Miembros del Barzón Nacional, realizaron una protesta frente a la Embajada de Canadá en México, donde montaron una ofrenda por los asesinatos de los dirigentes Ismael Solorio Urrutia y Manuela Martha Solís Contreras.
Fuente: Notimex
Integrantes de El Barzón provenientes de varias entidades se manifestaron frente a la embajada de Canadá, para exigir que se frene la explotación minera de empresas de su país en México.
También pidieron que se aclaren los asesinatos de Ismael Solorio Urrutia y Manuela Martha Solís Contreras, ocurridos el 22 de octubre en Chihuahua; ambos eran activistas por la defensa de la cuenca hidrológica del Río del Carmen y opositores a la minera El Cascabel, subsidiaria de la empresa canadiense Mag Silver.
Afuera de la representación diplomática, unos 150 barzonistas colocaron un altar de muertos en memoria de los defensores ambientalistas recientemente asesinados.
Un cartel con la cita “gobierno canadiense no seas cómplice”, formó parte de las expresiones de repudio por los crímenes; el altar fue improvisado con dos cajas de cartón a manera de lápidas, en las que colocaron las fotografías de Solorio Urrutia y Solís Contreras, y un ataúd rodeado de flores.
El presidente nacional de El Barzón, Alfonso Ramírez Cuéllar, criticó la actitud de las mineras canadienses que explotan los recursos nacionales, dañan los ecosistemas, contaminan las tierras y se acaban el agua.
“Queremos que el gobierno de Canadá intervenga de manera directa para que se clausure la mina y haya un acuerdo internacional que permita conservar y salvar el agua, demandamos la justicia para nuestros compañeros porque no queremos ni un muerto más por salvar nuestros recursos naturales”, expresó.
Antes, un grupo de barzonistas ingresó a la embajada de Canadá con Joaquín, hermano de Ismael Solorio Urrutia, para entregar una carta a la embajadora Sara Hradecky, en la que exponen las violaciones a las leyes ambientales y agrarias de la empresa minera Mag Silver y su subsidiaria El Cascabel.
Sin embargo, el documento tendría que ser recibido a través de “una ventanilla blindada”, por lo que los manifestantes rechazaron ese “trato indigno” y decidieron hacer llegar la carta a la representante diplomática de Canadá en México a través del Senado de la República.