Ciudadanos afectados por el derrame de la mina Buenavista del Cobre del 6 de agosto de 2014 ganaron un juicio de amparo por la contaminación del agua en dos pozos, y han demandado a tres instituciones de salud por la falta de atención a la población, informaron hoy agrupaciones civiles. Fuente: Hoy
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Ciudadanos afectados por el derrame de la mina Buenavista del Cobre del 6 de agosto de 2014 ganaron un juicio de amparo por la contaminación del agua en dos pozos, y han demandado a tres instituciones de salud por la falta de atención a la población, informaron hoy agrupaciones civiles.
Un fallo del Juzgado Primero de Distrito del Estado de Sonora reconoce que al menos dos pozos (Sinoquipe y La Labor) presentan contaminación por arsénico y manganeso en niveles superiores a los establecidos en las guías para la calidad del agua potable de la Organización Mundial de la Salud, que fija valores más estrictos que la Norma Oficial Mexicana.
“Esta sentencia echa por tierra el discurso oficial del Gobierno y la empresa Grupo México, causante del derrame, según el cual ya no existe contaminación en el río Sonora”, señalaron los Comités de Cuenca Río Sonora (CCRS), que agrupan a ciudadanos afectados por el derrame, en un comunicado.
De acuerdo con los CCRS, este discurso “ha favorecido que, incluso, en los últimos dos años se instalen bebederos en las escuelas públicas de nivel básico para proveer agua a los estudiantes, la cual proviene del río Sonora sin ningún tratamiento de purificación previo”.
Por ello, los CCRS, acompañados por la organización civil Proyecto sobre Organización, Desarrollo, Educación e Investigación (PODER), han interpuesto una demanda de amparo contra el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado de Sonora (ISSSTESON), la Secretaría de Salud y el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
Se demanda a dichas instituciones “por no haber respondido a diversas solicitudes de información para conocer el estado de salud de los habitantes de río Sonora, y no haber atendido su salud”.
La demanda señala que, en el escenario de incertidumbre generado por la comprobación de contaminación en pozos, es “urgente contar con un diagnóstico óptimo sobre nuestro estado de salud, el cual al menos debe consistir en la realización de pruebas idóneas, adecuadas y necesarias para confirmar si sufrimos o padecemos alguna exposición o intoxicación por metales pesados”.
Los CCRS recordaron que la contaminación de los ríos Bacánuchi y Sonora por el derrame de 40.000 metros cúbicos de solución de cobre acidulada proveniente de la mina Buenavista del Cobre fue considerada el peor desastre ambiental en la historia de la minería en México.
El derrame afectó directamente a 22.000 personas y, de forma indirecta, a otras 250.000 en siete municipios situados a orillas del río Sonora, señalaron.
Al cumplirse tres años del derrame, agregaron, las labores de limpieza y remediación por parte de Grupo México han sido insuficientes.
La mayor parte de los pozos que debían ser reubicados siguen en su lugar y muchos siguen funcionando, a pesar de estar a escasos metros del río.
Apenas se ha construido una de las 36 plantas potabilizadoras prometidas por la minera y, en abril de este año, se dio a conocer que se construirían solamente nueve de ellas, acotó el comunicado.