Escribe el Dr. Raúl Montenegro, ex presidente de la Asociación Argentina de Ecología (1982-1985), premio Nobel Alternativo 2004, y actualmente profesor de la Universidad Nacional de Cordoba (Argentina). Denuncia a quienes permitieron que el Congreso Binacional de Ecología tuviese como sponsors a varias empresas que contaminan y degradan el ambiente, tales como las mineras Barrick Gold y Xstrata, además de CELCO (Celulosa Arauco y Constitución) y Nestlé. Todas estas empresas tienen antecedentes muy dudosos, tanto en lo ambiental como en lo social y sanitario (cf. Celulosa Arauco y Constitución en el escándalo de los cisnes en Chile; la campaña internacional “Boycott Nestle”; X-Strata y su responsabilidad en La Alumbrera, con reiterados casos de contaminación por roturas en su mineraloducto). “El haber permitido que Barrick Gold y otras empresas de dudosos antecedentes realizaran sus contribuciones económicas (lo que a mi juicio fue un despropósito) fue por lo tanto responsabilidad de la actual CD de la AsAE en Argentina, y de su par chilena”.
Colegas de la Asociación Argentina de Ecología (AsAE)::
Seguí con atención la controversia surgida por el apoyo que recibió de Barrick Gold y otras corporacioners la Reunión Binacional sobre Ecología organizada por la AsAE y la Sociedad de Ecología de Chile (Santiago de Chile, 30 de Septiembre al 4 de Octubre de 2007). Inmediatamente de conocido ese apoyo la decisión fue criticada con sólidos argumentos por el Dr. Lino Pizzolón, un prestigioso investigador comprometido con la comunidad, y miembro de la Asociación (ver la nota que envió a la AsAE el 1 de noviembre de 2007).
El siguiente es un comentario independiente donde respondo la falta de autocrítica de la actual Comisión Directiva de la Asociación Argentina de Ecología. Está basado en el conocimiento que tengo de la empresa Barrick, cuyos proyectos y obras han dañado con reiterada frecuencia el ambiente e incluso violado derechos elementales.
Un ejemplo será suficiente. Oportunamente fui invitado por la Cámara de Diputados de Chile para explicar porqué era absurda la propuesta de Barrick Gold de trasladar, en el marco del proyecto binacional Pascua-Lama, en territorio chileno, los glaciares Toro 1, Toro 2 y Esperanza. Gracias a esta participación, la presión de las ONGs locales y la firme postura de los legisladores finalmente se rechazó ese intento de traslado. Los glaciares iban a ser transportados hasta el glaciar Guanaco (binacional) mediante camiones mineros de alta capacidad previo trozado. Recuerdo el argumento que les dí a los legisladores, y que luego esgrimieron ante el Vicepresidente de Barrick para América del Sur (que había traído como asesor privado a uno de los mejores glaciólogos del mundo) “ustedes podrán trasladar el hielo de Toro 1, Toro 2 y Esperanza hasta el glaciar Guanaco. Pero no podrán convencer a las nubes que en lugar de descargar nieve sobre los actuales sitios de Toro 1, Toro 2 y Esperanza lo hagan más lejos, sobre Guanaco”. El glaciólogo, que venía con afilados datos sobre reducción másica por transporte, debió quedarse callado. Como le indiqué irónicamente en Santiago de Chile a un canal de televisión de Canadá “el experto estadounidense que trajo Barrick no tiene contactos con el dueño celestial de las nieves, por lo tanto no pudo asegurar a la sociedad chilena el traslado de las nevadas. Barrick puede trasladar hielo, pero no puede transportar un ecosistema glaciar completo con sus nevadas incluidas. Una masa de hielo no es un ecosistema, y no hay camiones, por grande que sean, que transporten ecosistemas completos con seguro de nevada incluido” (traducido del francés).
Si bien me parece correcto que se pregunte a los miembros de la asociación en Argentina sobre si deberían aceptarse o no recursos económicos de empresas vinculadas o no con la cuestión ambiental (qué empresa no lo está?), es preciso destacar que con anterioridad a esa consulta (de por sí tardía) la responsabilidad del manejo de la institución y de la toma de decisiones sobre la aceptación o rechazo de sponsors fue competencia plena de la actual Comisión Directiva que co-aceptó la donación de Barrick Gold.
El universo de sponsors habría incluido además a CELCO (Celulosa Arauco y Constitución), la minera X-Strata y Nestlé. Todas estas empresas tienen antecedentes muy dudosos, tanto en lo ambiental como en lo social y sanitario (cf. Celulosa Arauco y Constitución en el escándalo de los cisnes en Chile; la campaña internacional “Boycott Nestle”; X-Strata y su responsabilidad en La Alumbrera, con reiterados casos de contaminación por roturas en su mineraloducto).
El haber permitido que Barrick Gold y otras empresas de dudosos antecedentes realizaran sus contribuciones económicas (lo que a mi juicio fue un despropósito) fue por lo tanto responsabilidad de la actual CD de la AsAE en Argentina, y de su par chilena.
Aunque la actual Comisión Directiva decidió trasladar el análisis del tema a la próxima Asamblea de la Asociación, “su” co-decisión de aceptar fondos de Barrick Gold (cuyo proyecto Pascua-Lama saqueará con el visto bueno de los gobiernos los recursos naturales de la Argentina y Chile), y de recibir además donaciones de otros sponsors internacionalmente cuestionados, fue un lamentable error institucional y ético. Les recuerdo que para obtener las autorizaciones de operación en Chile y la Argentina Barrick Gold presentó sendas y lamentables evaluaciones de impacto ambiental. La que se realizó en Argentina para su evaluación por el gobierno de San Juan (donde Pascua-Lama tendrá el endicado de residuos líquidos tóxicos) es más pobre técnicamente que la presentada en Chile a la CONAMA. En la presentación hecha por Barrick en Argentina conceptos tales como “monitoreo limnológico” ni siquiera figuran.
Como ex presidente de la Asociación Argentina de Ecología (1982-1985), y participante (como estudiante) de la I Reunión Argentina de Ecología realizada junto al primer Seminario Latinoamericano de Problemas Ecológicos en Vaquerías (Córdoba, 1972), reivindico la necesidad de un comportamiento éticamente irreprochable por parte de sus comisiones directivas (lo que engloba a la totalidad de sus miembros electos). Esto es, no recibir dinero de empresas cuyos actos degradantes del ambiente son públicamente conocidos, ni de organismos mafiosos, o que producen armas o fomentan el uso de plaguicidas y OGMs combinados (como Monsanto). Ningún miembro de la CD puede argumentar que desconoce los antecedentes de Barrick Gold, o por lo menos la pobre naturaleza técnica de sus evaluaciones de impacto ambiental.
La actual presidente de la Asociación (Adriana Abril) y su par chileno (Luis Contreras) recibieron críticas solventes enviadas por grupos vecinales y ONGs de Chile que sufrieron los daños ambientales provocados por los sponsors del encuentro binacional. De allí que ambos y por extensión la totalidad de la CD no podía desconocer que al recibir donaciones de empresas cuestionadas estaban ayudando a lavar las imágenes públicas de estas empresas..
La vocera del movimiento ciudadano Acción por Los Cisnes de Chile, Claudia Sepúlveda, envió una carta a Luis Contreras y Adriana Abril, presidentes del Congreso Binacional de Ecología, denunciando la incongruencia de que una compañía como CELCO figure entre los auspiciantes de la actividad.
“Todos estos años hemos visto con consternación la total falta de compromiso ambiental y social con que esta empresa se ha comportado en Valdivia, negando hasta la fecha cualquier relación causal entre la operación de su planta de celulosa y los efectos ecológicos devastadores ocurridos en el humedal localizado 30 kilómetros aguas abajo de la descarga industrial de CELCO Arauco”. Claudia Sepúlveda agregó que existe evidencia científica contundente sobre la correlación espacial y temporal entre los daños al ambiente y la puesta en funcionamiento de la planta de celulosa Valdivia de CELCO. En su nota indicó que apelaba “a la responsabilidad social y ética de la práctica científica, aquella que necesitamos tan urgentemente para comenzar a construir las condiciones que nos aseguren que nunca más en Chile se cometerán este tipo de crímenes ambientales en la más absoluta impunidad”. Dicha carta puede leerse completa en el sitio web del Observatorio Latinoamericano de Conflictos Ambientales (OLCA). También Richard Pincheira Aedo, coordinador de la organización Chillanactivo (Chile) declaró que CELCO pretendía “lavar su imagen” al patrocinar el evento, por lo que exhortó a que se enviaran cartas de rechazo tanto a los organizadores de la actividad como a otros de sus auspiciantes.
La Comisión Directiva de la AsAE y los directivos de la Sociedad Chilena de Ecología no podían ignorar estos graves hechos, pese a lo cual aceptaron recursos económicos de empresas socialmente cuestionadas. Al hacerlo afectaron la credibilidad e imparcialidad de los investigadores independientes que también integran la AsAE.
Barrick Gold por ejemplo podrá mostrar al mundo que auspició una Reunión Binacional sobre Ecología en Chile, y que si los miembros de esas dos asociaciones aceptaban sus recursos (y por lo tanto su apoyo)ello era prueba de que es una “minera responsable” (sic). Al tomar esta cuestionable decisión la actual CD también afectó los ideales con que se creó la Asociación en 1972, cuando se eligió como presidente a Jorge Morello (1972-1974). En ese primer encuentro, al que asistí siendo estudiante universitario, confluyeron la ciencia y la realidad en un debate emblemático.
Independientemente de lo que se decida en la próxima Asamblea de la AsAE considero necesario e ineludible (independientemente de la presentación del balance financiero que establece la Ley) que la actual CD informe la totalidad de los fondos donados por cada una de las empresas aportantes al encuentro binacional, y su destino (detallado). Para quienes seguimos teniendo mucho trabajo de campo en Argentina nos encontramos por ejemplo que Barrick Gold financia la recuperación de molinos de madera en Jáchal, la colocación de basureros municipales en Iglesia e incluso la distribución de mermeladas regionales. Ahora financia también a las asociaciones científicas de ecología, colocándolas al nivel de frascos de dulce.
Obviamente mis criterios pueden o no ser compartidos, pero hubo un debate que no se abrió oportunamente, y que ha creado un pésimo y dudoso antecedente. Aquí no se trata de ser imparciales, o de considerarnos, como ciencia e investigadores, más allá del resto de los ciudadanos que no saben de hipérbolas equiláteras, ecosistemas lóticos y ecuaciones diferenciales, sino de ser institucionalmente éticos. Yo les recomiendo ver el documental que realizó la productora Cuatrocabezas como parte del ciclo 2007 de La Liga, donde describo los impactos de Veladero (Barrick) en San Juan, y de su proyecto Pascua-Lama. Resume en imágenes y testimonios la cruda realidad de empresas golondrinas que llegan a un país donde las leyes ambientales y laborales son poco estrictas. Donde las empresas como Barrick Gold consumen enormes volúmenes de agua (en ambientes semiáridos), de energía eléctrica (en un país con crisis de suministro), y pagan mucho menos impuestos que la mayoría de las empresas nacionales. Y reciben, de asociaciones científicas como la AsAE, inesperados foros para lavar su deteriorada imágen. Como lo recordaba la empresa en el logo de la reunión binacional de Ecología realizada en Chile: “Barrick. Minería responsable” (sic).
Espero haber contribuido al debate, y a la eventual adopción de criterios éticos mucho más rigurosos y responsables.
Los investigadores ecólogos, sean miembros o no de la Asociación Argentina de Ecología, debemos ser no solamente rigurosos y solventes, sino también éticos y profundamente comprometidos con la sociedad. En un país que ya perdió más del 80% de sus bosques nativos; donde las cuencas hídricas se destrozan; donde el cultivo de soja RR aumenta la deforestación legal e ilegal (pese a la buena intención de legislación vigente); donde las comunidades indígenas son desplazadas de sus territorios y ambientes nativos; donde la biodiversidad se destruye, compra, vende y trafica; donde las masas de agua y aire y el suelo reciben todo tipo de cócteles de contaminantes; donde se utilizan en forma abusiva plaguicidas que son disrruptores endócrinos y deprimen el sistema inmune; donde la minería metalífera de superficie amenaza ecosistemas proveedores de agua, actividades productivas tradicionales y al propio turismo; en este país con organismos gubernamentales mayoritariamente incompetentes la buena ciencia, objetiva, independiente y ética se vuelve indispensable.
Cordialmente,
Dr. Raul A. Montenegro, Biologo
Presidente de FUNAM
Premio Nobel Alternativo 2004 (RLA-Estocolmo, Suecia).
Profesor Titular de Biologia Evolutiva,
Universidad Nacional de Cordoba (Argentina)
FUNAM
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Environment Defense Foundation.
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FUNAM es una ONG fundada en 1982.
Tiene status consultivo en ECOSOC y CSD (Naciones Unidas, Nueva York).
FUNAM es Premio Global 500 de Naciones Unidas (1987).
Miembro de RENACE.