El pasado miércoles fue entregada a la Moneda una propuesta de política minera de un grupo de 13 personas, convocadas por Ricardo Lagos (el mismo que en 2001 ratificara a espaldas de la ciudadanía el nefasto Tratado Binacional Minero Chile-Argentina); según se informa en El Mercurio, este grupo trabajó de manera secreta y a puerta cerrada durante un año para definir los lineamientos país en el sector económico que más conflictividad socioambiental ha generado en los últimos 10 años.

Por Observatorio Latinoamericano de Conflictos Ambientales – OLCA

DECLARACIÓN PÚBLICA

El pasado miércoles fue entregada a la Moneda una propuesta de política minera de un grupo de 13 personas, convocadas por Ricardo Lagos (el mismo que en 2001 ratificara a espaldas de la ciudadanía el nefasto Tratado Binacional Minero Chile-Argentina); según se informa en El Mercurio, este grupo trabajó de manera secreta y a puerta cerrada durante un año para definir los lineamientos país en el sector económico que más conflictividad socioambiental ha generado en los últimos 10 años. Frente a esto OLCA declara:

1. No podemos, porque no conocemos, juzgar las intenciones de quienes aceptan bajo cláusula de silencio participar de este grupo, pero sin duda el solo hecho de integrarlo da cuenta de un pragmatismo inoculado en el sentido común como correcto. Frases como “más vale estar que no estar”, “sino soy yo será otro que lo hará peor”, “hay que sumar y no restar”, y símiles, nos han hecho perder el norte valórico que debiera orientar los destinos y el presente de las comunidades humanas.

2. En una reunión que tuvimos el sábado con comunidades que luchan por la defensa y recuperación del agua en el país, se planteó el tema de, en el marco de las innumerables reuniones, mesas de trabajo, seminarios y cabildos a los que está invitando la autoridad, cuál debía ser nuestra posición: automarginarnos o participar de todos los espacios. El acuerdo fue “hay que tratar de estar en todos lados, siempre y cuando haya un mínimo de respeto hacia nosotros y nuestros territorios”, parafraseando esto, nos parece que esta política minera pretendida para el país, es ante todo una enorme falta de respeto.

3. ¿Quién le otorgó a estas 13 personas la autoridad para ir a fabricar confidencialmente políticas que condicionarán irreversiblemente nuestras formas de vida? ¿Cómo pueden seguir legitimando la construcción de un Chile arbitrario y sordo? La política minera actual fue ideada durante la dictadura y ha producido una crisis socioambiental sin precedentes, ya sabemos que no funciona hacer las cosas a espaldas de la gente, ¿para qué contarse el cuento de que ahora será distinto?

4. Dentro del grupo de los 13 se encontraba Chile Sustentable, el Observatorio Ciudadano, y un dirigente atacameño, quienes después de la noticia en Emol[1], sacaron una declaración pública señalando que ellos se habían restado del proceso en enero, y que en marzo habían entregado una “Memoria Alternativa” que pretendía recoger la postura no escuchada por el resto de los participantes del selecto grupo. A nuestro parecer la disculpa agravó la falta, en primer término, porque luego de una lectura detenida de esta propuesta alternativa, se aprecia que no es más que un salvavidas a la megaminería química, actividad cada vez más deslegitimada a nivel mundial, que en todas partes vulnera los DDHH y que está siendo frenada por la presión territorial en diversas regiones del planeta. Y en segundo, porque no hay ni un comentario sobre la suplantación de representatividad que se arrogan, no cuestionan el inaceptable secretismo y el error de pensar que en esas condiciones se puede gestar algo para el bien común.

5. Para quienes creemos que el fin no justifica los medios, nos parece urgente avanzar en la deconstrucción de las lógicas de eficiencia y optimización, seguramente la incorporación de las comunidades en los debates lentificará los procesos, supondrá mayor desgaste, no será comprendida por las empresas transnacionales y el mercado que presionan al poder ejecutivo, obligará a destecnificar los discursos, a reencontrarnos con la simpleza, a dulcificar los egos… todas cuestiones que cuestan y para las que no estamos preparados, pero que son imprescindibles para asentar la convicción de que nada ni nadie defenderá mejor nuestros derechos que nosotros mismos.

Observatorio Latinoamericano de Conflictos Ambientales – OLCA

Santiago, 19 de junio de 2014