Tras un largo y enconado debate en el parlamento, finalmente el “royalty” o impuesto específico a la minería quedó fuera del proyecto de financiamiento para la reconstrucción en Chile por el terremoto y el tsunami de febrero último, que rebasaría hasta 2013 los 20 mil millones de dólares. El gobierno proponía aumentar el tributo de dos a tres años, además de subir la tasa de impuesto de 3,5 a 4 por ciento, oscilando hasta un 9 por ciento hasta el 2025, con lo que tenía la meta de obtener 600 millones de dólares para costear parte de la reconstrucción del centro-sur del país, devastado por los fenómenos naturales.
Pero la oposición rechazó la propuesta al considerar que al mantenerse la invariabilidad durante 15 años y dado los altos del precio del cobre, al final el país perdería al recaudar menos. En su lugar, propuso discutir separadamente el “royalty”.
Después de debates en ambas cámaras del congreso, se formó una comisión mixta donde este jueves fracasó la negociación y el oficialismo renunció a la discusión legislativa.
Las críticas del gobierno a la oposición fueron tajantes, al descartar de plano que desde La Moneda se vuelva a legislar sobre el impuesto específico a la minería. El ministro de minería, Laurence Golborne, descartó una nueva oportunidad para un acuerdo futuro sobre el tema.
“Las coyunturas para haber logrado un consenso importante, amplio, para modificar los impuestos, para subir los impuestos a la minería, se han dado en este minuto y se ha desperdiciado una oportunidad histórica. Estas condiciones van a ser muy difícil que se vuelvan a dar?, sostuvo Golborne.
A su vez, el ministro de Hacienda, Felipe Larraín, indicó que ya se están analizando otras opciones para conseguir los fondos que aportaría este impuesto específico, y dijo que “la más fácil y clara es usar el fondo de estabilización económico social”.
Este fondo tiene ahorros por más 11.000 millones de dólares de Chile custodiados por bancos del exterior.
Según el gobierno, los costos de la reconstrucción ascenderán a 20.234 millones de dólares hasta 2013, y ha propuesto que para 2010 se aprueben 4.718 millones de dólares.
El senador socialista Camilo Escalona explicó que el argumento que utilizó la opositora Concertación para rechazar la norma no discrepaba del tributo, sino de la invariabilidad de quince años para los impuestos a las firmas mineras que entregaba a cambio esta propuesta del gobierno.
“Asumimos nuestra responsabilidad frente al país, no compartimos un esquema tributario que dejaba la gran minería intocable hasta el 2025 y, por eso, votamos en contra. Pero votamos a favor un mayor aporte de la gran minería a las arcas fiscales”, indicó el senador.
El senador democristiano Eduardo Frei aclaró que con las normas aprobadas los recursos para el financiamiento de la reconstrucción están asegurados, por lo que pidió seguir debatiendo acerca del “royalty” con mayor calma.
“Los 3.500 millones de dólares que el gobierno necesita, con todos los impuestos y artículos que se aprobaron están financiados, tanto para el programa de gobierno como para el de reconstrucción y queremos discutir el tema del impuesto específicos a los recursos no renovables de Chile con tranquilidad”, añadió Frei.
“Estamos de acuerdo con subir los impuestos a las grandes mineras. Sin embargo, el oficialismo lo votó en contra para hacer fracasar el proyecto, porque votamos en contra de los beneficios tributarios que el gobierno les quería entregar a las empresas mineras extranjeras”, dijo a su vez la senadora socialista Isabel Allende.
Allende afirmó que, luego de este traspié, espera que el oficialismo esté dispuesto a abrirse para discutir una propuesta de royalty “de verdad”, conveniente para los intereses del país a mediano y largo plazo.
El “royalty” fue establecido en 2005 durante el gobierno del presidente Ricardo Lagos, con una invariabilidad tributaria hasta el 2017 de un 4 por ciento, y ahora la oposición, que gobernaba Chile hasta marzo pasado, explica que debieron hacer esa concesión porque la derecha se negaba entonces a aceptar el impuesto a las mineras.