Perú – 10/09/08. En el Perú, el plomo es uno de los minerales que más ingresos económicos brinda, lugares como Cerro de Pasco, La Oroya, entre otros, son los escogidos por la naturaleza para producir este metal; sin embargo, a pesar de los beneficios que pueda traer, es necesario enfrentarnos con aquellos perjuicios que ya causó y sigue causando. La contaminación por plomo es uno de los terribles males que aquejan al mundo. En la actualidad son miles las víctimas que ha cobrado, además, el incremento de las fábricas que utilizan este metal en lugares urbanos aumenta el peligro, sobretodo el de las familias con menores recursos que están más expuestas a padecerlo.
Por Corina Delgado Morales
El plomo es un metal de uso industrial muy difundido, causante de la enfermedad conocida como saturnismo. Ingresa a nuestro organismo mediante la ingestión de alimentos y líquidos contaminados, por inhalación de humos y polvos y por la absorción por vía dérmica.
Los niños pueden ingerirlo, además, por su presencia en otros materiales como es el caso de pinturas con contenido de plomo utilizadas en el recubrimiento de inmuebles y por el combustible que utilizan los buses de transporte público. Las pinturas habitacionales, al descascararse, son transformadas en polvo y pueden ingresar por vía respiratoria, o digestiva, especialmente en niños que se llevan a la boca juguetes que han estado en contacto con el suelo.
Como dice el ingeniero Luis Morante Alvarado, de la ONG Callao:
“El plomo se acumula en la sangre, en los huesos y en células suaves y afecta usualmente tanto al hígado, como a los riñones, al sistema nervioso reduciendo seriamente la capacidad intelectual, y su excesiva inhalación o ingesta produce efectos en el sistema neurológico que se traduce en retardo mental, talla de crecimiento menor a lo estimado como promedio y desórdenes en la actividad diaria de la persona. Aún en pequeñas dosis de absorción de plomo, se puede ocasionar daño al sistema nervioso central a los niños de pequeña edad y los fetos. En personas mayores, el plomo puede ser un factor para tener presión sanguínea alta y consecuentemente problemas cardiácos.”
El Callao es una de las áreas más contaminadas por este mineral en nuestro país. Es común ver la aglomeración de fábricas, como la CORMIN y la PERUBAR, y depósitos de plomo que se sitúan en los alrededores, sobretodo en los lugares de menores recursos económicos, donde la gente ni siquiera tiene dinero para sobrevivir y darle una adecuada alimentación a los niños.
Pero el problema de la contaminación por plomo, no queda solamente en los daños que produce en el organismo humano, sino que este, de acuerdo a recientes descubrimientos epidemiológicos, sería una de las principales causas de la delincuencia y de la adicción a las drogas en nuestro país.
La contaminación por plomo al entrar en el organismo durante la vida fetal o post natal produce cambios celulares, irreversibles que se ven reflejados con el paso de los años. Uno de los últimos efectos descubiertos es el desarrollo de una nueva clase de cáncer del aparato genital femenino detectado en mujeres jóvenes tratadas durante su embarazo. Acerca del otro efecto que produce este mal y que fue recientemente descubierto en Estados Unidos el Dr. Andrei N. Tchernitchin, prosecretario del Colegio Médico de Chile y Presidente de su Comisión de Medio Ambiente amplia la información al respecto:
“Como causa de la absorción de plomo se evidencian cambios morfológicos, bioquímicos y funcionales de las células. Los efectos más graves para la salud humana provocados por plomo, aún a concentraciones bajas, son aquéllos que se presentan de manera diferida, años después de producirse la exposición y que pueden explicar los cambios neuroconductuales que ocurren en la población humana expuesta a plomo, y contribuyen a explicar el aumento de la incidencia de la adicción a drogas. Además, los niveles de plomo en los huesos están directamente correlacio-nados con conductas delictivas, lo cual puede explicar, al menos en parte, el aumen-to de la criminalidad y de la violencia en las grandes urbes que presentan contaminación con plomo. Esto sugiere que al menos parte del aumento de la violencia y de la delincuencia que nos está afectando puede deberse a una causa química”.
Cielito es una niña que a los cinco años estudió en el CEI 119 “Virgen Maria” ubicado en el AA.HH San Juan Bosco de la Provincia Constitucional del Callao. Patrick a esa edad ya no iva a la escuela. Ambos se conocieron cuando sus madres reclamaban ayuda para los niños de plomo, aquellos que sufren en carne propia las inclemencias de la contaminación producida por este mal denominada saturnismo.
En el AA.HH San Juan Bosco, donde vive Cielito, las personas tienen serias dificultades de vida, no sólo por el plomo que desde ya es un grave problema, sino porque viven en extrema pobreza, tanto económica como social. Este hecho, además, se da en la mayoría de los asentamientos humanos del Callao y, por supuesto, en muchos otros colegios cercanos.
De acuerdo a un estudio realizado por Tania Bornaz Villagarcía, psicóloga del Centro Educativo 119 “Virgen Maria”, los niños no se alimentan de manera adecuada, en sus loncheras llevan una comida poco nutritiva y dañina para la salud como son: los chizitos, los caramelos, las galletas, etc; viven, en su mayoría, en casas de material precario las cuales están habitadas por tres familias en promedio; el 80% de los niños vive con uno sólo de sus padres, los casos más comunes son los de las madres adolescentes.