En reunión informativa con vecinos de la comunidad de Coatetelco, activistas se pronuncian a favor de sumarse a la lucha contra la explotación minera de Álamos Gold; demandan la cancelación de los permisos y la conservación de los recursos naturales.Fuente: El Sol de Cuernavaca

Junto a la iglesia de San Juan Bautista, afectada por los sismos del 19S y del 16 de febrero, la comunidad parroquial habilitó un espacio con lonas para poder realizar las celebraciones religiosas.

Al termino de la misa y con la autorización del párroco, activistas realizaron una reunión para informar a la población acerca de los proyectos de minería que hay en la región Surponiente.

CONCESIONES BARATAS

Paul Hersch Martínez, investigador del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), hizo hincapié en el impacto socioeconómico que dejará la explotación minera; además, destacó que la empresa canadiense Álamos Gold tiene siete concesiones en la región, que abarcan más de 15 mil hectáreas.

“Es importante dar a conocer este proceso de explotación minera y sus consecuencias múltiples”, apuntó Hersch Martínez, quien advirtió que hay desinformación deliberada en el tema, y explicó que esta situación se da a raíz de las implicaciones económicas y de salud en las comunidades.

Reveló que “el Gobierno federal tiene cuotas muy bajas para la explotación minera”, y refirió que van “de 5.80 a 5.90 pesos por hectárea, anuales”.

En cuanto a las consecuencias de estas explotaciones, mencionó que dejan “zonas inhábiles para la producción y con efectos de contaminación en mantos freáticos y en la salud, además de un nivel de afectación en la trama social de las comunidades”.

El investigador expuso que tal detrimento se denomina “ingeniería de conflictos”, y detalló que eso “genera la división, y en el país ya hay numerosas explotaciones de minería de tajo abierto y sus efectos son patentes, con una política de otorgamiento de concesiones sin consultar a las comunidades“.

José García, representante de los defensores de los lugares sagrados y vecino de Santa María Alpuyeca, comentó que “la minera va a destruir el campo, el suelo y patrimonio, por eso estamos contra la minera, que va a sustraer el metal con maquinaria y dinamita y va a dejar una contaminación inmensa por el uso de cianuro y de gran cantidad de agua”.

DEFENSA DEL PATRiMONIO DE LA HUMANIDAD

En su participación, Silvia Garza, arqueóloga que trabaja en Xochicalco, detalló que para obtener los metales preciosos, como el oro y la plata, van a sacar montañas de tierra que tendrán que remojar en albercas inmensas de agua y grandes cantidades de cianuro, lo que derivará en suelos queden contaminados.

Expresó que “Xochicalco es un patrimonio de la humanidad, ” y la zona cuenta con 39 cuevas, en donde el suelo es calizo y se disuelve con el agua; por lo tanta, “cuando llegue la minera a la zona arqueológica, ésta se va a caer”.

LAS CONCESIONES COTIZAN EN LA BOLSA DE VALORES

Juan Jiménez Escobar, de Bienes Comunales de Miacatlán, participó en la exposición y advirtió que “en cualquier comunidad del país se tienen los mismos problemas del saqueo; la mitad del país está concesionado a las mineras, a las constructoras de viviendas y otras actividades”.

En torno al tema, el Gobierno federal ha concesionado 16 mil hectáreas, siete porciones a la minera canadiense “Esperanza Silver”, que vendió dicha concesión a “Álamos Gold” en 69 millones de dólares.

Las concesiones están en la Bolsa de Valores y las escrituras son por 50 años y podrían ampliarse otro medio siglo.

“Se trata de un mega proyecto que impacta a 1.7 millones de habitantes, por lo que, en consecuencia, debe ser una mega indignación. Hay que parar la destrucción y el saqueo de toda la región poniente”, expresó Jiménez Escobar.

COATETELCO PERDERÁ 303 HECTÁREAS

Roberto Solís Pineda, vecino de Coatetelco, dio a conocer que la minera tiene concesionadas 303 hectáreas del ejido de la comunidad indígena.

En ellas encontraron: oro plata y antimonio, por lo que se sabe que a la empresa le urge empezar a trabajar.
El proyecto, indicó Solís Pineda, impactaría en los dos lagos: El Rodeo y Coatetelco, parte fundamental de la actividad económica y turística de la localidad.

“Es preocupante que no ha habido eco; las autoridades no responden al llamado. Aquí se firmó un amparo, pero ni el ayudante ni el comisariado ejidal han respondido”, advirtió.

Hasta la fecha, los trabajos en las minas de la zona están detenidos por un amparo; sin embargo, los activistas consideran que es necesario que el movimiento de resistencia pueda crecer más, para exigir la cancelación de esas concesiones que son una verdadera amenaza de contaminación.

Una vecina compartió que personal de la mina entró a un predio para explorar, y derribó dos huamúchiles. En virtud a esa participación, los activistas explicaron que esta empresa llega a los lugares para tomar muestras de suelo y hacer estudios preliminares.

Además, usan aviones rasantes con magnetismo para detectar metales. Mencionaron que en Tetlama ya hicieron excavaciones más finas.

Ante la baja participación de vecinos, los activistas quedaron comprometidos a seguir haciendo estas reuniones informativas y destacaron que es importante que la gente conozca y no permanezca ajena de la situación.