Un total de 150 animales, una hacienda destrozada e incomunicada, es el saldo que dejó el desbordamiento de residuos de fierro de la mina La Perla, ubicada a 90 kilómetros del municipio de Camargo, la cual no soportó la capacidad de materiales luego de que sobrepasara su límite y reventara uno de los muros.
Fuente: El Heraldo de Chihuahua
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Este lamentable suceso, ocurrió el pasado miércoles 12 de julio entre las 9 y 10 de la noche, cuando el material de la mina sobrepasó su límite y reventó uno de los muros posteriores, esto a su vez generó el desbordamiento de toneladas y toneladas de material, que arrasó con la hacienda de nombre “Tacubaya” que se encuentra a varios metros de la mina.
Afectado a la derecha
A seis días de lo ocurrido, la hacienda se encuentra bajo los residuos contaminantes, pues los trabajos de limpieza no han sido los necesarios para volverla habitable y hasta el momento la empresa no tiene respuesta de la reparación de los daños, los cuales podrían sobrepasar los cinco millones de pesos.
Pedro Manora Rubio, quien ha sido el encargado de la Hacienda Tacubaya por cuatro años, explicó que en el lugar, hubo pérdida de seis corrales donde se encontraban poco más de 150 animales como becerros y caballos, además de 120 pacas de sorgo y 70 rollos más de alimento, que se encontraba en un almacén que también fue destrozado por esa avalancha de residuos.
Color rojizo del fierro en el lodo
Aunado a los daños que se generaron a cinco vehículos como tractores, trocas y un carro que se encontraba en el lugar y que fue arrastrado por la corriente, también hubo daños a la energía eléctrica, agua y a todas las instalaciones en su totalidad, sólo sobrevivieron alrededor de 15 animales que se encuentran cerca de la carretera.
“Yo estaba adentro de una de las casas, se escuchó un fuerte sonido en la noche como a las 10 y comenzó a bajar mucho lodo del cerro, en segundos llegó y cubrió todo, entró a todas las casas y habitaciones, llegó a cubrir poco más de un metro de nuestros cuerpos, estábamos yo y mi hija y gracias a Dios no nos pasó nada”, explicó el trabajador.
Comentó que ahí se encuentran por lo menos cinco casas, de las cuales una de ellas utiliza para vivir, sin embargo todas sufrieron daños materiales en su totalidad y actualmente se encuentran cubiertas de lodo y desperdicios de la mina, los cuales han brotado de nueva cuenta por las recientes lluvias.
En el lugar no hay agua, luz y están totalmente incomunicados, pues además no pueden caminar por la zona o pasar por vehículos ya que los jales se encuentran esparcidos por todas partes y no permite la entrada de vehículos o personas en el lugar, además de haber enormes charcos de color rojo que mantienen alto nivel de residuos de hierro que extraen de la mina.
La vivienda es propiedad de Alonso Beckman, quien radica en el municipio de Parral, el cual recibió una pequeña ayuda por parte de la mina que fue la responsable del accidente, pues envió un tractocamión al lugar para recoger los jales, pero no ha sido lo suficiente para la reparación del daño, ya que se requiere de más personal y materiales para restaurar el lugar.
Marca de alcance del lodo durante avalancha
Además de las atenciones por parte de la mina La Perla, el día de ayer acudió personal de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), así como empleados del Gobierno del Estado de la Secretaría de Salud, quien tomó evidencia del lugar y entregó unas gotas desinfectantes para el encargado para que pudiera consumir agua, posteriormente se retiró sin dar mayores informes de las acciones que se tomarán en el lugar.
La encargada de Comunicación Social de la mina, Karina Valerio, explicó que la empresa se encuentra realizando estudios de cuantificación de los daños para proceder a la restauración del lugar que se vio afectado con este desprendimiento de los jales, sin embargo no quiso dar a conocer mayor información al respecto.
En la mina La Perla, constantemente se encuentran extrayendo minerales como fierro y desperdicios del lugar, los acumulan en un depósito cercano a un cerro, en el cual puede albergar miles de toneladas de jales, pero al llegar a su límite, esta se quebrantó y dejó libres los residuos.
La zona está completamente contaminada y afecta la ganadería del lugar, cultivos, agua que podría llegar a contaminar a la comunidad de La Perla si las lluvias persisten y la corriente arrastra los residuos que se encontraban esparcidos por toda la hacienda.