Crónicas del juicio contra el magnate del amianto Stephan Schmidheiny. Se trata del primer macrojuicio penal por esta causa que se produce en el mundo y ha reunido en Italia a decenas de víctimas de todo el planeta. Tiene unas 6.000 partes civiles personadas, es inédito y pone fin a un largo periodo de la impunidad. Este proceso ha sentado en el banquillo a dos potentados: los dueños de las empresas asesinas, en lugar de a sus directores de fábrica como había hasta ahora sido lo habitual. Sin embargo, representantes de Francia, Suiza, Italia, España, Holanda, Bélgica, Brasil, Perú, Gran Bretaña, Japón, India y China advierten de que en algunos países continúa ignorándose la letalidad del amianto.
Por Paco Puche desde Turín publicado en El Observador
El pueblo contra Schmidheiny
HOY, día 15 de marzo de 2010, estaban convocadas en las puertas del Palacio de Justicia de Turín todos los abogados, que en nombre de las 2.000 víctimas que han fallecido a causa de las fábricas de amianto que estaban instaladas en la región, defienden su causa ante un Tribunal Penal. Han acudido a la cita representantes de las asociaciones de víctimas italianas así como de las víctimas de todo el mundo y otros luchadores por la prohibición del amianto.
ES éste un juicio de suma importancia en el mundo. Por primera vez se aceptan las responsabilidades penales, además de las civiles; por primera vez están encausados los principales accionistas de las empresas que se han beneficiado del polvo mortal y por vez primera se extienden las responsabilidades no sólo al patrimonio de las empresas locales sino también a todo el patrimonio de los accionistas encartados.
STEPHAN Schmidheiny, el principal encausado, magnate enriquecido con el negocio del amianto mortífero que él y su familia han mantenido durante cerca de 100 años, puede ver sus huesos en la cárcel y su patrimonio confiscado. Como las vio venir a tiempo, puso parte de su fortuna a buen recaudo y la depositó en una fundación a la que trató de dar un perfil de capitalismo verde. Le ha llamado fundación AVINA, y se dedica a captar socio-líderes de los movimientos sociales para debilitar los movimientos de resistencia y buscar aliados de cara a todas las demandas que le esperan en lo próximos 30 años, provenientes de todo el mundo.
STEPHAN Schmidheiny, principal encausado como hemos dicho, es uno de los hombres más ricos del mundo en la actualidad, según podemos ver en el último número de la revista Forbes. Él y su familia han dominado el negocio de la fibra mortal en el mundo. Con presencia en decenas de países, y controlando el lobby del amianto, han ocultado, retrasado y procurado legislaciones favorables desde hace más de 40 años, fecha en la que ya eran conocidos los efectos letales del amianto. El silencio de médicos de empresas y administraciones que han logrado en estos años, les ha permitido no tener que aplicar las mínimas medidas de seguridad en sus empresas a las que una correcta legislación les hubiese obligado. Además, desde hace muchos años existían los sustitutivos de esta fibra mortal (que era usada en más de 3.000 productos, y que se sigue usando aún en los países empobrecidos), pero que resultaban mucho menos rentables que el amianto. En fin, un caso claro de enriquecimiento a costa de decenas de muertos cuyo goteo no cesará en las próximas tres décadas.
FRANCES Iselin, del sindicato suizo CAOVA comenta que es un caso de “cinismo industrial” y que este grupo denominado Eternit, ha sido un caso extremo de ocultamiento siendo este grupo del amianto una de las corporaciones más oscuras que hayan existido.
TODOS los aquí presentes coinciden en afirmar que Stephan y su familia han aprovechado todas las dictaduras para hacer sus buenos negocios con el amianto. Así ha ocurrido en Brasil, en Nicaragua, en España o en la Alemania de Hitler, siendo especialmente atroz su explotación de las minas de amianto en África del Sur durante el Apartheid, que sólo vendieron con ganancias dos años antes, en 1992, de que se implantará un régimen no racista.
ÁNGEL Carcoba, del sindicato CCOO de España y exiliado en Suiza en tiempos del franquismo, presente en la convocatoria, nos ha confirmado la presencia de muchos trabajadores españoles de la emigración en las empresas de Eternit, así como en otras que manejaban amianto, por lo que sus efectos se han notado y se seguirán notando, debido a que este polvo letal hace aparecer sus efectos después de los quince anos y hasta los treinta del contacto con el mismo.
EL juicio promete ser largo. Los abogados del acusado Schmidheiny tratan de hacer toda clase de piruetas formales para retrasar el desarrollo de la causa. Por ejemplo, están en estos momentos aduciendo que no están claras las acusaciones contra su defendido, habida cuenta de que algunas víctimas podrían ser adjudicadas a su familia y no a él, dado que era muy joven cuando algunas de las víctimas se expusieron al amianto, tanto en sus trabajos como en los pueblos en el que estaban sus fábricas.
PERO las expectativas de este macrojuicio en todo el mundo son muy grandes porque puede marcar un hito en cuanto a la adjudicación de responsabilidades, extensibles a los accionistas y no sólo a los gerentes de las empresas.
POR ello, las asociaciones de víctimas claman justicia, y por ello el principal encausado ni siquiera se ha presentado al juicio, como si no fuera con él. La vista se ha reanudado declarándolo en rebeldía.
DESDE las puertas del Palacio de Justicia de Turín, y con la compañía de todos los representantes de los afectados, quedamos a la espera de encontrarnos mañana (hoy) en el encuentro mundial de asociaciones de víctimas el amianto que se va a celebrar en esta misma ciudad, y en el que, probablemente, saldrá la creación de una gran asociación internacional contra el amianto, por la reparación y por la justicia. Es igualmente prospera la iniciativa de la creación de un Tribunal Penal Internacional al que se pueda llevar este tipo de crímenes industriales.
El fin de la impunidad
La celebración del macrojuicio del amianto, con unas 6.000 partes civiles personadas, es inédito y pone fin a un largo periodo de la impunidad. Este proceso ha sentado en el banquillo a dos potentados: los dueños de las empresas asesinas, en lugar de a sus directores de fábrica como había hasta ahora sido lo habitual. Sin embargo, representantes de Francia, Suiza, Italia, España, Holanda, Bélgica, Brasil, Perú, Gran Bretaña, Japón, India y China advierten de que en algunos países continúa ignorándose la letalidad del amianto. Uno de los magnates del amianto, Stephan Schidheiny, “tuvo la osadía de financiar un simposio en Perú en el que se iba a debatir sobre la fibra letal. La forma de hacerlo fue a través de la ya conocida fundación AVINA, que reza en los programas del citado encuentro como financiadota, junto a su inseparable ASHOKA”.
LOS/AS representantes de Francia, Suiza, Italia, España, Holanda, Bélgica, Brasil, Perú, Gran Bretaña, Japón, India y China, reunidos en el palacio de Congresos de Turín, tras recibir las noticias de la vista del juicio celebrado el pasado lunes, se congratulaban de que por primera vez en el mundo del amianto, los propietarios escondidos detrás de las anónimas corporaciones perdían su estatuto de impunidad.
EL catedrático de Derecho Penal Davide Petrini, de la Universidad del Piamonte Amadeo Avogadro, comentaba que era ya un triunfo inédito el mero hecho de la celebración del juicio y su desarrollo normal, a pesar de lo inesperado del mismo, por sentar en el banquillo de los acusados a dos potentados, dueños de las empresas asesinas, y por ser abordado con unas 6.000 partes civiles personadas en el proceso.
LOS representantes suizos de las asociaciones de víctimas desplegaban largas pancartas en las que figura una interminable lista de nombres de fallecidos delante del acusado Stephan Schmidheiny. Se trataba de trabajadores de la fábrica suiza del amianto sita en la localidad de Niederurnen, que como en el caso de Italia, recibía todas las instrucciones del propio Schmidheiny. Debido a que se conocen estas actuaciones, el fiscal lo considera presunto culpables, en lugar de acusar a sus directores de fábrica como había sido habitual hasta ahora.
EN una sucesión de galería de horrores, los representantes de los países mencionados iban desgranando las particularidades de sus casos. No obstante, en aquellos lugares en los que aún no se ha conseguido la prohibición de esta fibra mortal, la situación es, y seguirá siendo, extremadamente dramática. Han de soportar todas las muertes habidas y por haber, hasta que pasen 30 años de la deseable potencial prohibición.
EL caso de la India se nos mostró especialmente terrible, habida cuenta de que se niega la letalidad del amianto, y de que la confusión entre políticos e industriales del asbesto es más que conocida. Malas noticias, pues, para las víctimas presentes y futuras que, al igual que en China, veían además que el uso de la controvertida fibra sigue aumentando.
EN el caso de Perú se ha podido detectar el intento de infiltración del industrial del amianto Stephan Schmidheiny, que tuvo en 2004 la osadía de financiar un simposio en el que se iba a debatir sobre la fibra letal a través de la ya conocida fundación AVINA, que reza en los programas del citado encuentro como financiador junto a su inseparable ASHOKA. Los representantes suizos, que son los que mejor conocen al personaje enjuiciado, constatan que en estos momentos AVINA y sus aliados son más peligrosos que la propia Eternit, el oligopolio del amianto en el mundo. Dicen que mientras el amianto mata el cuerpo, AVINA y sus falsos cantos de sirena, penetran con daño en la mente y en el espíritu.
PARA el caso español ha hablado el representante de CCOO Ángel Carcoba, un luchador histórico, que ha explicado como el amianto entra en el país de la mano de la dictadura, como “premio” a Juan March por los servicios prestados durante la Guerra Civil española, gozando por tanto de total impunidad y que ha continuado durante la monarquía, sin que hasta la fecha se haya producido nada igual a lo que se vive aquí en Turín. Carcoba ha propuesto, una vez más, la constitución de un Tribunal Penal Internacional Laboral que enjuicie estos presuntos crímenes perpetrados contra los trabajadores de la envergadura del que nos ocupa. Y ha propuesto, además, la dedicación de recursos al estudio del cáncer especifico del amianto y la creación publica de un Registro Nacional de mesioteliomas.
SE han sucedido los recuerdos luctuosos, no en vano hablamos con asociaciones de víctimas, pero se ha hecho especial mención de Romana Blasotti, una mujer ya de 82 años, que hace 25 inició la lucha contra Eternit, empresa del amianto en Italia, después de ver desaparecer a su marido, a su hija, a un sobrino y a su cuñada, todos ellos víctimas directas o indirectas del polvo mortal. Ella ha podido tener la satisfacción de ver iniciado el proceso penal contra los presuntos homicidas y cuenta que, a pesar de un dolor afincado en su estómago que no cesa, tiene aún ganas de vivir y de jugar con sus nietos en un alarde de esperanza. Esta mujer, Romana Blasotti, es todo un símbolo de coraje en toda la región del Piamonte italiano y especialmente en Casale Monferrato, el pueblo en el que ha estado instalada la fábrica de Schmidheiny hasta el año 1986, y que ha regado de muertos su suelo, entre trabajadores, familiares y vecinos, y por lo cual se le juzga. Una gran parte de esos 2.000 fallecidos se han ‘personado’ en el juicio a través de sus familiares.
SE ha concluido el encuentro mundial de víctimas y luchadores contra el amianto con un nudo en la garganta pero a la vez con la esperanza de que empieza a verse luz en esta fatídica historia que comenzó a principios del siglo XX.
LO que ocurra en Turín servirá para todo el mundo.
LOS afectados, que somos todos, hemos entonado para terminar la consigna de “justicia a Eternit”.
Casale Monferrato, la capital mundial del amianto
(Viaje en busca del lugar del crimen desde el que ha emergido la vida)
ESTE pequeño pueblo de Italia, localizado en la provincia de Torino (Turín), con menos de 40.000 habitantes, tenía asignado un destino fatal cuando a principios del siglo XX se instaló una enorme fábrica de transformación del mineral de amianto. Consecuencia de los conocidos efectos mortales de la fibra del mineral, miles de víctimas han dejado una estela de “sangre, sudor y lágrimas”. Y cientos de familias están hoy, o han estado afectados, por el mal. Así, el destino fatal ha convertido a Casale Monferrato en la capital mundial del amianto y del sufrimiento.
PERO ese fatum, ese fatal destino, lejos de amedrentar a su población la ha hecho más rebelde, más luchadora, más inconformista y más solidaria.
ELLOS, con Romana Blasotti a la cabeza, una mujer de 82 anos que ha perdido cuatro familiares a causa del amianto, han encabezado la lucha mundial por la condena de la fibra mortal. Todas las esperanzas del mundo están puestas en su lucha, de la que la parte jurídica centra en estos momentos sus desvelos. Si los magnates Stephan Schmidheiny y el barón Cartier, dueños de las empresas Eternit en el mundo, resultan condenados, nuevos juicios les esperan y cuantiosas indemnizaciones recaerán en las víctimas habidas y por haber en todo el orbe. Esta es, presuntamente, la razón fundamental por la que la Fundación Avina y su asociada Ashoka ponen lejos de la justicia el dinero de fondos y patrimonio, en caso de que se confirmen las indemnizaciones mil millonarias que les piden. Esta es la razón también, por la cual las víctimas reclaman como derechos que les pertenecen, los bienes procedentes del enriquecimiento de los magnates, así como el gastado en las supuestas obras de caridad de las Fundaciones Avina y Ashoka. Al igual que muchos otros, reclaman a los subvencionados por estas fundaciones la devolución del dinero pagado e invertido en ellos y ellas.
EN nuestra visita a Casale Monferrato, el miércoles 17 de marzo, en busca del lugar del crimen, lo que hemos encontrado es una efervescensia de vida en medio de la tragedia. Hace un año que el hospital público de Casale ha abierto un espacio especial para las víctimas avanzadas del mal del mesioteloma y de otros cánceres debidos al amianto. Han puesto en marcha una forma de entender los cuidados a los enfermos graves pionera en el mundo: tratan de recrear en el propio hospital un ambiente casero. Dejan entrar animales domésticos que han convivido con los pacientes ya muy graves, no hay horario de visitas y tienen una atención multidisciplinar: médicos, enfermeras, psicólogos, fisioterapeutas, etc. También han abierto una cuenta de solidaridad para los que quieran contribuir a esta causa. Es la siguiente: IBAN c/c IT86M03048226000000000-83692 de la banca del Piamonte.
EN nuestra visita hemos mantenido una reunión en el sindicato CGIL, que acoge a laasociación de víctimas de Casale, con los propios afectados y luchadores. La presencia de Romana Blasotti, fundadora y presidenta de honor de la citada asociación, ha sido enormemente emotiva. A sus 82 años ha saludado a las delegaciones de Brasil, Japón, Gran Bretana, Italia y España allí presentes con una lucidez y un coraje envidiables. Un ejemplo vivo de hasta donde hay que llevar las luchas, pues ella viene trabajando desde hace 25 años, desde que murió su marido, en 1986.
MARUCCI, otra luchadora presente en la reunión del sindicato y que ha perdido a dos familiares, ha mostrado su sentimiento de grandeza después de que el día anterior hubiera asistido a la asamblea de asociaciones de víctimas de todo el mundo y hubiera podido comprobar como el mundo entero se ha movilizado en la lucha contra el amianto y en el acompañamiento de la tragedia de Casale. Ella ha reiterado que junto a las luchas locales, hace falta esa lucha global que estamos emprendiendo: a por la Internacional contra el amianto, nos ha conminado. Otra afectada, Juliana, ha insistido en la importancia de comunicar a toda la población el carácter mortífero del amianto. Ha dicho, “no hay dosis pequeña”.
EL movimiento contra el amianto en el mundo, se ha subrayado, necesita no olvidarse de las actuales y futuras víctimas, por lo que la necesidad de prevención, tutela continuada e investigación contra el cáncer específico, el mesioteloma, deben volverse prioritarios.
BRUNO Perce, un histórico de la lucha en Casale, ha podido captar la introducción en sus asambleas de “espias” de Schmidheiny para controlar los procesos que han llevado a la denuncia y al posterior juicio.
POR fin, en esta intensa jornada, hemos acudido al lugar del crimen. Hoy son unos restos de edificios semiderruidos, y en su día abandonados por Schmidheiny sin ninguna desamiantizacion, y una inmensa zona con un armazón de cemento a nivel del suelo, a modo de mausoleo viviente de la tragedia. Allí, una vez asegurado el lugar, está previsto que se construya Eter-Not, para recordar a Eternit y a lo que no se debe nunca repetir.
DURANTE estos tres días de estancia en Torino, nos ha acompañado un equipo de televisión que, por encargo de las televisiones públicas de Bélgica, Suiza y Alemania, prepara un extenso documental histórico sobre el amianto en el mundo, que estará a disposición del público a partir del 2011.
EL lugar de muerte y destrucción que pensábamos que sería Casale Monferrato, en el Piamonte italiano, ha resultado ser el hervidero de contestación y dignidad que empezó, hace ya 25 años, una hoy anciana lúcida, sin rencor, pero con sumo coraje, en el pequeño pueblo de CASALE MONFERRATO.
PARA más información, puede consultar aquí el Informe Avina realizado por Paco Puche.