Comunicados de la Mesa Nacional Frente a la Minería Metálica de El Salvador: La ambientalista Dora Alicia Sorto Rodríguez, fue asesinada el 26 de diciembre. Con este ya son tres los ambientalistas asesinados: Gustavo Marcelo Rivera, Ramiro Rivera Gómez y Dora Alicia Sorto Rodríguez.
Todos estos crímenes están impunes, lo cual podría motivar asesinatos de más ambientalistas de la zona. Por tanto, urge que la Fiscalía General de la República y la Policía Nacional Civil actúen de inmediato contra los autores intelectuales y materiales de estas violaciones a los derechos humanos.
Todos estos crímenes están impunes, lo cual podría motivar asesinatos de más ambientalistas de la zona. Por tanto, urge que la Fiscalía General de la República y la Policía Nacional Civil actúen de inmediato contra los autores intelectuales y materiales de estas violaciones a los derechos humanos.
La ambientalista Dora Alicia Sorto Rodríguez fue asesinada el 26 de diciembre, a las 3:30 de la tarde, en el cantón Trinidad de Sensuntepeque (Cabañas). Este crimen sucede sólo una semana después del asesinato de Ramiro Rivera Gómez, otro líder de la resistencia comunitaria a los proyectos de la empresa minera canadiense Pacific Rim, en Cabañas. Sorto Rodríguez fue acribillada cuando regresaba de lavar ropa de una quebrada. Su hijo de dos años, a quien cargaba en sus brazos, resultó herido en una de sus piernas. Dora Alicia estaba embarazada y deja seis niños en orfandad. Su esposo, Santos Rodríguez, también opositor a la minería metálica, fue atacado el año pasado, pero sobrevivió. El asesinato de la compañera Dora Alicia Sorto Rodríguez, revela la peligrosa situación de Cabañas, donde líderes comunitarios, periodistas de Radio Victoria, representantes de ONG’s y religiosos que se oponen a los proyectos de Pacific Rim son victimas de atentados, amenazas de muertes, desaparición, torturas y asesinatos.
Con mucha indignación, las comunidades cristianas y organizaciones populares de la Mesa Nacional frente a la Minería Metálica condenamos el asesinato del ambientalista Ramiro Rivera Gómez, líder de la resistencia comunitaria contra la empresa minera canadiense Pacific Rim.
El domingo 20 de diciembre de 2009 fue asesinado, en el cantón Trinidad de Sensuntepeque, el ambientalista Ramiro Rivera Gómez, líder de la resistencia comunitaria contra la empresa minera canadiense Pacific Rim, en Cabañas. Junto a él murió la señora Felícita Echeverría y una niña de 13 años resultó herida. Según testigos, varios sicarios emboscaron su vehículo y le dispararon con armas de grueso calibre, a pesar de la presencia de dos agentes policiales que le brindaban seguridad.
Este dirigente comunitario, miembro del Comité Ambiental de Cabañas y de la Mesa Nacional frente a la Minería Metálica, fue víctima de persecuciones, amenazas de muerte e intentos de asesinato. El último de éstos sucedió el 7 de agosto de este año, cuando recibió ocho impactos de bala por la espalda. Uno de sus agresores, el matón de Pacific Rim, Óscar Menjívar, está detenido y la audiencia judicial se realizará en febrero de 2010.
Este dirigente comunitario, miembro del Comité Ambiental de Cabañas y de la Mesa Nacional frente a la Minería Metálica, fue víctima de persecuciones, amenazas de muerte e intentos de asesinato. El último de éstos sucedió el 7 de agosto de este año, cuando recibió ocho impactos de bala por la espalda. Uno de sus agresores, el matón de Pacific Rim, Óscar Menjívar, está detenido y la audiencia judicial se realizará en febrero de 2010.
Con mucha indignación, las comunidades cristianas y organizaciones populares de la Mesa Nacional frente a la Minería Metálica condenamos este repudiable crimen, y expresamos lo siguiente:
La muerte del compañero Ramiro no es aislada, ni es un delito de delincuencia común; pues sucede en el contexto de amenazas, agresiones, desapariciones, torturas y asesinato de opositores a los proyectos mineros, de los cuales el caso de Gustavo Marcelo Rivera es el más emblemático. Estos crímenes se dan en medio de un clima de conflictividad creciente, causado por Pacific Rim, a través de la compra de voluntades, división de comunidades y promoción de actos violentos contra los activistas antimineros.
El asesinato Ramiro Rivera resulta de la impunidad que impera en la zona. Seguramente la falta de justicia en la desaparición, torturas y asesinato de Gustavo Marcelo Rivera, incentivó a los asesinos materiales e intelectuales del compañero Ramiro. En tal sentido no sólo es responsable Pacific Rim por generar conflictos en las comunidades y familias, sino también las autoridades policiales, fiscales y judiciales por permitir la impunidad que motiva a cometer nuevos crímenes.
Toda esta problemática en Cabañas también refleja cierta indolencia del propio Presidente de la República, Mauricio Funes, quien no se pronuncia sobre estos casos, a pesar de las reiteradas peticiones de la Mesa y de la Comunidad Internacional. Recientemente el influyente congresista estadounidense James McGovern le pidió intervenir.
La muerte del compañero Ramiro no es aislada, ni es un delito de delincuencia común; pues sucede en el contexto de amenazas, agresiones, desapariciones, torturas y asesinato de opositores a los proyectos mineros, de los cuales el caso de Gustavo Marcelo Rivera es el más emblemático. Estos crímenes se dan en medio de un clima de conflictividad creciente, causado por Pacific Rim, a través de la compra de voluntades, división de comunidades y promoción de actos violentos contra los activistas antimineros.
El asesinato Ramiro Rivera resulta de la impunidad que impera en la zona. Seguramente la falta de justicia en la desaparición, torturas y asesinato de Gustavo Marcelo Rivera, incentivó a los asesinos materiales e intelectuales del compañero Ramiro. En tal sentido no sólo es responsable Pacific Rim por generar conflictos en las comunidades y familias, sino también las autoridades policiales, fiscales y judiciales por permitir la impunidad que motiva a cometer nuevos crímenes.
Toda esta problemática en Cabañas también refleja cierta indolencia del propio Presidente de la República, Mauricio Funes, quien no se pronuncia sobre estos casos, a pesar de las reiteradas peticiones de la Mesa y de la Comunidad Internacional. Recientemente el influyente congresista estadounidense James McGovern le pidió intervenir.
El 9 de diciembre recién pasado, líderes comunitarios de Cabañas y representantes de la Mesa llegaron hasta Casa Presidencial para entregar a Funes una carta, que no pudo recibir porque tenía otros compromisos. La misiva pedía, entre otras cosas, investigar a profundidad el caso de Marcelo Rivera y aplicar medidas efectivas de seguridad para todos los ambientalistas amenazados. Probablemente una respuesta inmediata habría evitado el asesinato del compañero Ramiro.
Frente a tal situación, la Mesa reitera sus demandas de enjuiciar y castigar a todos los responsables intelectuales y materiales de los atentados, amenazas, asesinatos y demás crímenes contra los defensores del medioambiente en Cabañas; e incluir en la lista de sospechosos de autores intelectuales de estas violaciones a los derechos humanos a la empresa minera Pacific Rim y todos sus lacayos.
Mesa Nacional Frente a la Minería Metálica de El Salvador