Treinta mil personas se manifestaron contra la construcción de una red de represas hidroeléctricas. La Policía chilena detuvo a 67 personas en la protesta que convocó a 30.000 manifestantes por el centro de Santiago contra la construcción de cinco represas hidroeléctricas en la Patagonia chilena, y que también dejó una decena de heridos.

 

Fuentes: AFP y DPA

15/05/2011. Chile amaneció hoy con las violentas imágenes que se repiten en diarios y TV. Es que la Policía chilena detuvo a 67 personas en una protesta que convocó a 30.000 manifestantes por el centro de Santiago contra la construcción de cinco represas hidroeléctricas en la Patagonia chilena, y que también dejó una decena de heridos.

. Los 67 manifestantes fueron detenidos por desmanes contra locales comerciales, sucursales bancarias y el mobiliario público, producidos en medio de choques contra los Carabineros en la noche del viernes, por lo que serán derivados ayer a un tribunal de Santiago. También hubo una decena de heridos entre uniformados y manifestantes, según el informe policial.

La masiva marcha, coordinada desde distintas redes sociales, denuncia gravísimos daños en el medio ambiente y recorrió calles del centro de la capital chilena contra la construcción de las represas en los ríos Pascua y Baker en la Patagonia, que el lunes dio el primer paso en el Congreso trasandino.

Las protestas se repitieron en ciudades como Valparaíso, Concepción, Chillán y Valdivia, donde también se registraron incidentes y detenidos, afirmó la policía.

Por su lado, el expresidente chileno Ricardo Lagos afirmó hoy que el megaproyecto eléctrico “es necesario” porque se requiere de más energía.

“Creo que es necesario, el que sea bueno o no depende de las evaluaciones a las que tenga que ser sometido; es necesario porque necesitamos más energía, pero eso debe incorporarse en un contexto más amplio”, dijo Lagos este domingo a la Televisión Nacional.

La construcción de las represas, en un proyecto llamado Hidroaysén, es un emprendimiento conjunto de la española Endesa -controlada por la italiana Enel- y la chilena Colbún, y supone una inversión total de más de 7.000 millones de dólares, incluida una extensa línea de transmisión de más de 2.000 km. El proyecto, que generará 2.750 megavatios comenzaría a construirse en 2014.

El ex mandatario recalcó que “el país no puede decir no a Hidroaysén, no a la nuclear, no a todo”, en alusión a las masivas protestas que se han sucedido en varias ciudades de Chile en contra de la hidroeléctrica.

“Fui uno de los principales impulsores a las energías renovables no convencionales, creo que es fundamental hacerlo, y ahí tenemos un paso que dar”, dijo Lagos, quién agregó: “acá (en Chile) no hay, no conozco una visión estratégica a largo plazo en materia energética”.

Por otro lado, el ex presidente calificó de “gravísimo” los dichos del ministro del Interior, Rodrigo Hinzpeter, quien manifestó horas antes de la votación que el proyecto era “bueno para el país”.

El pasado lunes, doce funcionarios gubernamentales que conformaron la Comisión de Evaluación Ambiental de la región de Aysén, unos 1.800 kilómetros al sur de Santiago, votaron a favor del estudio de impacto ambiental de Hidroaysén.

Para el ambientalista Manfred Max-Neef y ex rector de la Universidad Austral el total de 3.800 torres que van a instalar en 1.912 kilómetros “será la cicatriz más grande del planeta”. Según dijo, “es el proyecto más brutal que se ha diseñado y cuando ni siquiera existe política energética en Chile. Aquí sólo importa el negocio”.