Más de 31 mil concesiones mineras se encuentran en manos de trasnacionales. De éstas, 5 mil fueron otorgadas en los últimos 2 años de la administración de Felipe Calderón, revelan padrones oficiales.

 

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Fuente: Voltairenet

Existen más de 31 mil concesiones mineras para empresas trasnacionales registradas al final del sexenio calderonista. En los 2 últimos años, la cifra se incrementó en 5 mil 7 autorizaciones para explorar y explotar los recursos minerales del país, como el oro y la plata, cotizados a nivel mundial como los más preciosos.

Las tierras que acaparan las concesiones –según cifras registradas por la Secretaría de Economía–, muestran que actualmente hay 39 millones 743 mil 690 hectáreas en poder de 301 compañías. Esto implica que las empresas de la industria extractiva tienen en su poder casi un cuarto del territorio nacional, que podría ser explotado hasta por más de 50 años.

La Dirección General de Desarrollo Minero, del Servicio Geológico Mexicano, indica que ya hay 301 compañías que tienen presencia en el país. De éstas, 207 son de origen canadiense; le siguen las de origen estadunidense, con 48. De capital mayoritariamente mexicano son 14.

De acuerdo con los registros del Sistema Integral de Administración Minera (SIAM), dependiente de la Secretaría de Economía –actualmente encabezada por Ildefonso Guajardo Villarreal–, son ya 31 mil 50 concesiones mineras en el país al 25 de marzo pasado.

Contralínea documentó en enero de 2012 la autorización de más de 26 mil concesiones mineras, expedidas desde el inicio de las administraciones panistas con Vicente Fox al frente del Ejecutivo federal. Los primeros 9 años, ya con la primera mitad de gobierno de Felipe Calderón (2000-2009) la cifra se encontraba en 24 mil 531 concesiones; para 2011, había subido a 26 mil 43 (Contralínea 268).

La extracción depredadora

El documento Han destruido la vida en este lugar. Megaproyectos, violaciones a derechos humanos y ambientales en México –elaborado por el Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez– documenta que “la mayoría de las operaciones modernas de minería utilizan un proceso de extracción denominado minería a cielo abierto”.

Expone que este método consiste en la detonación sistemática de explosivos en las montañas, lo cual transforma drásticamente el paisaje. “La extracción de minerales de materiales preciosos de la roca requiere un procesamiento intensivo que crea grandes cantidades de residuos sólidos, los cuales suelen ser tóxicos”.

Alejandro Villamar Calderón, integrante de la Red Mexicana de Afectados por la Minería (Rema), expone que el extractivismo es la forma de producir y consumir basada en la extracción sin medida ni control de las materias primas. “Este método, simplemente, trata de sacar los bienes comunes que nos pertenecen a todos, como los minerales y energéticos. Además, llega a arrebatar cultura y poder a la comunidad, quita salud comunitaria o pública e incluso la alegría de los pueblos”.

En el marco del Encuentro Mesoamericano contra la Minería, que se llevó a cabo Capulálpam de Méndez, Oaxaca, se indicó que el modelo de extracción está basado en una idea falsa como el progreso o la modernidad. “Se piensa que se puede crecer ilimitadamente cuando la misma naturaleza tiene sus límites”.

Gustavo Castro, director de la organización ambientalista Otros Mundos, expone que el modelo extractivista es una forma estándar de hacer las cosas y tiene como características que es generalizado, estandarizado, global, involucra las mismas políticas o corporaciones. “En el capitalismo éste se convierte en un esquema industrializado. Implica que cualquier actividad humana transforma materias primas y genera riquezas a un ritmo pavoroso. Es la industria que pretende disminuir costos y acumular capital, aumenta la pobreza, mejora su tecnología, disminuye tiempos y distancias, paga menos al trabajador, evita que haya nulas regulaciones ambientales, busca subsidios del Estado, etcétera”.

Explica que tan sólo en Chiapas, donde se establece la organización ambientalista, se tienen concesionadas 1.5 millones de hectáreas.

“Estamos frente a megaproyectos que están acabando con el país. Ya hemos tenido compañeros muertos y presos. Mientras nosotros estamos en la oposición, aparecen más concesiones. Hay que resistir, pero lo más importante es prevenir. Debemos tomar conciencia de lo que es el modelo extractivo minero”.