seguir velando por el desarrollo de sus pueblos.

Ismael Huayama Neyra, Alcalde del Distrito de El Carmen de la Frontera, manifestó que toda la comunidad está de luto por la pérdida de 2 hombres comuneros, dirigentes que entregaron su vida por defender sus tierras. “Ya no más violencia en nuestras tierras” dijo Huayama, quién a su vez hizo un llamado a Walter Rivera a que cambie los términos en sus declaraciones porque esto NO HA SIDO UNA EMBOSCADA, SINO MÁS BIEN UN ASESINATO POR PARTE DE LA POLICIA. “Los ronderos son gente decente, que luchan con sus palanas y sus látigos para velar por el desarrollo y la seguridad de sus caseríos”, señaló. Finalmente dijo gritando: ¡No a la Mala Policía !

Red de Comunicadores Comunales de Huancabamba

DATOS:

  • Los 2 detenidos: Servando Quinde Alberca y Porfirio Clemente Huamán, en Chulucanas en horas de la tarde de hoy 4 de diciembre han sido puestos en libertad por no encontrar pruebas suficientes para seguir detenidos.
  • En el distrito de Carmen de la Frontera, comunidad Segunda y Cajas caserío cajas canchaque el pasado miércoles 02 de diciembre a las 4 de la tarde efectivos policiales de la DIVINCRI atacaron a los comuneros de Segunda y cajas dejando 2 muertos y 6 heridos:

Fallecidos: Vicente Romero Ramírez y Cástulo Correa Huayama.

Heridos: Joaquín Ramírez Togas, José Ramírez Guevara, Eulalia Romero Ramírez, Palemón Tocto Ibáñez, Rogelio Rojas Togas y Rosa Rojas Alberca.

Detenidos: Servando Quinde Alberca y Porfirio Clemente Huamán.