Desde la Red Mexicana de Afectados por la Minería vemos con preocupación que los megaproyectos mineros en la región ComCáac siguen latentes por parte de empresarios a base de corrupción y métodos ilegales pretenden hacer uso de las concesiones mineras para la explotación; lo cual generara un gran impacto socio-ambiental en las dos comunidades pertenecientes al territorio ComCáac.
Fuente: Red Mexicana de Afectados por la Minería – REMA
A esta problemática se le suma el proyecto denominado Proyecto Tiburón Agua y Energía con el pretende construir una planta desalinizadora de agua; un proyecto de energía mareomotriz; la explotación minera de la Isla del Tiburón y un proyecto turístico. Lo cual no solo no ha sido consultado a la población; sino que se presenta como un proyecto que dejara beneficio económico; cuando no es sino una falsa solución que no se adapta a los enfoques eco sistémicos y/o a la cosmovisión del pueblo ComCáac.
Nos preocupa el actuar tanto del gobierno federal como del gobierno estatal que no se han pronunciado a favor de la comunidad; sino todo lo contrario; las posturas de los dos órganos de gobierno han sido de complicidad o en el mejor de los casos de un total silencio ante este riesgo que corre las comunidades de Punta Chueca y Desemboque. Cualquier megaproyecto que tenga la extracción de bienes naturales como el principal sustento, es un proyecto que pone en riesgo el territorio donde se piensa construir; cuando hablamos de pueblos originarios el riesgo aumenta, pues a la pérdida del patrimonio ambiental se le suma la pérdida del patrimonio cultural milenario de estos pueblos; es por eso que desde la Red Mexicana de Afectados a la Minería hacemos un llamado a los órganos de gobierno para que actúen en consecuencia protegiendo lo que por ley tiene que proteger. El derecho de los pueblos a decidir y vivir en armonía con su entorno; el derecho a tener un medio ambiente sano y el derecho de continuar viviendo desde su propia cosmovisión, misma que parte de un profundo respeto a la naturaleza que los rodea y un amor a la tierra como dadora de los bienes que necesitan para el buen vivir.
Exigimos que la Procuraduría Agraria no haga oídos sordos a los pedidos de los comuneros y que cumpla su trabajo de forma expedita sin poner trabas absurdas que no tienen un fundamento legal. Invitamos a las comunidades cercanas a involucrarse en la defensa del territorio ComCáac pues es una defensa por la vida y por la tierra.