Una pareja de turistas envió un mail a la Redacción para contar su experiencia en San Juan, cuando quisieron interiorizarse sobre el funcionamiento de las minas en Jachal (*). Cuentan la frustración de no poder ingresar a los espacios públicos consecionados a las empresas mineras. Su experiencia describe otro de los impactos de la megaminería a gran escala: la destrucción de los actividades sustentables (turísticas, agroganaderas y agroindustriales) poniendo fin a las actividades con pérdidas de empleos, cierre de microemprendimientos productivos, destrucción del patrimonio, migración, marginación, etc.
Por Alicia y Jorge, de Mar del Plata publicado en Urgente24
Recientemente estuvimos en San Juan conociendo como simples turistas y simple argentinos que deseamos conocer simplemente nuestro país.
Precisamente en Jachal, ciudad de hermosa gente, atenta, comunicativa y sometida a esta realidad de hoy “las minas”, dudamos si nuestra postura en contra de las minas a cielo abierto sería correcta. Encontramos diversidad de opiniones, pero lo que sí vimos es que el lago del dique estaba totalmente seco. La explicación es que se está llenando el dique Caracoles, pero… ahora me permito dudar de esta explicación.
Quisimos pedir información, sólo para saber, sólo para aprender, como hemos hecho siempre que visitamos explotaciones que no conocemos. En la oficina que la empresa minera tiene en Jachal y a pesar de ser horario de atención no encontramos a nadie. En la entrada de la mina, que está cerca del límite con La Rioja (*), la empresa que tiene a su cargo la seguridad del lugar no nos permitió entrar, no subir, entrar a una oficina donde nos enseñaran sobre el funcionamiento de la mina que está en NUESTRO PAÍS. Es más, nos sentimos como si fuéramos personas peligrosas, que no había ni que hablarles y nos dijeron que no nos podían informar nada. Nos hicieron llevar el auto lejísimos, cuando donde lo habíamos puesto había un cartel que decía “área de descanso” y estábamos en NUESTRO PAÍS. Ahí nos dimos cuenta que seguramente tienen cosas para esconder. Uno no actúa así cuando todo está bien (ejemplo las bodegas que te explican atentamente el proceso, aunque, por supuesto, no te dicen los secretos ni te hacen participar de las cuentas).
Siguiendo nuestro camino, vimos cómo los pueblos que están abajo, en el llano, se llenan de polvo, todo el tiempo, es impresionante ver cómo la cordillera se vuela, una gran ladera, justo al borde es una polvareda que vuela con el viento.
¿Cuál es el rédito económico que pueda compensar todos estos daños, naturales, y como dice el artículo de la revista Rumbos, HUMANOS?
Los sanjuaninos y nosotros como hermanos estamos desarmados ante esta agresión.
(*) Se refieren a la mina de oro y otros metales Gualcamayo, explotada por la transnacional canadiense Yamana Gold.