El desarrollo y operación de la industria minera en Chile ha generado cientos de faenas abandonadas a lo largo del territorio. De éstas, cerca de 400 -según cifras preliminares del Servicio Nacional de Geología y Minería (Sernageomin)- constituyen algún riesgo para la salud y seguridad de las personas, por su fragilidad o contenido químico, según indicó El Mercurio.
Fuente: Inversor Energético & Minero
20/01/2010. El ministro de Minería, Santiago González, señaló que según cifras que maneja su cartera, el costo de terminar con la totalidad de los denominados pasivos ambientales superaría los u$s 500 millones. El secretario de Estado subrayó que este monto es “muy significativo”, por ello explicó que el gobierno está trabajando en un anteproyecto para un texto legal, que busca determinar la responsabilidad financiera para el término y mitigación de estos vestigios, dado que muchos de ellos son muy antiguos y las empresas que los generaron ya no existen y no hay quién se haga cargo de ellos.
Fórmulas para remediar
Para el director nacional del Sernageomin, Alejandro Vio, la estimación de la inversión requerida “no es una gran cifra, si uno ve lo que se invierte la minería y lo que aporta al país”, pero destacó que es “necesaria una regulación, una normativa legal que nos permita actuar frente a estos activos”. Señaló que “la mejor fórmula es que quien generó el pasivo termine con él”, pero aseguró que al haber pasivos sin dueños se pueden generar mecanismos de incentivo, incluso tributarios para que los dueños del terreno en el que se encuentra el pasivo o terceras personas se interesen por arreglarlos. Incluso algunas empresas mineras podrían interesarse en explotar los minerales aún presentes en dichos terrenos.
“Sabemos que hay muchos pasivos que todavía tienen algún contenido de mineral por lo que se podría llegar a algún tipo de acuerdo para que las empresas que se hagan cargo de estos pasivos ambientales, de tratarlos y reprocesarlos, obtengan algún beneficio en contraprestación de hacer un cierre”, dijo González.