Con el aumento de las exportaciones del mineral, y la entrada de capital extranjero a esta nación de los Países Bajos, el florín holandés, la moneda local se valoró, lo que le restó competitividad al resto de bienes y servicios del país, y de paso afectó las exportaciones y los empleos que dependían de ellos. A este fenómeno se le llamó enfermedad holandesa, o mal holandés. Algo muy similar está viviendo la economía colombiana en este momento. El sector de la minería y de hidrocarburos, representa 8% del Producto Interno Bruto del país, además los minerales y los hidrocarburos constituyen 72% de las exportaciones colombianas, y la Inversión Extranjera Directa del sector es 54% del total.
Fuente: Vanguardia.com
Mientras este auge toma vuelo, la industria viene en franco detrimento. El PIB industrial pasó de crecer a ritmos superiores a 4% en 2011 a decrecer 0,1% en el tercer trimestre de 2012. A esto se suma que la tasa de cambio colombiana es una de las más valoradas del mundo, lo que dificulta a los exportadores que sus productos sean competitivos en el exterior. Y pese al aumento de los ingresos del sector minero, el país avanza a paso de tortuga en el mejoramiento de su infraestructura.
A pesar de esto, la locomotora minera parece imparable, pero, de acuerdo con analistas como Leonardo Villar Gómez, director de Fedesarrollo, países como Perú y Chile muestran que es posible revertir los efectos de la enfermedad holandesa en favor de la industria y el desarrollo del país.
Hasta ahora el país está haciendo parte de la tarea, pero ¿podrá corregir el camino para que la minería logre jalonar la industria y no atropellarla? Esto responde el Director de Fedesarrollo.
Preguntas y respuestas
Vanguardia Liberal: ¿Colombia está viviendo la enfermedad holandesa?
Leonardo Villar Gómez: Hay síntomas evidentes de la enfermedad holandesa. Desafortunadamente los ingresos muy positivos que ha generado el sector minero energético ha presionado la tasa de cambio hacia una apreciación fuerte, y la manera de evitar eso sería ahorrar una parte de esos ingresos y eso no ha sucedido en una magnitud suficiente. Entonces tenemos un sector que ha crecido de manera muy sustancial que es el minero energético, pero un sector que se ha visto afectado por la revaluación, que es el industrial.
V.L: Si aún no hay un sector de la minería bien desarrollado y está por desarrollarse, como indica Fedesarrollo, quiere decir que ¿si no se hacen los correctivos sugeridos los efectos de la enfermedad holandesa y la desindustrialización podrían recrudecerse en los próximos años?
L.V.G: El tema tiene mucho que ver con la política macroeconómica, yo creo que tener más ingresos de minería e hidrocarburos es bueno, de todas maneras eso permite financiar actividades públicas, generar empleo, genera ingresos a muchos proveedores del sector minero y de hidrocarburos. Lo que se plantea con respecto a la enfermedad holandesa es que cuando uno tiene ese tipo de ingresos el Gobierno debe buscar ahorrar una parte, eso es lo que hace por ejemplo Chile y Perú que son países fuertemente mineros y que han logrado que el crecimiento de este sector no sea un sustituto del crecimiento de otros, sino que más bien lo complemente.
V.L: Hay quienes proponen que haya una moratoria minera, una suspensión de esta actividad, hasta que el país esté preparado para asumir las consecuencias de esta bonanza ¿Esto sería viable?
L.V.G: Creo que sería totalmente negativo, es como decir mantengamos al país en la pobreza mientras llegamos a ver cómo vamos a definir la política fiscal o la política educativa Creo que tenemos que trabajar todos los días para hacer un país más rico, mejor, hoy los ingresos de la minería desde los hidrocarburos son fundamentales para eso.
V.L: ¿En materia de política monetaria y fiscal, considera que el Gobierno y las instituciones están haciendo la tarea para combatir estos síntomas?
L.V.G: En materia monetaria se está manejando todo de manera muy adecuada, en materia fiscal el Gobierno ha sido responsable, creo que tiene unos indicadores positivos y ha habido avances. El planteamiento de Fedesarrollo es que sería deseable que estos avances fueran aún mayores y que tuviéramos un superávit en las finanzas públicas. Ahora, eso es una decisión de país, que tendría que pasar por aumentar el recaudo tributario, no es una decisión fácil, pero creo que respondería a unas circunstancias como las actuales en las que tenemos ingresos extraordinarios por concepto de hidrocarburos y de minería.
V.L: Pero, tener un superávit ¿no “pelearía” con lo que se le está pidiendo al Gobierno que es ejecutar las obras que hay que hacer para el país?
L.V.G: No, precisamente, por eso Fedesarrollo lo que ha planteado es que el superávit no debe surgir de reducir la inversión en obras ni de disminuir la inversión social que se está haciendo. Son gastos indispensables incluso creo que en algunos casos se requiere ejecutar de una manera aún más acelerada. La propuesta que hizo Fedesarrollo desde el año pasado es que se debería aumentar el recaudo tributario para poder financiar esto y además generar un superávit fiscal. En el caso de países como Chile y Perú han logrado aumentar el gasto de la inversión social y de la infraestructura en el PIB y, al mismo tiempo, generar unos ahorros importantes en las finanzas públicas; las dos cosas no riñen si se aumenta la tributación. Hubo anuncios importantes en la reforma tributaria del año pasado, pero creo que se quedaron cortos en el sentido de que podría generarse una tributación un más alta, especialmente para los sectores que por ejemplo ganan dividendos y que son parte de los sectores más ricos de la población.
V.L En el sector de la minería, ustedes proponen ligar los impuestos de esta industria a los precios internacionales. ¿Eso implicaría aumentar recaudo de esos sectores?
L.V.G: No necesariamente aumentar recaudo es que se vinculen a los precios internacionales para que cuando estos aumenten nuevamente se beneficie más el Gobierno, y si los precios se reducen, disminuyan los costos para los sectores mineros. En ese sentido posiblemente estamos en un momento en el que sin necesidad de aumentar o reducir las cargas al sector minero sí podría hacerse una regla que fuera más eficiente y genere más equidad hacia el futuro.
V.L: Hay dos afirmaciones que son muy populares en materia de minería, una es que no se genera tanto empleo, y otra es que no hay muchos encadenamientos productivos. Ustedes han hecho un estudio frente al tema. ¿Qué hallaron?
L.V.G: Evidentemente, es un sector que genera menos empleos que otros, pero el estudio que se hizo muestra que la minería genera mucho más empleos que hidrocarburos, y genera muchos más encadenamientos que los hidrocarburos. Ahora, estos encadenamientos se deben aprovechar y hay que buscar mecanismos para que los proveedores se desarrollen no protegiéndolos de manera que se promueva la ineficiencia. Se deben desarrollar las capacidades entre la industria de proveedores de personas, trabajadores que puedan ser prestadores de servicios eficientes del sector y que eventualmente por esa vía terminen convirtiéndose en proveedores de servicios de sectores mineros internacionales.
V.L: ¿Considera que el rumbo en el que vamos en materia macroeconómica es alentador para el país?
L.V.G: En términos generales sí. Obviamente siempre se quiere más, como tener un balance fiscal con superávit. Creo que la mejor manera de lograrlo sería con un mayor recaudo tributario, algo que lamentablemente no se hizo el año pasado, pero, a pesar de eso la economía está funcionando bien y hay que irla monitoreando para ver cómo se corrigen las dificultades que vienen en el futuro cercano.