Río Gallegos, Santa Cruz, Argentina – 21/02/09. Sigue la investigación periodística sobre el naufragio de un barco pesquero que transportaba oro de las minas Cerro Vanguardia y Tritón de Santa Cruz, Argentina, a Punta Arenas, Chile. Documentos que muestran cómo se movió el metal, a qué costo, quiénes intervinieron y hacia dónde iban. El hermetismo alrededor del suceso es total. La empresa estatal Fomicruz justifica y los actores del incidente se contradicen. Hay puntos oscuros, como suele suceder en todo lo relacionado con la extracción de minerales y su comercialización en Argentina.(*)
Fuente: OPI Santa Cruz
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Arriba: el Polar Mist, abajo: guía de carga declarada (gentileza OPI Santa Cruz) El caso produjo gran repercusión en los medios nacionales, lo cual ha generado una enorme cantidad de llamados a OPI Santa Cruz por parte de colegas de todo el país, interesados en conocer detalles de lo ocurrido.

Esto nos amplió la responsabilidad de seguir investigando y hoy estamos en condiciones de contarles a nuestros lectores, qué, cómo y hacia qué lugar se embarca el oro desde Santa Cruz. Detalles exclusivos extraídos de documentación oficial elaborada por los Agentes de fiscalización que intervienen en el comercio de exportación e importación, nos dan la posibilidad de clarificar de manera irrefutable, lo que ocurrió aquel 14 de enero del 2008 y que terminó en un llamativo misterio.

El barco fantasma

El 14 de enero de 2009 por Ordenanza marítima 4-980 partió del puerto de Punta Quilla, a 30 Kms de la localidad de Puerto Santa Cruz (Provincia de Santa Cruz) el barco pesquero “Polar Mist” de bandera chilena con destino a Punta Arenas (Chile) al mando del Capital Patricio Olivares (Ch), constando en la documentación en nuestro poder que el agente del buque es la Agencia Marítima Hansen y Cia S.C de Punta Quilla, Santa Cruz.

Tal lo confirman los registros oficiales a los que tuvimos acceso, la nave portaba desde su partida en el puerto de Santa Cruz 474 barras bullón dorado con un peso bruto de 9.506,905 Kgs, señalado en el “Cargo Manifest”, que tuvimos ante nosotros indica como despachante a Cerro Vanguardia S.A con “340 bolsas c/1 barra Bullón Dorado y un peso en bruto de 7.024.895 Kgs” y Minera Tritón Argentina SA con el despacho de “134 bolsas c/1 Barra de Bullón Dorado que totaliza los 2.482,01 Kgs”.

La ruta del oro

Tanto la minera Cerro Vanguardia como Tritón, enviaron en conjunto sus respectivos cargamentos de metal precioso en (curiosamente) un barco pesquero (además chileno con tripulación de ese país). Las averiguaciones practicadas en virtud de la investigación que llevamos adelante, indican que esto es anormal, no se apega a las normas de circulación marítima de este tipo de materiales, lo cual correspondería a un buque mercante con la correspondiente habilitación.

Sin embargo nos refirieron que no es la primera vez que se utiliza esta vía (Punta Quilla- Punta Arenas) y este medio (barco pesquero de altura) para transportar las exportaciones de Vanguardia, lo cual públicamente fue explicado por el presidente de la empresa Miguel Ángel Ferro, como la alternativa ante la imposibilidad de contar con otros medios de transporte, lo cual es – además de pobre argumentativamente – altamente cuestionable por lo irregular del proceso en sí.

En declaraciones a algunos medios oficialistas se apuró en señalar que con el hundimiento de la carga que transportaba el Polar Mist “no hay peligro de contaminación”, porque es metal que no posee propiedades que libere sustancias tóxicas al agua; como si el interés fundamental de la curiosidad periodística hoy estuviera, precisamente, es el factor contaminante. Sucede que Ferro y como él todos los organismos, incluyendo Prefectura, Armada y el propio gobierno provincial, intentan minimizar la cuestión o distraer la atención hacia otras aristas de este sospechoso naufragio sobre el cual cada día conocemos datos más asombrosos.

Toda la plata a Suiza

La minera Tritón Argentina S.A. que tiene domicilio comercial en Roca y Luis Sánchez s/n de la localidad de Gobernador Gregores (Sta Cruz) no tuvo un buen comienzo con sus exportaciones, ya que el envío del 14 de enero pasado, era su primer embarque con rumbo a Suiza, más precisamente y de acuerdo a los datos que pudimos corroborar iba destinado a Metalor Tchnologies S.A con domicilio en Chemin des Perveuils 8 CH-2074 Marín Suitzerland.

Intervino en la operación de traslado a puerto intermedio (Punta Arenas) con rumbo a Suiza, Major Cargo Ltda, dedicada al transporte internacional como freight forwarder y agente de carga en servicios de importación y exportación marítima, aérea y terrestre, cuyas oficinas se encuentran en Alameda 929 de Santiago de Chile y a través de ella, Tritón SA despachó sus 134 bolsas de “Metal Doré en sacos estibado en bodegas” por un valor FOB de 1.603.728,20 dólares,.

Según consta en el documento de embarque Nº 09 061 ES03 000003 Z el destino final de la mercadería en tránsito internacional era Suiza y el flete pagado solamente para cubrir el trayecto Punta Quilla (Arg)– Punta Arenas (Chl) ascendió a la suma de 28.450 dólares, datos certificados por el Agente de Transporte Aduanero (Reg 30-6737336-7) Marcelo O Hansen, como apoderado de Hansen y Cia S.C como Agentes de Major Cargo Ltda de Chile.

Una curiosidad es que en la documentación de embarque se detalla como observación que el barco está en óptimas condiciones para cumplir con el traslado a puerto de descarga (Punta Arenas) y resalta que todo está en orden tanto en calidad, cantidad como acondicionamiento dentro de la embarcación, lo que hace todavía mucho más increíbles las versiones que se dan sobre los supuestos motivos por los cuales el barco naufragó.

A la vanguardia de las dudas

Por su parte la otra empresa exportadora en mayor cantidad, de metal precioso, es Cerro Vanguardia S.A con domicilio en San Martín 232 de San Julián (Sta Cruz) quien declara en la documentación respectiva que hace su envío para la firma Argor Heraeus S.A ubicada en Vía Moree 14 en Mendrisio Suiza. En este caso como en el de Tritón, la empresa despachante que es representada por Hanses y Cia de Puerto Santa Cruz, es la Agencia Major Cargo Ltda.

En este caso el transporte de las 340 barras de metal doré en sacos, la minera lo realizó por un valor FOB de 16.408.009,36 dólares y de acuerdo al Documento de Embarque Nº 09 061 ES03 000002 P, rubricado como el anterior por Hansen y la conformidad del Capitan del Polar Mist, Vanguardia debió pagar por el traslado a Punta Arenas (Chl) la suma de 26.280 dólares.

Tripulantes ¿Y pasajeros?

Marítima Hansen y Cia estableció en la “lista de tripulación”, las siguientes personas todas de origen chileno, que integraban la dotación del barco:
– Patricio Olivares Huerta, Capitán, nacido el 01/05/59 Documento 7.721.939-0
– Sandro Campos Matus, Primer piloto, nacido el 08/01/60, Doc 8.182.758-3
– Omar Álvarez Aro, Jefe de máquinas, nacido el 11/11/67 Doc 10.026.036-0
– Juan Navarrete Ramírez, Segundo Máquinas, nac. el 28/03/46 Doc 5.000.296-4
– Demetrio González Valdebenito, Trip Gral cubierta, nacido el 08/09/53, doc 7.241.413-6
– Enrique Hollub Foschino, Trip Gral Cubierta, nacido el 13/12/73 doc 8.906.508-9.
– Pedro Galindo Galindo, Trip Gral Cubierta 02/03/51 doc 6.762.007-0
Pero lo más extraño es que este barco pesquero que transportaba metal precioso, llevaba al octavo pasajero. Una persona con esa calidad embarcó junto a los 7 integrantes de la tripulación descripta anteriormente y fue fichado en la respectiva lista como Rolando Narambuena Pavez, de nacionalidad chilena, nacido el 19/07/50 documento 5.000.242-1.

Hasta donde hemos podido averiguar este “pasajero” fue visto en reiteradas oportunidades en las que el barco amarró en Punta Quilla. No obstante hasta el momento no se ha podido establecer fehacientemente que pertenezca a alguna de las empresas mencionadas, que sea el propietario de la embarcación o que esté allí con propósitos desconocidos.

La existencia de un “pasajero” en un barco de pesca sin que en la documentación a la que tuvimos acceso se especificara un rol a cumplir en el barco, como sí se detalla el de la tripulación, llama la atención y genera algunas suspicacias.

El barco

La nave que cargó metal precioso el 14 de enero en Punta Quilla cuenta con certificado de matrícula 2220 emitida el 26/05/80 en Valparaíso (Chile), es un barco pesquero con el numeral C.B. 2976 que desarrolla una velocidad de 9 nudos, dotado de máquinas diesel, cuenta con un calado de proa de 2,40 mts y un calado de popa de 2,50 mts, de acuerdo a los datos declarados por sus armadores.

Las dimensiones del barco son: eslora 23,7 mts, manga 6,7 mts y partió de Punta Quilla con una provisión de 13.200 lts de gas oil, 54 lts de aceite y 9.000 lts de agua dulce y así lo certificó la P. N. A (Sección Policía de Seguridad de la Navegación), Prefectura Santa Cruz el 15 de enero de 2009.

Otros datos que se han podido establecer de la embarcación es que cuenta con una capacidad de 130,55 toneladas en bruto y 51,31 toneladas netas de transporte y de acuerdo al documento de declaración general el capitán Olivares declaró una tripulación (7 personas) y 1 pasajero; presentó como documentación anexa la declaración de carga y de provisiones, lista de tripulación y pasajeros respectivamente, aunque consta en la documentación oficial que se obvió la declaración de efectos de la tripulación y la declaración marítima de sanidad.

Dudas y contradicciones

A medida que esta Agencia indaga cada vez más en los múltiples aspectos que rodean al misterioso hundimiento del barco pesquero, van surgiendo datos que permiten sospechar al menos que en todo este proceso hay una enorme irregularidad que las partes involucradas, incluyendo el propio gobierno provincial, deberán explicar en algún momento.

OPI continuará con esta investigación, no obstante hay datos y situaciones que cuando las demos a conocer pondrán en riesgo la credibilidad de algunos funcionarios que en las últimas horas han hecho declaraciones en medios amigos, pesando que con ello basta para que todos debamos convencernos de que aquí no ha pasado nada.

Basta enumerar algunas dudas sustanciales para entender que en todo estoestá resuelto ni explicado. Por ejemplo, nadie entiende por qué se ordenó al buque chileno, con tripulación chilena y en aguas chilenas, regresar Río Gallegos. Tampoco esta claro por qué se hundió mientras era remolcado. Ninguna de las explicaciones que han dado como que “el mar abrió las ventanas y las escotillas y entró agua a los compartimientos”, puede conformar a quien busca la verdad sobre el naufragio de la embarcación mientras era remolcada. La presencia de un “pasajero” no ha sido explicada. El misterio de los seguros no ha tenido respuestas. De la cantidad y calidad de lo transportado solo se puede dar fe a través de los documentos oficiales a los que tuvimos acceso. El Cónsul de Chile en Río Gallegos dice no saber mucho del asunto y es raro. Los tripulantes del Polar Mist estuvieron escasas horas en esta capital y rápidamente, sin que se les permitiera hacer ningún tipo de declaraciones, fueron llevados a Punta Arenas por vía aérea. Se sabe que entre ellos hay diferencias en los dichos y lo que aparentemente vieron a la hora de ser rescatados, pero sus declaraciones no trascendieron. Otros hechos y muchas dudas están cubiertos por un hermetismo llamativo por parte de las autoridades. En Tierra del Fuego hay una orden especial para que la Armada Argentina, quien intervino en el rescate de los tripulantes mediante un Sea King, haga silencio.

(*) Nota del Editor: La actividad extractiva minera a gran escala es metódicamente concretada en base a ocultamientos, camuflajes y mentiras llegando incluso a violaciones de los derechos humanos, además de irregularidades administrativas, aduaneras y fiscales no solo en nuestro país sino en todo el mundo. Tales maniobras son ejecutadas por las propias empresas con pleno acompañamiento de funcionarios provinciales y nacionales, ciertas universidades y consultores de imágen o publicidad.