Pescadores que laboran en el Golfo de Ulloa, frente a la municipalidad de Comondú, al norte de Baja California Sur, solicitaron a Juan José Guerra Abud, titular de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), cancelar el proyecto de minería marina “Don Diego”.
Fuente: SDP Noticias
Los habitantes de las comunidades pesqueras ven un riesgo en la empresa Exploraciones Oceánicas, así como para las especies que habitan la zona, área catalogada como un Centro de Actividad Biológica por la abundancia de organismos.
Y es que datos presentados por organizaciones civiles y del mismo gobierno, señalan que alrededor del 70 por ciento de la pesca de BCS, proviene del Golfo de Ulloa; cinco mil pescadores dependen de la actividad.
Por ello, la Semarnat tiene trabajando varios años el Programa de Ordenamiento Ecológico Marino y Regional del Pacífico Norte, el cual, definirá las vocaciones productivas de la franja costera. Este documento determinó que la minería marina podría influir en el estado de ciertas especies como la tortuga amarilla.
Hace unos meses, el gobierno de Enrique Peña Nieto, presentó también la creación del Área de Refugio para la Protección de la Tortuga Amarilla (Caretta caretta), debido a la mortandad del quelonio que se presentó en los últimos años el Golfo de Ulloa, y la posibilidad de un embargo pesquero por parte de Estados Unidos.
Los pobladores han manifestado, una vez más, su preocupación ante una actividad nunca antes desarrollada en México: minería marina.
A finales de 2014, el proyecto Don Diego entró a la Dirección General de Impacto y Riesgo Ambiental para su evaluación. Se efectuó una Reunión Pública informativa, en la que la mayoría se manifestaron en contra. Desde entonces, la autoridad ambiental otorgó dos prórrogas para solicitar más información a Exploraciones Oceánicas.
La preocupación de académicos de la Universidad Autónoma de Baja California Sur (UABCS) o el Centro de Investigaciones Biológicas del Noroeste (Cibnor), es que la minería marina se realiza con una embarcación que dragaría el fondo marino para obtener fosfatos, tierras raras o polimetálicos.
Los lodos son tratados en el barco, según explica la Manifestación de Impacto Ambiental, y el material no ocupado se devuelve, generando turbidez en el mar.
“Se considera incongruente y preocupante el establecimiento del proyecto minero en la zona de refugio pesquero, debido a las deficiencias de la manifestación de impacto ambiental”, expresa en el documento la Sociedad Cooperativa de Producción Pesquera Puerto Chale y La Poza.
Entre los factores que señalan los pescadores, en base a opiniones técnicas de científicos, es que la contaminación acústica alejará a mamíferos marinos que utilizan como parte de su migración anual.
La sedimentación de los desechos acabaría, expusieron, con pastos marinos en los que se localizan tortugas marinas.