Gold Group impulsa proyecto cerca de la nucleoeléctrica.Palma Sola, población del municipio de Alto Lucero, Ver., así como otras poblaciones en el municipio de Actopan, como El Viejón, Tinajitas, El Farallón y Palmas de Abajo, además de rancherías como Boca Andrea, Arrollo Agrio, Yerbabuena, El Ojital y La Luz, están en grave peligro de ser afectadas por la utilización de métodos altamente tóxicos, peligrosos y contaminante para el medio ambiente para la extracción minera de oro a cielo abierto mediante la aplicación de mercurio y cianuro de sodio, materiales cuya intoxicación puede ser mortal.
Fuente: Zapateando
26/12/2010. Además, el proyecto minero denominado Caballo Blanco está localizado en los cerros de Los Metates y Los Atlixcos, a solamente 4 kilómetros de Palma Sola, y se encuentra también cerca de la planta nucleoeléctrica de Laguna Verde, a tres kilómetros. La instalación de un peligro junto a otro. Los propios promotores del proyecto minero reconocen que es atípico, por estar circundado de población.
La empresa de capital canadiense Goldgroup tiene la expectativa de sacar, por cada tonelada de tierra la cantidad de 1.5 gramos de oro en el proyecto Caballo Blanco.
Grupos ambientalistas, de la Red de Información y Acción Ambiental de Veracruz (RIAAVER), han mostrado su preocupación porque la extracción de oro a cielo abierto hace necesario remover la superficie de los cerros para extraer los minerales del subsuelo, y en la zona, además de las poblaciones mencionadas, esto afectará a bosques, áreas de cultivo y ganadería que dejarían de ser útiles por varias generaciones y a zonas arqueológicas.
La primera solicitud de concesión minera relacionada con Caballo Blanco data de 1996, y actualmente el proyecto está formado por dieciocho concesiones mineras. La superficie total de Caballo Blanco es de 19, 344 hectáreas y colinda al suroeste con el proyecto El Cobre, operado ya por la Minera Galván, subsidiaria de Alamaden Minerals.
Desde hace doce años han realizado trámites y trabajos para este proyecto minero, en total sigilo porque en San Luis Potosí la Minera San Xavier ha destruido el Cerro de San Pedro y ha afectado grave e irreversiblemente el medio ambiente, generando un conflicto socioambiental en el que la población en resistencia contra la mina ha ganado varias veces el litigio en tribunales, pero ninguna autoridad estatal o federal se ha atrevido a clausurar la mina obedeciendo la ley.
En Veracruz, el gobernador actual, Fidel Herrera, y autoridades de diverso nivel, promueven la falsa idea de que la inversión de 500 millones de la mina Caballo Blanco generará “empleos y desarrollo” y propagan la idea de que “el adecuado manejo” de las sustancias tóxicas las hace inofensivas.
Lo cierto es que en todos los lugares donde las empresas mineras han extraído oro y minerales asociados en México, como en San Luis Potosí, en Chiapas y en Oaxaca, han generado para la población la pérdida de terrenos de carácter agrícola, comunal o ejidal, contaminación de la tierra, el agua y el aire con sustancias altamente tóxicas que dejan la zona inservible, y un proceso de corrupción de autoridades de todo nivel, división en las comunidades, formación de grupos de choque y paramilitares, asesinatos de opositores a las minas como Mariano Abarca en Chiapas y Bety Cariño en Oaxaca. Incluso una de las causales de la fuerte violencia en la zona triqui contra el municipio de San Juan Copala es, según analistas como Andrés Barreda, la existencia de media docena de proyectos de extracción minera en esa zona de Oaxaca.
En resumen, los saldos son totalmente desiguales, riqueza para empresas mineras canadienses o de otros capitales transnacionales y despojo, desplazamiento de población, pobreza, represión y muerte para los afectados en el sitio.
Las minas a cielo abierto son uno de los procesos de extracción más sucios y contaminantes en todos los niveles, ambiental, social y político.