Esclarecedor, profundo y didáctico. Así es el integrante de la Coordinación Nacional del Movimiento de Trabajadores Rurales Sin Tierra de Brasil, João Pedro Stédile a la hora de analizar el fenómeno del agronegocio como parte de la lucha de clases entre el capital y los explotados del campo y la ciudad. Intervención completa de João Pedro Stédile en V Congreso de la CLOC.
Fuente: Radio Mundo Real
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20/11/2010. Y también es contundente: “el agronegocio, la agricultura industrial llevada adelante por el capital financiero internacional no puede ser el futuro, no garantiza alimentos saludables -ni siquiera más baratos- para la humanidad y por el contrario significa una amenaza para la supervivencia del planeta”, señaló el teórico brasileño en su intervención en el V Congreso de la Coordinadora Latinoamericana de Organizaciones del Campo (CLOC-Vía Campesina) celebrado en la capital ecuatoriana en octubre pasado.
Estas fases -ninguna de ellas superada- pueden tener su punto de inicio en la lucha por la tierra; posteriormente la instalación en la agenda internacional del concepto de Soberanía Alimentaria, la defensa de las semillas… hasta la actualidad donde, según Stédile “vamos hacia territorios campesinos liberados y autónomos”.
Su lectura por cierto que está en consonancia con las conclusiones a que arribaran más de mil delegados y delegadas campesinos de todo el subcontinente tras diez días de sesiones: el movimiento rural latinoamericano es un actor político estratégico en todo proyecto de desarrollo, entendido éste bajo el concepto de “Buen Vivir”, anticapitalista y hacia el socialismo.
El movimiento campesino es, pues, un actor que no se reconocía como tal, que aportó y mucho para la conformación de gobiernos progresistas… pero que definitivamente ahora va por más.
Lucha de clases y agronegocio
Stédile inscribe su análisis de la apropiación por parte de las trasnacionales del capital de tierras, semillas y alimentos en el marco de la lucha de clases. Ésta, señala, también se disputa en el marco cultural, en el enfrentamiento de modelos de producción agrícola: el campesino y el industrial.
En su intervención, que se extendiera por casi una hora, analizó el hecho de que también a nivel de la generación de nuevos conocimientos que hacen a la agricultura campesina es donde se disputa la vinculación de las nuevas generaciones al medio y la cultura rurales.
Si la Universidad, como institución, ha sido colmada de ideas funcionales al capital, ocurre que incluso cuando los gobiernos tienen la intención política de favorecer a la agricultura campesina “muchas veces no saben cómo hacerlo”, dijo Stédile marcando así una tarea a los intelectuales comprometidos con las luchas campesinas.
Sin embargo, el hecho que “el agronegocio incluye contradicciones fundamentales que no le permiten ser el futuro”, como señala Stédile en su intervención, no significa que la victoria sea una cuestión de tiempo únicamente.
La disputa está planteada desde el territorio, la educación, la investigación, la comunicación e incluso la incidencia en los gobiernos, explicó. Y hay, por tanto, muchas tareas a realizar.
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