“Dicen los vecinos de distintas partes del país que les están envenenando el agua, el aire, el suelo.”
Por Mex Urtizberea
DICEN los vecinos de Catamarca que hay una compañía minera que les está contaminando el agua y el aire.
Dicen los vecinos de Tucumán que, en varios pozos de agua para el consumo, hay de mercurio un 160 por ciento más de lo tolerable.
Dicen los vecinos de La Boca que muchos de ellos tienen la sangre intoxicada por la contaminación que producen grandes empresas sobre el Riachuelo.
Dicen los vecinos de la Ceamse que la salud de todos ellos está en riesgo por culpa de esas montañas de basura con las que tienen que convivir.
Dicen los vecinos de Río Hondo que se están muriendo los peces por la contaminación que afecta la cuenca Salí-Dulce.
Dicen los vecinos de Famatina y Chilecito, provincia de La Rioja, que la minera que quiere instalarse allí va a hacer desaparecer el único curso de agua que reciben de la precordillera andina.
Dicen los vecinos de Formosa que el glifosato que utilizan unos empresarios sojeros está intoxicando a sus familias y matando la flora y la fauna.
Dicen los vecinos de Tornquist y de Saavedra que no deben iniciar las actividades mineras que quieren emprender en esa zona porque van a contaminar los recursos hídricos superficiales y subterráneos.
Dicen los vecinos de Gualeguaychú que las papeleras instaladas en la costa uruguaya van a provocar un desastre ecológico en la zona.
Dicen los vecinos de distintas partes del país que les están envenenando el agua, el aire, el suelo.
Dicen que los escuchen.
Dicen que es urgente.
Dicen que les den respuestas.
Dicen las compañías mineras cuestionadas que ellas dan trabajo a la gente.
Dicen las industrias cuestionadas que ellas traen desarrollo.
Dicen las empresas cuestionadas que ellas invierten en el país.
Dicen los vecinos que sus pueblos no se ven ni más ricos ni más desarrollados; que, en realidad, se ven más contaminados.
Dicen algunos expertos que no es cierto que contaminan.
Dicen otros expertos que es cierto que contaminan.
Dicen algunos expertos que el desarrollo siempre trae contaminación.
Dicen otros expertos que se puede encontrar un equilibrio entre el desarrollo y el respeto al medio ambiente.
Dicen los vecinos que entonces se encuentre ese equilibrio.
Dicen que es urgente.
Dicen las autoridades locales que ahora no pueden, que están ocupadas.
Dicen los secretarios que ya lo anotaron en la agenda, que van a ver qué pueden hacer.
Dicen los representantes que no se preocupen, que si se pone muy grave el asunto, se puede usar la plata de todos para sanear los desastres naturales que provocaron algunos: las empresas, las compañías mineras, las industrias o lo que fuere.
Dicen los vecinos de distintas partes del país que les están envenenando el agua, el aire, el suelo.
Y dice la gente que, con todo eso, no ve siquiera ni más ricos ni más desarrollados ni más felices a sus pueblos.
Dicen, una y otra vez, que es urgente.