Las minas en China, el mayor productor y consumidor mundial de carbón, que emplea a 5,5 millones de mineros de carbón, “definitivamente están reconocidas como las más mortales del mundo” pese a las promesas gubernamentales de cerrar o consolidar muchas operaciones pequeñas o inseguras, dijo Blin.

 

 

Fuente: diario El Universal

Ginebra, Suiza – 11/10/2010. Muchas muertes no quedan registradas en la industria minera, donde los trabajadores enfrentan graves peligros bajo tierra y está latente la posibilidad de que las firmas y las autoridades oculten la ocurrencia de accidentes, dijeron expertos el lunes.

Lo que está sucediendo con 33 mineros atrapados a unos 700 metros debajo de la superficie en Chile ha dejado al descubierto el riesgo de las condiciones de trabajo en un sector en auge, afirmó Reuters.

Los hombres, atrapados en la mina chilena de cobre y oro San José y que empezarán a ser rescatados al comenzar el miércoles, han marcado un récord mundial de supervivencia bajo tierra tras un accidente minero.

No existen estadísticas globales confiables de las muertes en uno de los empleos más peligrosos del mundo, pero una federación de sindicatos con sede en Ginebra estima que hay 12.000 fallecimientos por año.

“Esos son sólo los registrados, los que podemos seguir”, dijo Dick Blin, portavoz de la Federación Internacional de Sindicatos de Trabajadores de Química, Energía, Minería y Afines (ICEM, por sus siglas en inglés).

“Muchas de las muertes en minería no están registradas. Es realmente difícil estimarlas. En muchos países, los representantes de las compañías irán a las viudas o a la familia, les darán dinero y les hará firmar documentos para que no hablen de eso. El problema está muy extendido en China”, dijo a Reuters.

CHINA LIDERA TABLA DE MUERTES

Los mayores accidentes en minería, cada uno cobrándose decenas de vidas, han ocurrido este año en China, Colombia, Rusia y el estado de West Virginia en Estados Unidos, mientras que al menos 200 murieron en Sierra Leona.

Las minas requieren tanto inspecciones como el cumplimiento de las medidas de seguridad en forma regular, de acuerdo con la Organización Internacional del Trabajo (OIT), una agencia de la ONU.

“Hay muchos peligros inherentes a la minería. Ellos están trabajando bajo tierra en un ambiente que podría no ser estable. Hay posibles desprendimientos de rocas, torrentes de agua y gases como metano”, dijo a Reuters Martin Hahn, experto en seguridad minera de la OIT.

La minería de carbón tiende a ser la más peligrosa debido a la probable presencia de metano, un gas tóxico que puede ser explosivo, dependiendo de la concentración, dijo.

Las grandes compañías tienden a tener un buen sistema de inspecciones, pero en muchos países el sector está marcado por la minería de pequeña escala, donde los trabajadores se desempeñan en pésimas condiciones fuera del control estatal, de acuerdo con Hahn, quien se abstuvo de precisar cuáles eran.

Las minas en China, el mayor productor y consumidor mundial de carbón, que emplea a 5,5 millones de mineros de carbón, “definitivamente están reconocidas como las más mortales del mundo” pese a las promesas gubernamentales de cerrar o consolidar muchas operaciones pequeñas o inseguras, dijo Blin.

El saldo de muertos oficial de la minería de China fue de 2.631 el año pasado, una caída desde unos 7.000 en el 2002.

En enero de este año, un incendio en una mina de carbón en Hunan dejó al menos 25 muertos, mientras que otro incendio, en una mina de oro en el Este, mató a 16 en agosto.

Rusia, uno de los cinco principales exportadores de carbón del mundo, está realizando una amplia campaña de seguridad minera después de un estallido en la mina de carbón Raspadskaya en Siberia en mayo que mató a unas 90 personas.

Sólo 24 naciones han ratificado la Convención de Seguridad y Salud en Minas de la OIT, incluyendo a importantes participantes de la industria como Estados Unidos, Brasil, Perú y Sudáfrica.

Pero Chile, el mayor productor mundial de cobre, además de Australia, Canadá, República Democrática del Congo, India, Rusia y Ucrania son algunos de los que no han firmado el pacto de 1995.