Santa Rosa de Copán, Honduras – 20/03/09. Pobladores del occidente de Honduras denunciaron esta mañana ante la prensa nacional el derrame de cianuro en el río amarillo, en la comunidad de San Andrés y Azacualpa en la Unión Copán, por minera Yamana Gold. Diez minutos fueron suficientes para que un derrame de cianuro de la compañía Minerales de Occidente, subsidiaria de Yamana, matara miles de peces causando alarma entre los ejecutivos de la empresa, autoridades y organizaciones sociales. En Argentina, Yamana Gold explota el yacimiento de oro Gualcamayo (San Juan), recibió ayer los permisos ambientales para explotar oro en Agua Rica (Catamarca) y es propietaria del yacimiento Cordón Esquel por el cual la población rechazó el proyecto de extracción de oro y plata en una consulta popular.
Fuente: Diarios LA UNION de Copán y La Tribuna

Diez minutos fueron suficientes para que un derrame de cianuro de la compañía Minerales de Occidente, en uno de los ríos de la aldea de San Andrés Minas, matará a miles de peces, causando alarma entre los ejecutivos de la empresa, autoridades y organizaciones que velan por el ambiente y los derechos humanos.

Según el arzobispo de Santa Rosa de Copán, monseñor Luis Alfonso Santos, la minera Yamana contaminó con cianuro las aguas de dicho afluente el cual es utilizado por los habitantes para el consumo.

Según el alcalde, Wilfredo Posadas Alvarado, el percance sucedió anteayer a las 11:40 de la noche, cuando en la parte alta trabajaba un tractor en la extracción de gravín, pero repentinamente se desprendió una enorme piedra de un peso aproximado de una tonelada.

La roca impactó contra un manguera de unos 50 a 60 centímetros de grosor que sirve para el trasporte de cianuro hacia una de las pilas donde se lavan los metales.

El impacto hizo que el conducto de rompiera, provocando la salida bajo presión del químico, cuyo chorro saltó en bordo y cayó en las aguas del río Lara, provocando contaminación en una longitud de 250 a 300 metros de la vertiente, por lo que murieron muchas especies.

Indicó que en diez minutos, de acuerdo a la explicación que le dieron los ejecutivos, los especialistas repararon el daño en la manguera y controlaron la situación.

“Nosotros nos mantenemos pendientes de la vigilancia, para evitar daños al ambiente; entiendo que fue una desgracia contingencial, que nadie la esperaba, pero en problema ya está controlado, pues también la compañía toma sus propias medidas”.

La presencia del químico en la vertiente causó alarma entre los pobladores y lasa autoridades. El cianuro es una sustancia química de uso industrial en solución a base de agua para extraer y recuperar metales como el oro y la plata mediante el proceso llamado lixiviación, este actúa sobre las células de los centros respiratorios, quitándoles el oxígeno. Así, provoca parálisis respiratoria, convulsiones y midriasis, que es el aumento del diámetro de la pupila.

Refirió que la contaminación fue controlada antes que el agua ingresara a río Grande, pues se hicieron pruebas que dieron como resultado 0.05 0.06 de densidad, que es mínima y permitida.

“El agua casi no es utilizada para labores humanas, pero de repente hay preocupación, porque los animales domésticos la puedan ingerir y morir, pero ya se han tomado las medidas para evitar que eso suceda”.

La presencia de cianuro en la vertiente, hizo que se movilizara desde Tegucigalpa personal especializado de distintas dependencias de la Secretaría de Recursos Naturales y el Ambiente (Serna), fiscales del Ambiente del Ministerio Público, la Unidad Municipal del Ambiente (UMA), para tomar muestras del líquido y ser analizadas científicamente para determinar el grado de de contaminación.

De igual manera, llegó monseñor Luis Alfonso Santos, en representación de la Iglesia Católica, representantes de organismos defensores de los derechos humanos y de otras organizaciones sociales de la zona noroccidental, para corroborar los daños.

El encargado de la UMA de la alcaldía de esta comunidad, Rafael Leonardo Tábora, manifestó ayer tarde a LA TRIBUNA, que continuaban con el monitoreo y efectuando pruebas de cianuro y metales pesados, para determinar si aún permanece el peligro.
Indicó que los ejecutivos de la compañía minera se comprometieron a aumentar las medidas de seguridad en las instalaciones, a fin de prevenir otra tragedia.

“Desconozco si las dependencias de la Serna y otras instancias harán recomendaciones o multaran a la minera, una vez que concluyan las investigaciones para determinar los que realmente pasó. (OEZ/ José Alemán, corresponsal.)