Santurbán en Santander ha sido uno de los lugares donde mayor controversia se ha generado por la explotación minera en zonas de páramo. Foto cortesía de Jorge William Sánchez.

Fuente: La Silla Vacía

Colombia tiene más páramos de lo que cree. A pesar de que oficialmente el país tiene 1,9 millones de hectáreas de este ecosistema único de alta montaña, una nueva cartografía que el Ministerio de Ambiente le encargó al Instituto Humboldt demostró que en realidad hay casi un millón de hectáreas más que no se conocían. La Silla Vacía obtuvo el nuevo atlas, que hasta ahora no se ha hecho público, mediante un derecho de petición y examinó las diferencias entre ellos.

Esas 900 mil hectáreas nuevas de páramo están hoy desprotegidas de actividades como la minería, debido a que estos últimos mapas se han topado con una fuerte resistencia por parte de algunos sectores dentro y fuera del Gobierno, que no quieren que sean blindadas contra actividades económicas.

Pese a que el Ministerio pagó 650 millones de pesos por un trabajo cartográfico de actualización que tomó un año, decidió no adoptarlo y este hecho ha generado una pelea dentro de la misma institución porque los más ambientalistas creen que ellos, comenzando por el Ministro Juan Gabriel Uribe, son quienes deberían liderar esa pelea de la protección de los páramos.

La pelea por los páramos

Por su importancia hídrica, los páramos -así como los humedales- fueron declarados como zonas vetadas para cualquier tipo de explotación minera por el Plan Nacional de Desarrollo del presidente Juan Manuel Santos. El problema es que ubicar con exactitud dónde comienzan y terminan es una tarea difícil.

Por esta razón el Gobierno ordenó delimitarlos a una escala de 1 : 25.000, un complejo trabajo cartográfico donde cada metro del mapa corresponde a 25.000 en la realidad y que permitirá saber exactamente qué tan grandes son en realidad. Pero que se demorará al menos dos o tres años en los 35 complejos de páramos del país.

En este momento se encuentran protegidos por un atlas elaborado en 2007 por el Humboldt a una escala de 1 : 250.000, que la ex ministra Beatriz Uribe adoptó oficialmente y que sigue vigente, pero que no es muy preciso. En septiembre del año pasado, el Humboldt entregó al Ministerio una nueva cartografía hecha a una escala de 1 : 100.000 y cien veces más precisa, en la que venía trabajando desde antes de la discusión sobre minería en los páramos. Y que podría convertirse en el salvavidas para esas 900 mil héctareas -un 30 por ciento más que antes- que no están en este momento protegidas de actividades como la minería mientras queda listo el atlas definitivo, pero que ha encontrado fuerte resistencia del Ministerio de Minas y del gremio minero.
 
El Ministro Juan Gabriel Uribe le confirmó a La Silla que estos nuevos mapas son un insumo fundamental a la hora de trazar la de 1 a 25.000 y que ya han sido enviados a las CAR como herramientas de trabajo, pero que no serán adoptados oficialmente mientras tanto y que cualquier proceso de delimitación debe ir acompañado por estudios sociales y económicos que permitan evaluar las realidades de cada zona antes de tomar una decisión.

“Hemos visto que todavía tiene ciertos márgenes de error complejos que pueden derivar en consecuencias jurídicas y políticas para el Estado. Por eso estamos priorizando las zonas donde la delimitación tiene mayor indicidencia, como Santurbán, para comenzar la nueva cartografía y reducir ese margen de error al mínimo”, dice Uribe. “En la delimitación de páramos juega un papel fundamental la cartografía, pero igualmente hay un componente social y económico que es necesario contemplar”.

La Silla revisó los dos atlas y descubrió que con la nueva medición los 34 páramos que existían crecieron, la gran mayoría de manera significativa. Algunos páramos importantes como Chingaza, La Cocha o el Nevado del Huila duplicaron su tamaño. E incluso nació un páramo nuevo: el de Sonsón, en Antioquia.

Para la tabla completa de páramos compilada por La Silla, haga clic aquí.

Mapa de ubicación de los páramos colombianos.