Aumentos a royalty generarían disputas entre el Estado y mineras en tribunales externos. Sería para recaudar fondos para atender la reconstrucción por el terremoto. Sin embargo, en la industria admiten que estarían dispuestas a estudiar una fórmula, pero siempre y cuando ésta sea transitoria. La actividad estrella de Chile muestra su verdadero rostro: explotar y ganar aunque solo queden las ruinas

Fuente: Portal Minero

18/03/2010. Cuando en 2005 se introdujo un royalty a las mineras, este contó, después de una larga discusión, con el consentimiento de las empresas del sector. Hoy el escenario es distinto y un alza unilateral en el tributo podría generar que las firmas recurran, si así lo estiman conveniente, a tribunales internacionales.

En la Ley 20.026, que estableció un impuesto específico a la actividad minera, se convino agregar al Decreto de Ley 600 para inversiones extranjeras un artículo que estableció la invariabilidad tributaria por hasta 15 años.

“Por ello, no se pueden hacer modificaciones, porque un cambio a la ley no generaría mayores ingresos tributarios. Todas las grandes mineras tienen invariabilidad tributaria, o sea, no se les puede modificar el tributo que actualmente pagan, de hasta 5% sobre la renta operacional imponible”, dice una alta fuente de la industria.

Coincide un ex personero de gobierno que participó en la elaboración de la ley. “En su momento, las empresas estuvieron de acuerdo con realizar modificaciones. Por ello, no recurrieron a tribunal alguno”, señala.

Es más, en el Consejo Minero, que agrupa a las 15 empresas más importantes del sector, encargaron estudios jurídicos para establecer una posible defensa basada en la invariabilidad tributaria.

Consciente de esto, la administración del Presidente Piñera estaría evaluando alternativas al royalty para recaudar mayores ingresos provenientes de las mineras. Consultado al respecto, el ministro de Minería, Laurence Golborne, no quiso referirse a las posibles modificaciones tributarias.

Reacción

En la industria no hay una posición definida y las mineras han conversado entre ellas someramente sobre el tema. Es más, tanto el Consejo Minero como la Sociedad Nacional de Minería (Sonami) han querido bajarle el perfil, evitando realizar declaraciones. Pero fuentes del sector admiten que existe inquietud.

“Este es un momento muy delicado. El terremoto lo cambió todo. Si el Gobierno decide hacer modificaciones, aunque todavía deben ser discutidas en el Congreso, sería para nosotros muy impopular reaccionar en contra. Además, políticamente hablando, no habría senador o diputado que se opusiera a modificarlo”, sostiene un alto ejecutivo del sector.

El hecho es claro. “Nadie va a reclamar, porque las compañías mineras tuvieron un buen año pasado, y este año van a tener ganancias extraordinarias, por el precio del cobre. Por lo tanto (realizar modificaciones), es de muy fácil venta”, afirma una fuente de la industria.

El problema -señala otro alto ejecutivo- es que el alza se mantenga más allá de la coyuntura, en este caso la reconstrucción del país.

“Entendemos que se necesita recaudar mucha plata, pero la historia dice que una vez que se suben los impuestos cuesta mucho que vuelvan a bajar”, reclama con resignación.

Por ello, las mineras estarían dispuestas a discutir el tema con las autoridades, siempre y cuando haya un compromiso de que el alza sea transitoria.

Para algunos, el tema no sería menor. Según un gerente de una de las firmas más grandes que operan en el país, “no todas las mineras son iguales, y para algunas, un aumento en los impuestos podría tener un impacto relativamente relevante en la factibilidad económica de sus proyectos; incluso podría hacer inviable desarrollarlos”, dice.

Reunión con mineros

Ayer por la mañana, Golborne se reunió con las grandes mineras socias del Consejo Minero, oportunidad en que el secretario de Estado aprovechó para tocar el tema del royalty.

En el encuentro, el ministro reconoció que en el Gobierno se estudia la posibilidad de revisar todos los tributos, en particular el impuesto específico a la actividad minera.

Aún así, la cita también sirvió para evaluar qué otras alternativas existen para coordinar la ayuda del sector con fines reconstructivos de las zonas más afectadas por el terremoto.

Señales para el inversionista

La decisión de elevar el royalty minero -manifiesta Juan Carlos Guajardo, director ejecutivo del Centro de Estudios del Cobre y la Minería (Cesco)- debe ser muy bien estudiada, por el tipo de señal que se está dando a los inversionistas. “Es cierto que estamos frente a una emergencia, pero hay que tener cuidado, porque todo lo que es tributación al sector minero involucra efectos en el largo plazo”, explica.

Según el especialista, las condiciones legales para operar deben ser claras y estables en el tiempo.

Sin embargo, advierte que “discutir este tema es muy correcto, sobre todo cuando contamos con una industria minera muy bien desarrollada”. Pero dice que es crucial discutir sobre la base de un amplio consenso.

La misma discusión

A su vez, repara sobre el hecho de reabrir la discusión en torno a volver al royalty minero, cuando fue un tema bastante difícil de zanjar hace cinco años. “Allí se dijo que sería una cosa de una sola vez. No estoy dejando de lado lo importante que es decidir de dónde se sacará el financiamiento adicional que nuestro país necesita, pero no me parece correcto para efectos de nuestra estabilidad institucional que estemos, cada cinco años, abriendo la discusión”, comenta.

En ese sentido, recuerda que las importantes reservas que tiene nuestro país gracias a la industria minera le han permitido, en parte, pagar su deuda. Esto último, agrega, nos convierte en una nación con una situación fiscal sólida.

Guajardo también indica que estudios comparativos muestran que Chile tiene un royalty situado en el punto medio-bajo de la tabla de tributación internacional (Economía & Negocios).