“Que la Presidenta, que se supone que es nacionalista, se acueste con Chevron, me parece incongruente”. De esta forma, el destacado ecologista político catalán, Joan Martínez Alier, analizó la gestión del Gobierno nacional en cuanto a su discurso y su política socioambiental marcada por el extractivismo. A continuación, les comparto la entrevista que le hice en el marco de las jornadas “Ecologismo de los pobres. Justicia y salud”, realizadas en el centro cultural Virla, a partir de una iniciativa del Proyecto de Investigación del Consejo de Investigaciones de la Universidad Nacional de Tucumán (Ciunt) “Tecnociencia, discurso y medioambiente”.

Por Esteban Stanich
Para Alier, en la actualidad Sudamérica está, en muchos casos, impregnada por gobiernos que mantienen un discurso nacionalista y popular, los cuales contrastan con sus políticas económicas sostenidas en base a acuerdos con corporaciones basadas en un sistema extractivista que arrasa con la ecología.

“Podemos ver esto en Ecuador, a través de su presidente Rafael Correa y su acuerdo con empresas petroleras, o en Bolivia con las mineras pese al discurso de Evo Morales. Se han vuelto antiecologistas Y aquí, en Argentina, mucha gente es peronista. De derecha, de izquierda, de centro. Conocí en persona a Ernestro Laclau, quien se pasó 40 años pensando cómo explicar al peronismo. Él hablaba de intelectuales de trotskistas peronistas y yo pensaba que esto sí que es un oxímoron. Y en este contexto, veo en este país a su presidenta (Cristina Fernández de Kirchner), que se supone que es nacionalista, se acuesta con Chevron. No me parece bien, me parece incongruente. Esa petrolera será demandada en La Haya, ante la Corte Penal Internacional por los crímenes de lesa humanidad cometidos en contra de la población de la Amazonía ecuatoriana”, afirmó el catedrático de Economía e Historia Económica de la Universidad Autónoma de Barcelona.

Alier participó el martes y miércoles pasado de las jornadas “Ecologismo de los pobres. Justicia y salud”, realizadas en el centro cultural Virla, a partir de una iniciativa del Proyecto de Investigación del Consejo de Investigaciones de la Universidad Nacional de Tucumán (Ciunt) “Tecnociencia, discurso y medioambiente”.

Alier sostiene la teoría de que existe en un ecologismo popular proveniente desde sectores más oprimidos quienes, con frecuencia, desde su resistencia, favorecen a la conservación de recursos naturales. Y entiende que el crecimiento económico del sistema vigente tropieza con obstáculos ecológicos. “Es que capitalismo y ecologismo es una contradicción. El capital requiere crecimiento económico y se basa en la extracción de recursos como petróleo, carbón, gas, combustibles fósiles, los cuales no los habrá para siempre, y que, al quemarlos producen dióxido de carbono que cambian nuestro clima a partir del calentamiento global. Entonces, este agotamiento y estos efectos negativos, son parte del capitalismo y son antiecológicos”.

Resistencia social y optimismo

Para el autor de “El Ecologismo de los pobres”, esta realidad provoca resistencias en todo el planeta. “Esto que sucede es injusto hacia generaciones futuras que se van a quedar con consecuencias aún peores del cambio climático. También es injusto hacia otras especies que están desapareciendo y claro, para nuestra propia generación, como viene ocurriendo desde hace mucho tiempo”.

“Hay que entender que esta expropiación de bienes comunes, es parte del capitalismo. Y cada vez ocupa dimensiones mayores lo que aparejan mayores resistencias. Hay un ecologismo popular en todo el mundo, se están formando redes, surgen nuevas ideas a nivel local o global, donde la gente se levanta en contra de la extracción de petróleo y obliga al Estado a dejarlo bajo tierra, como pasó en Ecuador o en el delta del Níger. En Colombia pasa lo mismo con el rechazo a la extracción de carbón, en Canadá hay manifestaciones para frenar los oleoductos y aquí, en Argentina, hay varios proyectos mineros parados gracias a la resistencia social”, analizó Alier quien este viernes fue distinguido por la Universidad Nacional de Córdoba con la entrega del título Doctor Honoris Causa.

“Frente a todo esto pienso que hay que ser optimista. Se está creando un ecologismo popular. Los emprendimientos mineros paralizados aquí son un ejemplo. Tenemos Noalamina Esquel, que paralizó un proyecto a través de un referéndum. Entonces vemos a grupos indígenas y pobladores que entienden que el territorio les pertenece y salen a defenderlo. En Argentina las asambleas pararon los proyectos de San Jorge, Agua Rica, Catriel o Asamblea de Famatina, por nombrar algunos. Ojalá todos puedan frenarse con resistencia pasiva. La violencia la pone el Estado y la gente pone las víctimas”.