Una caminata desde el centro de Tetela y un ritual de agradecimiento por la vida en el manantial situado en el Cerro de Espejeras, sirvieron a los habitantes de este municipio para conmemorar los tres años de su lucha de resistencia a la apertura de una mina a cielo abierto concesionada al hombre más rico del mundo Carlos Slim Helú.
Fuente: Municipios
A finales del 2011, la intensificación de los trabajos de exploración en las 10 mil 663 hectáreas concesionadas por 50 años, a partir del 2003 a la Minera Meteoro del Grupo Frisco, filial del grupo Carso, puso en alerta a los tetelenses que constituyeron una asociación civil para frenar la extracción de oro y plata, y con ello la devastación de sus recursos naturales.
La oposición ha sido liderada por la asociación civil Tetela Hacia el Futuro que logró aglutinar a personas de todos los partidos, religiones, ocupaciones que habitan este lugar y que la tarde de este sábado reiteraron su convicción de que las montañas y los ríos que los rodean “son una bendición de Dios y que se debe frenar a quienes vienen a destruirlo, porque si lo permitimos es atentar contra la vida nuestra y la de nuestros hijos”.
“Tenemos la obligación de defender a nuestra tierra. Porque aquel que no defiende a su tierra no defiende a su familia. No debemos permitir que la minería a cielo abierto se instale en La Cañada, sería su destrucción. Estamos hablando de miles de hectáreas concesionadas por el gobierno federal”, precisó Germán Romero, presidente de la organización.
La minería, insistieron, nada bueno traerá para los pueblos. Menos en la sierra norte de la entidad donde hay 98 concesiones para la extracción de minerales, que se acompañan de la instalación de hidroeléctricas que se presentan como la “piel de oveja de la devastación a la que quieren someter a la región”.
“Lo que aquí se haga va a repercutir en Cuetzalan, en Zongozotla, en Zapotitlan y la contaminación más grave empezará cuando la minera se vaya, o sea, dentro de 3 o 4 años”, luego de que haya sacado el oro de las entrañas de los macizos montañosos, alertaron.
El área que fue concesionada a Frisco es la más rica en la región: “hay oro, plata, vegetación y agua, pero nosotros sabemos que el oro no es de nosotros y no nos interesa”, dijeron los tetelenses, “lo que queremos es evitar la destrucción tan fuerte que puede venir si se acaban nuestro cerro”.
En el lugar concesionado a Slim están los nacimientos de agua que abastecen a unas 30 mil personas asentadas en la cabecera municipal y las comunidades de La Cañada, La Soledad, Zoyatitla, Tlamuanco y Tlacomulco, por eso para conmemorar tres años de lucha y organización, los tetelenses volvieron a caminar hacia la montaña para llenar de incienso y llevar un chocolatito y enflorar a los manantiales y rendirle tributo a la tierra, para que los siga llenando de vida.