La denominada Locomotora Minera esta dejando para el país miseria y un daño ambiental irreversible. Dentro de unos años, el departamento del Cesar pasará de ser una de las regiones con las mejores tierras cultivables en el país, para convertirse en un extenso desierto. Todo ello debido a la explotación a cielo abierto del carbón, el cual, luego de ser extraído por la multinacional Drummond Limited y tener que ser llevado al puerto en Santa Marta, deja a su paso una ola negra de polvo, que esta cubriendo de miseria a la región y los pulmones de sus habitantes.

Fuente: Vox Populi
Recorrer de sur a norte el departamento del Cesar es un placer. Contemplar sus bellos paisajes, los cañaguates en ésta época florecidos en amarillo oro como la riqueza de la región, es una experiencia que todo Colombiano debería disfrutar.

Y puede hacerse. La época de violencia desatada por la influencia paramilitar desde el año 2000 y la falsa desmovilización, permiten que hoy desde las cárceles y vía telefonía móvil, se extorsione a políticos y comerciantes de la región, mientras se recorren las carreteras del departamento en una tensa calma.

Dentro de unos años, el departamento del Cesar pasará de ser una de las regiones con las mejores tierras cultivables en el país, para convertirse en un extenso desierto. Todo ello debido a la explotación a cielo abierto del carbón, el cual, luego de ser extraído por la multinacional Drummond Limited y tener que ser llevado al puerto en Santa Marta, deja a su paso una ola negra de polvo, que esta cubriendo de miseria a la región y los pulmones de sus habitantes.

Aunque no se crea, esa ola negra de miseria fue objeto de condecoración en el año 2007 por parte del Gobernador del departamento del Magdalena. Medalla de oro le fue impuesta a Gary Drummond, dueño de la transnacional carbonera Drummond Limited. Un verdadero reconocimiento a las varias sanciones que le habían sido impuestas por el Ministerio del Medio Ambiente, su negativa a cancelar 37 millones de dólares que imponía una sentencia judicial y a la década de pleito judicial en el que se solicitaba la cancelación de 30 millones de dólares para los municipios del departamento.

Es evidente que nuestro carbón, está siendo extraído en su totalidad por el capital extranjero, por los malos negocios que ha hecho la nación y que han permitido los daños ambientales que hasta hoy evidenciamos, pero que en el pasado se condecoraron. El vertimiento de más de 500 toneladas de carbón en la costa de Santa Marta detectado la semana pasada, es un ejemplo más de lo que esta haciendo Drummond en el país.

Invertir en regiones pobres, resulta ser un negocio de extraordinaria rentabilidad. Rentabilidad que se destaca no sólo del mineral que a bajo precio se lleva la multinacional, sino por los bajos impuestos que cancela. Si Drummond cancelara la tasa de impuesto por explotación del mineral como si lo estuviese haciendo en territorio norteamericano, los ingresos para la nación serían cuantiosos y no hubiera sido necesario gravar con más impuestos a la ya golpeada clase media en la pasada Reforma Tributaria.

Estamos hablando de enormes sumas de dinero que la Nación está dejando de percibir por no cobrar los justos impuestos a las multinacionales mineras, que marcan la diferencia entre un país desarrollado y uno en subdesarrollo. Impuesto que se lo están cargando al pueblo colombiano. En la actualidad, los colombianos estamos financiando a las multinacionales mineras que no pagan el impuesto debido y extraen nuestra riqueza mineral, efecto que se notará en la declaración de renta a presentar en 2014. Afirmo que estamos financiando, porque nuestra carga tributaria se aumentó, mientra que a la multinacional minera se le desminuye con grandes deducciones que se les reconoce.

Los Colombianos están sumergidos en el apremio del día día, que les impide ver con claridad las verdaderas causas de ésta situación.

Con el estallido de la huelga en El Cerrejón el pueblo colombiano debería preguntarse que es lo que está pasando con la explotación minera en el país. Las razones que motivan el cese de actividades más que justas son graves. El Gobierno Nacional debería escuchar a los trabajadores con la misma atención que lo hace con la multinacional, y a la cual le entrega nuestros territorios sin consulta previa, o con presuntas falsas consultas como ocurrió en el Parque Nacional Tayrona.

Los trabajadores denuncian problemas de salud en la población ubicada a menos de 5 kilómetros de la zona de explotación y transporte del carbón., más de 12 mil hectáreas de Bosque Seco Tropical destruidas en una zona semidesértica como lo es el departamento de la Guajira y más de 10 nacimientos de agua potable destruidos.

La mirada indolente del gobierno nacional a la situación creada por la denominada locomotora minera, no esta dejando sino situaciones amargas para el pueblo colombiano. Desplazamientos, discriminación, pérdida de nuestra cultura, masacres, despojos. El gobierno no esta haciendo efectivos nuestros derechos fundamentales, olvidando su posición de Estado Social de derecho y por ende está restringiendo la libertad de elección de un plan de vida concreto en el marco de las condiciones sociales que permitan el desarrollo de los individuos.

Este no es el país que queremos y por tanto será necesario la utilización de los mecanismos de protección de los derechos y la posibilidad de participación ciudadana en la toma de decisiones políticas, que nos están afectando.