Con una estrategia en desarrollo que implica presión hacia los parlamentarios, la judicialización del caso y la movilización social en diversas ciudades y pueblos, está en marcha la campaña “Salvemos La Higuera” -cuyo principal objetivo hoy es impedir la instalación de la Minera Dominga- en esta comuna situada a 60 kilómetros al norte de La Serena, Región de Coquimbo.
Fuente: Diario Universidad de Chile
De acuerdo al sitio oficial del proyecto con inicio de producción de hierro y cobre programado para el 2020, la minera se mantendría activa por 22 años y se espera extraer anualmente 12 millones de toneladas de hierro concentrado y 150 mil toneladas de cobre concentrado. Lo que para unos es una señal positiva por la generación de ingresos y empleos, para otros es un desastre pues Dominga afectará un área de influencia que abarca 12 mil 617 hectáreas y parte de ella lo haría en el sector costero cercano a la Reserva Nacional Pingüino de Humboldt, considerado un sitio de valor universal.
En declaraciones a diario El Día de La Serena (15/01/17), el representante legal de Andes Iron, Iván Garrido, señaló que más de 1.200 personas de la comuna han firmado un acuerdo con la minera y muestra su orgullo por esta aprobación que: “refleja el trabajo que venimos haciendo hace dos años y medio, con altos y bajos, discusiones y aprendizajes, el cual desembocó en la firma de este documento, que es un símbolo concreto de nuestro interés por buscar una manera de coexistir armónicamente e inclusivamente con la comunidad”.
No obstante ese acuerdo, juntas de vecinos, centros de padres y apoderados de colegios, pescadores artesanales y diferentes otras agrupaciones locales han manifestado reiteradamente su más absoluto rechazo a la imposición de la iniciativa de Andes Iron.
“Nosotros estamos a favor de la naturaleza y del desarrollo sustentable, nuestra visión es propositiva y en este caso más que oponernos a la industrialización y a la mega minería, sabemos que no son actividades compatibles. No es compatible la actividad extractivista con las reservas marinas, con reservas naturales y con un ecosistema único en el planeta”, sostiene Cristóbal Díaz de Valdés, representante del “Movimiento Chao Pescao” uno de los que se ha manifestado contrario a la instalación del proyecto en La Higuera.
“No nos cabe en la cabeza que un sitio que ha sido declarado prioritario para la conservación por el Estado de Chile y que está sujeto a acuerdos y leyes internacionales hoy se vea nuevamente amenazado por un megaproyecto de industrialización”, argumenta.
Con él, “se van a instalar tres mega puertos, se explotará dos rajos abiertos con una planta desalinizadora –que tomará agua del mar para su uso industrial y devolverá salmuera al mar- con una planta térmica para generar energía y con una ciudadela industrial. Será claramente una zona de sacrificio”, denuncia Díaz.
Además, recuerda el dirigente, hay que tener en cuenta “el historial corrupto y las irregularidades que ha habido en los estudios de impacto ambiental, la debilidad que tiene este estudio. Nosotros somos testigos de la tragedia que hay en el país nivel de corrupción y por eso creemos que un proyecto con este historial no es confiable”.
La empresa a cargo de Dominga, Andes Iron, es controlada por José Antonio Garcés y Carlos Alberto Délano. Este último ingresó este mega proyecto en septiembre de 2013 al Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA) para su calificación. Hasta hoy no cuenta con una aprobación legal definitiva.
“Este es un caso emblemático a nivel nacional. Punta de Choros -recuerda Díaz- destrabó el caso de corrupción de (Pablo) Wagner –subsecretario de minería del gobierno de Sebastián Piñera-, y eso destrabó el tema de Penta y eso destrabó la red de corrupción que hay alrededor de la política y la institucionalidad”.
El Movimiento Chao Pescao duda de los reales intereses de los inversionistas en el sentido de producir hierro y cobre. “Lo que ellos plantean del hierro premiun es una mentira. Este es un proyecto no rentable, nos hemos dado cuenta que más allá del hierro y del cobre hay otros minerales. Y está unido al proyecto IIRSA (Iniciativa para la Integración de la Infraestructura Regional Suramericana) que tiene que ver con el corredor bioceánico y la salida de los productos que vengan desde el Atlántico sería por estos puertos de La Higuera. Esto explica que quieran, a como dé lugar, sacar la resolución ambiental de este proyecto”.
La campaña “Salvemos La Higuera” cuenta con el apoyo de la Federación de pescadores, las caletas de pescadores, los sindicatos, juntas de vecinos, el consejo consultivo comunal, diversas ONG como Chao Pescao y el Movimiento de defensa del medio ambiente (MODEMA). En la argumentación del rechazo, las organizaciones sostienen que la comuna tiene más de nueve poblados -Los Choros, Punta de Choros, Caleta Los Hornos y El Trapiche, entre otros- que se han desarrollado de manera sustentable desde siempre con actividades económicas de pequeña escala.
Indican que se trata de una zona con valor histórico, cultural y natural. No hay otra – dicen – que tenga la biodiversidad que tiene La Higuera, que tenga reservas marinas, desierto florido, historia cultural de pueblos aborígenes como Los Changos, que posea las áreas de manejo marino más productivas del país, con el acuífero más grande de la región: enfatizan que es un lugar único en el planeta.
Como parte de su estrategia, señalan que el 8 de marzo representantes de esta campaña se reunirán en una sesión especial en la Cámara de Diputados en Valparaíso para plantear sus posiciones. A nivel judicial, se están preparando equipos de abogados para judicializar este caso, se está solicitando la invalidación del EIA, a nivel social varios poblados han despertado y están preparando sus actividades sean de carácter cultural, marchas y también otras como cortes de camino, que ya se han hecho. Y se está dando a conocer el caso a nivel internacional.
La oposición a Dominga se inició en 2013 cuando una serie de organizaciones sociales de La Higuera manifestaron su rechazo denunciando que “Andes Iron con su proyecto “Dominga” oculta, tergiversa y manipula la información relacionada con los impactos, con el fin de que los Servicios Técnicos que deben evaluar el proyecto, y la comunidad, no puedan tener una dimensión real de la destrucción que ésta supone: maximización de las utilidades sin considerar los costos sociales y ambientales, cuestión imperdonable y simplemente absurda en una empresa chilena”.
La misma declaración añadía que “Considerando la magnitud y duración del proyecto y la sinergia de impactos sobre suelo, agua y aire, es evidente que el área de influencia pueda abarcar hasta áreas protegidas bajo protección oficial, en este caso Áreas de Manejo de Recursos Bentónicos y la Reserva Nacional Pingüino de Humboldt y Reserva Marina Islas Choros-Damas. El mega puerto en Totoralillo Norte con la presencia de buques de gran calado constituyen un riesgo potencial de afectación a estas áreas y a los recursos biológicas”
Díaz precisa que con las operaciones de Dominga, “se fracturaría un ecosistema formado por un archipiélago compuesto por ocho islas y 4 islotes por el ingreso de mega buques mineros (de 400 m de largo) a esta bahía que alberga a más del 80% de la población mundial del pingüino de Humboldt, a 16 tipos de cetáceos, colonias de delfines nariz de botella, más de 800 especies de fauna marina. Además de los buques estarán activos los remolques y por otro lado la planta desalinizadora estará devolviendo al mar la cantidad de 25 piscinas olímpicas de salmuera al día”.
Como parte de sus relaciones con otras organizaciones, Chao Pescao apoyó la realización de un video de la organización internacional Oceana, que ha sido ampliamente difundido.
Hace 10 años, No a las termoeléctricas
La lucha contra la instalación de Minera Dominga no es la primera que han abordado las organizaciones sociales y ambientales de la Higuera. Hace diez años esa comunidad se vio enfrentada a la posibilidad de la instalación de tres plantas termoeléctricas, con evidentes riesgos para el ecosistema de la zona.
En septiembre del 2007 Codelco presentó el estudio de impacto ambiental para Farellones, que consideraba dos centrales de 400 MW cada una. Pretendía entregar energía a las divisiones mineras en El Salvador: Andina, Ventanas y El Teniente, a través del Sistema Interconectado Central (SIC). Le siguió la empresa Suez Energy, con Barrancones, otra central termoeléctrica con una capacidad de 540 MW, la cual se localizaría cerca de la reserva Isla Damas. En tanto, en junio del 2008 ingresó a tramitación una iniciativa similar de CAP S.A., con Cruz Grande, que incluía una planta de generación termoeléctrica de 300 MW, también en La Higuera, a pocos kilómetros de las islas Choros, Damas e Isla Chañaral, de la Reserva Nacional Pingüino de Humboldt.
Este escenario llevó a la comunidad a organizarse para crear conciencia de los efectos negativos que estos megaproyectos podrían significar para La Higuera. Con este fin se creó en agosto de 2007 el MODEMA, que se unió a los esfuerzos del municipio, el Sindicato de Pescadores de Punta de Choros y el Movimiento Línea Verde de Caleta Hornos, entre otros. Posteriormente obtuvieron el respaldo de Oceana, la Confederación Nacional de Pescadores Artesanales de Chile, entre otras entidades.
Todos se unieron en una campaña bajo el lema “Salvemos Punta de Choros”. Un video sobre el tema circuló por redes sociales y medios, en el cual distintos líderes de opinión llamaban a detener Barrancones. Más de un millón de personas lo reprodujeron. Y eso significó que la demanda de los habitantes de la Higuera se transformara en un tema nacional.
En noviembre del 2008 Codelco retiró el proyecto Farellones, aduciendo como razón principal las dudas de comunidad respecto de la calidad técnico y ambiental de la iniciativa. En agosto del 2010, debido las repercusiones de la cruzada contra Barrancones y al emplazamiento hecho al entonces Presidente Sebastián Piñera de que cumpliera sus promesas de campaña de no autorizar plantas contaminantes en la zona, se tradujo en su intervención directa para suspender su construcción, aun cuando el proyecto ya había sido aprobado a nivel regional. A comienzos del 2011, CAP S.A. comunicó por su parte su desistimiento de la central Cruz Grande, que se iba a emplazar a 30 kilómetros de Punta de Choros.
El siguiente video es una síntesis de esa campaña.
Un activista recorre el mundo
Un pingüino de Humboldt de peluche porta un cartel que dice: “No a la mina Dominga. Salvemos a La Higuera”. Esa imagen desde inicios de febrero de este año aparece en diversos escenarios a nivel internacional como la Catedral de Helsinski, el Reichstag (Parlamento alemán en Berlín) y las ruinas del Coliseo romano, por mencionar algunos, como parte de una campaña que lleva adelante un activista que se acercó al “Movimiento Chao pescao”, y le informó que llevaría adelante esta acción internacional contra Minera Dominga. Cada vez que la imagen aparece en las redes sociales en un nuevo escenario alcanza rápidamente miles de interacciones virtuales de aprobación.