Estas imágenes corresponden a tres minas de uranio abandonadas y explotadas por la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA): Los Adobres (Chubut), Los Colorados (La Rioja) y Don Otto (Salta) explotaciones uraníferas incluidas dentro del Proyecto de Restitución Ambiental de la Minería del Uranio (PRAMU). La CNEA procedió a tapar los desechos con tierra y “acá no ha pasado nada”. Minería responsable que le dicen.
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Por Fernando Berdugo
- En Los Colorados quedaron 135.000 toneladas de colas y 1.000.000 de toneladas de estériles.
- En Don Otto 390.000 toneladas de colas de uranio y 18.325 metros de galerías subterráneas abandonadas, parte de ellas inundadas.
- En Los Adobes 145.000 toneladas de colas de uranio.
La Ley N° 24.804 “Ley Nacional de la Actividad Nuclear” determina que la CNEA tendrá a su cargo “ejercer la responsabilidad de la gestión de los residuos radiactivos” y La Ley N° 25.018 de “Régimen de gestión de residuos radiactivos”, en su artículo 10 inc. J) expresamente obliga a la CNEA a gestionar los residuos “derivados de la minería de uranio, y los que provengan de yacimientos mineros abandonados o establecimientos fabriles fuera de servicio”; también en su artículo 11, la misma norma precisa la obligación de recuperar los sitios afectados por la minería del uranio. Pero, ademas, el marco normativo se completa con normas nacionales y provinciales como las relativas a medio ambiente, minería y gestión de los recursos hídricos.
La CNEA procedió a tapar los desechos con tierra y “acá no ha pasado nada”. Minería responsable que le dicen.