En el año 2001, veintisiete representantes de comunidades y grupos afectados por la minería en Asia, Africa, India y en América del Sur y del Norte, nos reunimos en Londres del 18 al 23 de mayo de 2001 con el fin de comparar los impactos de la minería en la vida de las comunidades y los ecosistemas, y para compartir estrategias acerca de cómo se puede enfrentar esta industria.

La Declaración de Londres
Denunciando las afirmaciones sin base de la industria minera
Oponiendo los modelos actuales de “interrelación”
Exigiendo el reconocimiento total de los derechos comunitarios

Nosotros, veintisiete representantes de comunidades y grupos afectados por la minería en Asia, Africa, India y en América del Sur y del Norte, nos reunimos en Londres del 18 al 23 de mayo de 2001 con el fin de comparar los impactos de la minería en la vida de las comunidades y los ecosistemas, y para compartir estrategias acerca de cómo se puede enfrentar esta industria.
Londres es el centro mineral del mundo en donde se recauda la mayor parte de la inversión de capital global destinada a la minería. De igual manera, es el sitio más activo del mundo para la compra y venta de metales. Las sedes de las grandes empresas de minería están ubicados allí y es donde muy recientemente se han lanzado nuevas iniciativas para convencer a la “comunidad internacional” de que la industria minera puede seguir con sus prácticas inapropiadas. Tales iniciativas incluyen el llamado “Programa para el Desarrollo Sostenible de Minas y Minerales” (MMSD) el cual está patrocinado por más de treinta empresas principales de minería, así como por el Consejo Mundial de Negocios para el Desarrollo Sostenible (WBCSD) y el Instituto para Desarrollo y el Medio Ambiente (IIED) que está radicado en Londres.
Nosotros hemos sido testigos del sufrimiento de nuestros pueblos como resultado de la minería en todas sus estapas y formas, desde la exploración hasta la extracción y finalmente el abandono. La minería industrial ha sido la causa de dolor grave y la destrucción irreparable de nuestras culturas, nuestras identidades y nuestras propias vidas. Nos han quitado nuestras tierras ancestrales y se ha adueñado de nuestra riqueza sin nuestro consentimiento y sin beneficio alguno para nosotros.

Sin excepción, la minería impuesta a nuestras comunidades ha envenenado nuestras aguas, destruído nuestros modos de vida y nuestras fuentes de comida. Además, ha creado problemas en nuestras relaciones sociales. Ha causado enfermedades y heridas en nuestras familias. Muchas veces nuestras comunidades han sido divididas por conflictos civiles que han sido “importados”. El aumento en el uso de máquinas ha quitado nuestros trabajos anteriores como mineros.
En los últimos años, la industria minera se ha vuelto muy agresiva y sofisticada en la manipulación de las leyes y políticas nacionales e internacionales que favorecen sus propios intereses. En las últimas dos décadas, han sido cambiadas las leyes que ordenan la minería en más de setenta países. Las leyes defendiendo a los pueblos indígenas y el medio ambiente han perdido su eficacia. Los programas de ajuste estructural han forzado a muchos gobiernos a liberar el flujo de capital para facilitar la expansión de la minería. Es así como el papel de los gobiernos ya no es el de hacerse responsable por el bienestar de sus ciudadanos, sino el de volverse sirvientes de las corporaciones globales.

Como respuesta a estos cambios, la resistencia comunitaria ha aumentado de una manera significativa. En muchos lugares se han formado alianzas entre los trabajadores y la gente local. La industria ha reaccionado con pánico y ha iniciado campañas de información pública anunciando las virtudes de la minería a gran escala y promoviendo sus “códigos de conducta” que son auto-seleccionados y auto-regulados.

El último proyecto en esta serie de ataques publicitarios es la Iniciativa Global de Minería (GMI). En un principio esta iniciativa fue propuesta por tres empresas principales de minería con el fin de influenciar el encuentro de “Río y 10” en la Cumbre Mundial de Desarrollo Sostenible que la ONU convocará en Sur Africa en mayo de 2002. La iniciativa GMI tiene tres elementos fundamentales en su agenda: un programa auto-modelado de investigación y diálogo sobre “Minas, Minerales y Desarrollo Sostenible (MMSD); una conferencia global con el título “Recursos para Nuestro Futuro”; y el establecimiento de una organización en favor de la minería.

Estas iniciativas promueven a menos cuatro verdades a medias:
(i) la supuesta necesidad de tener más minerales extraídos de más minas;
(ii) la afirmación de que la minería cataliza el desarrollo;
(iii) la creencia de que las soluciones técnicas pueden resolver casi cualquier problema; y
(iv) la inferencia de que aquellos que se oponen a la minería son principlamente gente ignorante, y comunidades y ONGs “anti-desarrollo”.

Nuestra experiencia rechaza completamente tales suposiciones:

Ahora exigimos lo siguiente:

1. Un moratorium para nuevos proyectos de minería en Asia, Africa y en América Latina.
2. Las empresas tienen que sanear los daños terribles causados por sus minas pasadas y actuales, sin utilizar fondos públicos, y deben hacerse responsables en el sentido moral, legal y financiero por sus daños.
3. El Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional (FMI) tienen que suspender el financiamiento de los códigos de minería promovidos por la misma industria, que son impuestos a los gobiernos de Asia, la región asia-pacífico y América Latina.
4. Estándares más estrictos y obligatorios para todo el sector minero.
5. El reconocimiento y respeto incondicional de todos los derechos sobre el suelo y subsuelo de los pueblos indígenas y todas las comunidades afectadas por la minería, así como su derecho a vetar proyectos no-aceptables.
Nosotros buscamos la solidaridad por parte de la sociedad civil y especialmente de las ONGs trabajando en los temas de desarrollo y medio ambiente.
Dada la fuerte protesta global de comunidades afectadas por la minería, pedimos a tales organizaciones que:
Aseguren que las comunidades afectadas por la minería se encuentren completamente informadas acerca de todos los aspectos de ella así como de los proyectos mineros, y que se les de el poder de hablar por ellas mismas como respuesta a esta información;
Se nieguen a participar en cualquier iniciativa lanzada por la industria minera, la cual solamente favorece sus propios intereses;
Propongan medidas legales y políticas obligatorias que se puedan hacer cumplir, para que la industria minera se haga responsable ante los ciudadanos y sobre todo ante las comunidades afectadas por la minería y las actividades de exploración.

Firmantes de la declaración:
Armando Perez Araujo YANAMA (Colombia)
Ms K Bhanumathi MINES, MINERALS AND PEOPLE, and ASIA-PACIFIC WOMEN AND MINING NETWORK (India)
Abu A. Brima NETWORK MOVEMENT FOR JUSTICE AND DEVELOPMENT (Sierra Leone)
Ms Joji Carino, TEBTEBBA FOUNDATION (Philippines) and PIPLINKS (England)
Catalino Corpuz, MINEWATCH ASIA-PACIFIC and TEBTEBBA FOUNDATION (Philippines)
Vicky Corpuz, TEBTEBBA FOUNDATION (Philippines)
Abdulai Darimani, THIRD WORLD NETWORK AFRICA (Ghana)
Xavier Dias, MINES, MINERALS AND PEOPLE (India)
Jose De Echave, COOPERACION (Peru)
Remedios Fajardo, YANAMA (Colombia)
Tito Natividad Fiel, DCMI (Philippines)
Yenis Gutierrez, YANAMA (Colombia)
Esther Hinostroza, CONSORCIO UNES (Peru)
Joan Kuyek, MININGWATCH CANADA (Canada)
Chalid Muhammad, JATAM (Indonesia)
Adam Rankin, CENSAT AGUA VIVA (Colombia)
Ravi Rebbapragada, MINES, MINERALS AND PEOPLE (India)
Hendro Sangkoyo, JATAM (Indonesia)
Ramamurty Sreedhar, MINES, MINERALS AND PEOPLE (India)
Roch Tasse, MININGWATCH CANADA (Canada)
Hildebrando Velez G., CENSAT AGUA VIVA (Colombia)
Jo M Villaneuva, LRC-KSK (Friends of the Earth – Philippines)
Andry Wisaya, JATAM (Indonesia)
Peter Yeboah, WACAM (Ghana)

Apoyos:
Frances Carr, DOWN TO EARTH: THE CAMPAIGN FOR ECOLOGICAL JUSTICE IN INDONESIA (England)
Xiong Chuhu, HMONG UNITED LIBERATION FRONT (Laos)
Stuart Kirsch, UNIVERSITY OF MICHIGAN (USA)
Nengfue Lee, HMONG UNITED LIBERATION FRONT (Laos)
Roger Moody, PARTIZANS (England)
Frank Nally, SOCIETY OF ST. COLUMBAN (England)
Geoff Nettleton, PIPLINKS (England)
Gabriel Rivas-Ducca, COECOCEIBA-FoE COSTA RICA (Costa Rica)
Richard Solly, PARTIZANS (London)
Cam Walker, FoE AUSTRALIA (Australia)
Bon Xiong, HMONG INTERNATIONAL HUMAN RIGHTS WATCH (Laos)
Laura Xiong, HMONG INTERNATIONAL HUMAN RIGHTS WATCH (Laos)
Yang, HMONG UNITED FOR FREEDOM